La Berenjena de Madrid

Marta se encarga de la gestión del local… y de controlar y contener a Rebeca, la chef, una inquieta tormenta de ideas, que las materializa en forma de platos y tapas ricas ricas y con fundamento, como diría mi colega Arguiñano. Y es que Rebeca ya es una cara conocida para mucha gente, puesto que pasó por el programa Top Chef, donde tuvo la oportunidad de enseñar algunos de sus platos y superar varias rondas. Entre los platos que ofrece hay mucha variedad y para todos los gustos: tanto comida vegetariana y apta para celíacos (sin gluten) como hamburguesas elaboradas, pasando por varios tipos de pescados y mariscos, todos de muy diferente elaboración a la que todos conocemos y con propuestas muy innovadoras.

Lo primero que se me pasó por la cabeza al entrar a la cocina a saludar a Rebeca fue recordar a mi madre en su minúscula cocina del Antonio Bar en San Sebastián, donde se desenvolvía con soltura y sacaba comandas tanto de platos como de tapas o raciones; y ésa fue esa la sensación que tuve al ver a Rebeca en su diminuta cocina sacándole el máximo partido. Esta forma de trabajar se aprecia mucho mejor cuando lo vives desde dentro… o cuando comes en el local. Tiene solo dos mesitas en el centro. El resto de comensales come alrededor del local en un ambiente informal en barras salientes de la pared y en la barra principal donde sirven los camareros, como se tapea de toda la vida. Es un local sobrio y con un trato estupendo, donde las chicas viven su profesión explicando los platos de la carta y las tapas. Pero sobre todo, aquí se tapea de verdad.

Con cada plato te preguntas cómo lo hacen (y si preguntas te lo cuentan): desde un arroz seco o croquetas de muy variopintos sabores, hasta su famosa ensalada Capresse. Haciendo honor y justicia al nombre de la taberna nos podemos deleitar con una sofisticada tapa de berenjenas con salsa de miso y otras especialidades como: unas ortiguillas de Cádiz, un excelente carpaccio de vieiras con toques dulces, o vieiras con mayonesa hecha de lima. Me sorprendieron muy gratamente las navajas con salsa de coco y la vieira a la plancha con sus crujientes de papada ibérica.

En definitiva, es un lugar divertido donde se come muy a gusto, muy rico y con unos precios bastante asequibles tanto de los platos y tapas como de la carta de vinos. La calidad del servicio, de los productos y la elaboración, hace que el precio resulte simbólico con tal de disfrutar de la experiencia en “La Berenjena”. Si vais, lo pasaréis genial.