Durante 45 años, el monasterio cacereño de Guadalupe ha tenido un secreto escondido y con nombre propio, fray Juan Luis Barrera, su histórico cocinero y todo un maestro en los fogones.
Forjado a sí mismo en el arte del buen yantar, el monje franciscano recaló el pasado mes en Vitoria, donde fue el encargado de inaugurar el primer encuentro de cocina conventual y restauración que bajo el título ?Recetas del Alma? organizaba la Fundación Catedral Santa María. El acto central de esta cita tuvo lugar cuando veinte monasterios de toda España presentaron sus excelencias culinarias durante la jornada de puertas abiertas del templo.
Entre ellas, no podía faltar el buen hacer de Barrera, que preparó una perdiz rellena al estilo monacal. Cerdo, ternera, pavo, jamón, vino de jerez, perejil, huevo, zanahoria, tomillo, romero, nuez, cebolla, ajo, laurel y chocolate componen la larga lista de ingredientes que dan forma a este sabroso plato.
"Hace años lo preparé en Guadalupe para 200 embajadores y autoridades, y quedaron encantados", recuerda orgulloso este monje de 75 años, natural de Badajoz. No es para menos, ya que por su mesa pasaron también el entonces príncipe Juan Carlos y el Papa Juan Pablo II. "Estoy encantado", añade.
Su camino comenzó a los 16 años, cuando ingresó en la orden. Tras varios años de preparación, en 1953 le trasladaron a Guadalupe, de donde salió para realizar un curso de cocina. A su vuelta, la hospedería recayó en sus manos. "No había casi utensilios, la comida era a base de latas, tortilla francesa y un poco de carne. Si querías un pollo o algo más, tenías que ir por el pueblo de casa en casa", rememora. Poco a poco fue gestando la revolución gastronómica. "Empecé cambiando las comidas, trayendo carne de fuera. Y le preguntaba a los mayores del lugar cómo hacían sus platos", desgrana.
El resto era añadido suyo. Almendra, piñones, nueces y nata son sus ingredientes favoritos? y el buen vino de Jerez. La mayoría no faltan en sus dos libros de recetas publicados, y en el tercero inminente. Sin embargo, reconoce que cualquiera no consigue sus migas, su criadilla de tierras extremeñas o su caldereta de cabrito. "Siempre tengo detalles propios, en la cocina hay que innovar. Ése es el secreto, o quizá la buena mano por ser monje", asegura sonriente. Puro ?bocatto di cardinale?. O de dioses.
Buscadora de cosas ricas, ya sean desayunos, comidas o meriendas. Por los Madriles y alrededores. Y productos. Que no todo es salir, a veces cocino en casa.
Buscadora de cosas ricas, ya sean desayunos, comidas o meriendas. Por los Madriles y alrededores. Y productos. Que no todo es salir, a veces cocino en casa.
Se formó en la escuela de hostelería de la Casa de Campo en Madrid del 1992 al 1995. Tras graduarse empezó su trayectoria profesional como 2º de cocina en el restaurante Paradis (1995-1997).
Cocina Hermanos Torres is accoladed with two stars by Guide Michelin, a maximum three Repsol Suns by the most important Spanish dining guide and a green Michelin star for their sustainable efforts.
Incluir en su carta recetas de nuestros mayores, revisadas con su instinto creativo, conservar los sabores y comidas de nuestra huerta y de cocinar con productos tradicionales, le ha servido para convertir a Almoradí en un referente comarcal a nivel gastr