No podemos decir que conocemos bien a alguien hasta que no le hemos visto cocinar, pero no en aquella ocasión especial de que os invito a una paella por mi aniversario, o la otra de venid que conozcáis a mi prometido; no, me refiero a ver cocinar a ese sujeto en su salsa, en su medio y con sus hábitos propios (más de uno o una correría espantado). Quien me conoce sabe que me encanta cocinar con sobras, vamos, que me va lo del reciclaje en la cocina.
Uno de los platos que últimamente más me han sorprendido por la casualidad y el azar me vino por dos restos de un mismo plato, plato en cuestión que en otro momento les comunicaré. Uno de estos restos era un arroz hervido y especiado, y el otro, una pequeña cantidad de leche de coco, muy escasa para cualquier intento de salsa. Lo siento, soy un romántico de los platitos medio llenos de la nevera, y una carga nostálgica de todos mis antepasados que pasaron necesidad corre por mis venas. Y, en última instancia, me resisto a tirar cualquier cantidad de comida aprovechable (y lo manifiesto a sabiendas de que alguna gente declinará mis invitaciones a partir de ahora). Se trata de un reto: preparar algo comestible e interesante con tan pobres viandas; puede que se trate sólo de pereza: o te apañas con esto, o de nuevo a la calle y a la cola del super. No sé.
- Arroz hervido - Especias (canela, nuez moscada, pimienta negra) - Uvas pasas - Aceite de oliva virgen - Una lata de leche de coco - Tres huevos batidos - Sal - Cilantro fresco finamente picado
Podemos aprovechar un resto de arroz hervido de otro plato. Si no es así, procedemos a su cocción de la forma habitual. Una vez hervido y escurrido el arroz, lo pasamos a una sartén (mejor un wok) con fuego fuerte y algo de aceite en donde lo salteamos con las especias, la sal y las pasas medio minuto, sin dejar de remover.
Vertemos el arroz en un molde algo engrasado o forrado de papel parafinado, hasta casi llenarlo pero sin apretar el grano. Mezclamos los huevos batidos con la leche de coco, el cilantro finamente picado, y rellenamos con ello el molde con el arroz. Horneamos a fuego suave media hora o el tiempo necesario hasta que quede listo el pudin. Lo servimos con una ensalada de cualquier vegetal o fruta muy finamente picada.
Buscadora de cosas ricas, ya sean desayunos, comidas o meriendas. Por los Madriles y alrededores. Y productos. Que no todo es salir, a veces cocino en casa.
Se formó en la escuela de hostelería de la Casa de Campo en Madrid del 1992 al 1995. Tras graduarse empezó su trayectoria profesional como 2º de cocina en el restaurante Paradis (1995-1997).
Cocina Hermanos Torres is accoladed with two stars by Guide Michelin, a maximum three Repsol Suns by the most important Spanish dining guide and a green Michelin star for their sustainable efforts.
Incluir en su carta recetas de nuestros mayores, revisadas con su instinto creativo, conservar los sabores y comidas de nuestra huerta y de cocinar con productos tradicionales, le ha servido para convertir a Almoradí en un referente comarcal a nivel gastr