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Posiblemente, lo mejor de las Navidades en Irlanda es que todo el mundo vuelve a casa. Mary vuelve de Nueva York, Ross de Sidney, y Shane y Aine regresan de Bruselas por primera vez, y terminan todos reuniéndose en la misa del gallo, a la que los irlandeses acuden en masa, y se escuchan las frases:“¡Eh, has venido!” y “¡No sabía que ibas a venir! ¿Ya eres alcalde?”. El cura espera, ya hace diez minutos que debería haber empezado la misa pero, por supuesto, no importa. La misma escena se repite año tras año
Otro lugar de encuentro es cualquiera de los numerosos mercadillos navideños, como el St George’s Market, donde tienen lugar distintos mercados semanales (como el de los viernes, de alimentos y ropa, o el de los sábados, destinado a productos orgánicos y locales) y que, en Navidad amplía oferta y horario ya que permanecerá abierto, como extra, los días 12, 13, 14, 19, 20 y 21 de diciembre
Y, por supuesto, el tradicional English Market en Cork, una auténtica fiesta de productos autóctonos de calidad, y en mucha variedad, quesos, carnes, verduras, rivalizan en un extraordinario nivel que saben aprovechar como pocos los chefs de la región, creando platos memorables en restaurantes de reputación internacional
Cerveza y café, dos bebidas tradicionales
Durante las Navidades se multiplican los momentos para compartir y degustar dos de los productos tradicionales de Irlanda: la cerveza y el café irlandés
Recorrer las distintas fábricas de cerveza es un modo de conocer mejor la historia de Irlanda, siendo un buen ejemplo (aunque existen otras como la Murphy’s Irish Stout, Beamish o Kikenny beer) su famosa Guinness que suma ya 250 años de historia que se pueden explorar visitando sus instalaciones en Dublín
El café irlandés tampoco se queda atrás gracias a sus proporciones perfectas: se trata de una mezcla que lleva whiskey (el irlandés se escribe con ‘e’) como ingrediente principal, tres terrones de azúcar, café y dos centímetros de nata. A diferencia del whisky escocés, que sólo se destila dos veces, el whiskey irlandés se destila tres. Las numerosas destilerías del país constituyen un buen testimonio de este arte
Sonidos navideños
A los irlandeses les gustan mucho los villancicos. Si eres de los que se saben todas las letras de pe a pa y las cantan con voces rayando en lo angelical, no dudes en asistir al Festival de Villancicos de la Catedral de San Patricio (Dublín), que tendrá lugar el 18 y 24 de diciembre ofrecido por el Coro de la Catedral, entre otros servicios durante las Navidades, pero también puedes asistir a la actuación “Música y Muérdago” de Encore Contemporary Choir el 18 de diciembre y que tendrá lugar en el Waterside Theatre de Londonderry. Este coro inició su trayectoria en febrero de 2011, y ofrecerá un viaje musical a través de Broadway y el West End, en una ecléctica mezcla de piezas atemporales y clásicos contemporáneos de los mejores musicales de todo mundo, con piezas corales, solitas y dúos (y un vino caliente en el intermedio!). Parte de los ingresos se destinará a obras sociales locales
Alojamiento
La Navidad en Irlanda presenta colores y sabores profundamente arraigados en la tradición popular, y resulta una tierra ideal para los amantes de los paisajes verdes y nevados, grandes chimeneas, humeantes platos que se degustan en tabernas llenas de ambiente, y mercadillos navideños repletos de artesanía en sus distintas formas, así que si buscas una escapada durante las navidades, podrás elegir entre la amplia oferta hotelera, pero también, si estás pensando en una celebración más personal, con toda la familia o un nutrido grupo de amigos, puedes animarte a alquilar alguna casa para vosotros, como Ballealy Cottage (Antrim, Irish Landmark Trust)
Gastronomía navideña
Y, por supuesto, los platos que destilan tradición a través de todos sus ingredientes, como los pudding navideños sin los que una comida navideña irlandesa no parece estar completa
Plum Pudding de la tía Maureen
Neven Maguire, MacNean House and Restaurant (Condado de Cavan, Irlanda)
Ingredientes
Para 10-12 personas
50 g de harina
1/2 cucharada de té, de mezcla de especias molidas
1/2 cucharada de té, de nuez moscada molida
1/2 cucharada de té, de clavos de olor molidos
175 g de miga de pan blanco rallada
175 g azúcar moreno
175 g de uvas
50 gde grosellas
225 g de ciruelas pasas sultanas
50 g de fruta confitada
50 g de almendras blanqueadas y picadas
1/2 manzana, pelada, sin semillas y en daditos
1/2 zanahoria pequeña, finamente rallada
Piel rallada y zumo de 1 limón
175 g de mantequilla, a temperatura ambiente (y algo más para engrasar)
2 huevos, ligeramente batidos
300 ml de cerveza negra
Salsa de brandy para servir
Nata batida para servir
Elaboración
Cernir la harina, especias, nuez moscada y clavos. Añadir la miga de pan, azúcar, uvas, grosellas, sultanas, fruta confitada, almendras, manzana, zanahoria, piel y zumo de limón y mantequilla, y mezclar hasta conseguir una textura homogénea. Añadir gradualmente los huevos batidos, sin dejar de mezclar, y seguidamente, agregar la cerveza negra, mezclando constantemente. Cubrir con un paño limpio y reservar en un lugar frío toda la noche
Al día siguiente, rellenar con la mezcla dos moldes para pudding engrasados. Cubrir el molde con doble capa de papel de horno, y recubrir todo con papel de plata
Calentar el horno a 150ºC, y poner los moldes cubiertos con papel en una fuente de horno al baño María. Hornear durante 6-8 horas. Sacar del horno, descartar el papel utilizado, tapar de nuevo con papel de horno limpio y reservar en el frigorífico
El día en que vaya a servirse el pudding, descartar el papel que cubre los moldes, volver a cubrirlos con papel de horno limpio y recubrir con papel de plata. Volver a hornear al baño María de nuevo durante 2-3 horas hasta que esté completamente cocido y tierno.
Cortar el pudding en porciones y servirlo acompañado con la salsa de brandy y nata batida
Plum Pudding de Eileen
Escuela de cocina Belle Isle,(Fermanagh, Irlanda)
Ingredientes
225 g de mantequilla cremosa irlandesa
225 g de azúcar moreno
1/2 botella de cerveza negra irlandesa
225 g de miga de pan
50 g de harina
1/2 vaso de whiskey irlandés
125 g de grosellas
175 g de ciruelas pasas sultanas
175 g de uvas
100 g de manzana de asar, pelada y rallada
50 g de cerezas confitadas
3 huevos, batidos
Piel y zumo de 1 naranja
1/4 cucharada de té, de mezcla de especias
1/4 cucharada de té, de nuez moscada rallada
1/4 cucharada de té, de canela
1/2 cucharada de té, de levadura en polvo
Elaboración
Engrasar un molde de pudding, cubrirlo con papel de horno y engrasar el papel
Batir la mantequilla con el azúcar hasta que esté cremosa. Añadir, alternando, la harina cernida y la miga de pan, con los huevos batidos. Agregar los restantes ingredientes secos, remover. Añadir, removiendo, la cerveza negra, el whiskey, y el zumo de naranja. Verter la mezcla en el molde de pudding. Cubrir con doble capa de papel de horno, atarlo y asegurarlo recubriendo con papel de plata
Preparar un baño María con agua hirviendo en una olla sobre el fuego en la que vaya a caber el molde de pudding (lo ideal sería que pudiésemos poner una rejilla en la olla sobre la que pondríamos el pudding, de modo que la base del pudding no tocase directamente la base de la olla en contacto con el fuego). Dejar cociendo al vapor, a fuego muy bajo, durante 5 horas, añadiendo más agua hirviendo a medida que se vaya consumiendo. Al cabo de este tiempo, el pudding deberá haber crecido y estar firme al tacto. Dejar enfriar por completo
Para servirlo, podemos recalentarlo con el mismo método: al vapor, muy tenue durante 2 horas
¡Feliz Navidad también para Irlanda!
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