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Michell J Joseph había realizado un gran diseño, casi magia: por fin una lata de refresco que no necesitaba nevera ni hielo para ofrecer su bebida fría, sencillamente porque era la propia lata la que incluía un mecanismo para enfriar el líquido que contenía
Sin embargo, el refrigerante que liberaba por el proceso de enfriado, según las directrices de la EPA (Agencia de Protección del Medioambiente de EEUU), era nociva para la capa de ozono y el efecto invernadero. La patente y un más que probable acuerdo Pepsi-Cola, que se había mostrado muy interesada, quedaron suspendidas y, aparentemente, todo quedó en el olvido
Pero la realidad demuestra que no fue así. Lejos de detener su estudio, Joseph, procedente de una familia en la que su abuelo era embotellador de bebidas refrescantes en Ohio (EEUU), prosiguió con el desarrollo hasta encontrar un mecanismo capaz de enfriar sin afectar de modo negativo al medio ambiente, y parece que por fin lo ha encontrado: se trata del mecanismo patentado Chill-Can, cuya sostenibilidad con respecto al ozono y otros aspectos relacionados con el madio ambiente, está refrendada por el profesor Roland Clift (director ejecutivo de la International Society for Industrial Ecology, y miembro y director fundador del Centre for Environmental Strategy (CES)
Tras conseguir el mecanismo refrigerante idóneo según sus directrices, la empresa ha presentado su refresco: West Coast Chill, un refresco sin cafeína ni azúcar, en su novedosa lata
No más neveras ni cubitos de hielo
Chill Can es una lata de refresco que presenta la capacidad de enfriarse por sí misma donde y cuando el consumidor lo desee, eliminando la complicación de acarrear o conseguir neveras portátiles o hielo en lugares donde no siempre resulta sencillo, por no hablar del peso y volumen con el que hay que contar tanto en coches y otros medios de transporte, como el peso en caso de mochillas y similares en caso de excursiones a pie
Sólo hay que girarla y accionar el dispositivo que la lata presenta en su base: el mecanismo inicia el proceso y, en un lapso de 3 minutos, el contenido de la lata se enfría por completo
Reducción consumo de energía en máquinas de vending
Un importantísimo efecto derivado de esta capacidad autorefrigerante aparece en la energía que las máquinas de vending (máquinas dispensadoras de latas y otros alimentos y bebidas) tienen que destinar para mantener el contenido de los refrescos a baja temperatura. En el caso del Chill Can, la máquina de vending sencillamente actúa como un almacenador-dispensador, pero por supuesto, no necesita sistema de refrigerado
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