Fresas (Y Silvestres)

Latín: Fragaria vesca

Las fresas han sido cultivadas desde el siglo XV, se sabe que Luis XIV, ?Le Roi Soleil?, o sea el rey Sol, era un gran amante de las fresas y las tomaba maceradas con vino, aunque fue Francisco I de Francia, prisionero en Aranjuez de su primo Carlos I, quien a través de su madre Luisa de Saboya, logró algunas plantas de los Jardines de Versalles, que sembró en los de su ?prisión?, y desde entonces las fresas de Aranjuez tienen fama de ser las mejores de España y muy destacadas en el ranking mundial.

Durante la Edad Media eran consideradas como una fruta ?pecaminosa?, mientras que Paracelso, el gran alquimista, enseñaba que las frutas benefician al órgano que imitan, y en este caso se consideraba a la fresa un buen tonificante del corazón, al igual que hacía con las nueces de nogal como tonificante cerebral.

También son conocidas como ?frutillas, madroncillos o fragas?, aunque sin nombrar a las playas almerienses de Palomares.

La fresa silvestre o de bosque, madre de todas las fresas y fresones actuales, ya cultivadas en la antigua Roma pertenece a la extensa familia de las bayas, es mucho más pequeña que la fresa cultivada, pero es la más aromática y más sabrosa de todas, se puede decir que las fresas decaen en fragancia según vayan aumentando de tamaño, hasta llegar a la variedad más grande, o sea los fresones, que realmente es lo que encontramos en los mercados y que normalmente saben a poco o casi nada, ?por sí solas?, ya que simplemente contienen mayor % de agua en la que diluir sus encantos naturales.

Las fresas son de origen europeo, mientras que los fresones, son un híbrido de dos tipos de fresas de origen americano.

Se deben lavar antes de quitar el rabillo para evitar que se desangren, absorban agua, y solo quitárselo cuando vayan a ser servidas.

Habitualmente se usan como fruta al natural, o como parte de una macedonia, en pequeños trozos con zumo de naranja, azúcar y una pequeña picada de menta, o hierbabuena fresca, o flambeadas con algo de pimienta negra, recién molida, moda que ya pusieron en marcha los mejores anfitriones romanos, como pudieran ser Gavinius Apicius, Tiberio, o Trimalcion que ya las comían en caliente, con un ligero toque de pimienta verde, zumo de naranja, y azúcar.

Existe una gran cantidad de variedades de fresas y tal variedad va en aumento, de momento debemos destacar la honeydew, la karina, la teura, la gariguet o la favette.

Se dice que a las fresas con azúcar, si les añadimos unas gotas de vinagre, o una pizca de pimienta blanca recién molida, realza su sabor y aroma, deberían servirse a temperatura ambiente, aunque combinan muy bien con cualquier helado, especialmente el de nata o el de vainilla.

Se usan mucho para elaborar confitura, mermelada, gelatina, jalea, en helado, sorbetes o simplemente como elemento decorativo en platos de pescado o carne.
Para conservarlas, deben separarse unas de otras, pues sí están ?amontonadas? se ?pasan? con extrema facilidad, y no hablemos de las que están debajo, nunca meterlas en bolsas de plástico, ya que como todo ser vivo, necesita respirar.
Las fresas en todas sus variantes tienen fama de combatir el reuma, la astenia, las hemorroides, el tabaquismo, la hipertensión, y el mal funcionamiento hepático, aunque pueden provocar alergia, y por tal motivo NO deberían darse a niños menores de 2 años y las embarazadas tener conocimiento de ello.

Tienen propiedades antivíricas y por ello son consideradas como un antibiótico natural, también son diuréticas, depurativas, fortalecen el sistema hepático, son ideales para combatir la anemia y son ligeramente laxantes.

Su azúcar, en forma de ?levulosa?, es digerible y, por lo tanto, apto para diabéticos.

Contienen unas 35 cal. /100 gr. en crudo y... of course, sin nata, muy ricas en vitaminas C, A, B1, B2, B3, B6, además de hierro, calcio, , yodo, cobre, fósforo, cinc, silício, magnesio y potasio, además son ricas en fibra, bioflavonas y altamente antioxidantes, o sea enemigas de las radicales libres, y por su contenido en ácido salicílico son consideradas como la ?aspirina natural?.
Pueden llegar a contener hasta un 87% de agua.

Las fresas son ricas en oxalatos, por lo que deben abstenerse las personas con cálculos renales de este tipo.

Combaten los dolores reumáticos, el ácido úrico, la arteriosclerosis y ayudan a la secreción biliar, lo cual ayuda a una buena digestión.

Su época natural va desde abril a julio, debemos comprarlas, NO para guardar sino para consumir lo antes posible, aunque los fresones aguantan bien unos días en la nevera.

Nunca deberemos dejarlas en remojo, pero sí lavarlas en un colador bajo un chorro de agua, sin haberles quitado su sombrerito verde, pues se aguarían o desangrarían.

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Fresas Silvestres
Latín: Fragaria alpina
Pequeños frutos rojos del bosque del tamaño y forma de un pistacho adulto, o sea ya mayorcito, primas lejanas de nuestras fresas, o fresones, abunda en el monte bajo del norte, o sea desde la Picos de Europa, pasando por los Pirineos hasta Escandinavia, su sabor a fresa ácida la hace muy refrescante e ideal para hacer helados, o sorbetes.
Muy ricas en vitamina C, y sales minerales.

Sus hojas, en infusión, tienen efectos antidiarreicos.

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Texto extraído del ?Diccionario práctico de gastronomía y salud?, Editorial Díaz de Santos ? Madrid, de Miguel Juan Jordá, donde puedes encontrar amplia bibliografía y otras fuentes de información.