Vik Muniz (1961) nació en Brasil. Quizá sea su país origen, por más que viva en Nueva York desde hace tantos años, el que le ha permitido mantener una mirada casi infantil, un modo lúdico, lúcido y congruente de entender elalrededor de lo que uno vive.
Se diría que a Vik Muniz le saltan las relaciones entre los hechos y las ideas como a los demás nos saltan los bichitos en el campo?, como si por casualidad sucediera al pasar nosotros por allí. Pero no. La sencillez con la que su percepción termina convirtiéndose en imagen es fruto de su trabajo, no del azar.
Muniz quiere que le entendamos, y sabe (Brasil manda) que el mejor modo de detener el pensamiento sin cansarlo es trayendo una sonrisa hasta el espectador, aun a costa de perder algo de sinceridad por el camino. No estamos hechos de sinceridades al 100%. Nos matarían de la pena. Necesitamos pequeños juegos, pequeños engaños, no ir siempre por la autopista.
En más de una ocasión Muniz ha incorporado alimentos a sus obras: azúcar, chocolate, mantequilla de cacahuete, confitura?), sobre todo alimentos cuyo sabor tiene recuerdos de niñez, a lo mejor por transportarnos de nuevo a un estado en el que mirar es sinónimo de pensar, sacar conclusiones y aprender.
Unas veces como juego de contrarios (lo amargo y lo dulce, como en sus ?Niños de Azúcar?), otras como sugestión de sensaciones excitantes (el chocolate de sus retratos): sabor presente como puente entre la memoria y la mirada.
El CGAC (Centro Gallego de Arte Contemporáneo) ha realizado una recopilación de distintas etapas suyas, y se muestran en exposición hasta el 7 de marzo de 2004. Siguiendo la clasificación del propio artista, aparecen ordenadas según el material utilizado en cada una de las series (alambre, tinta, azúcar, chocolate, aire?). La exposición presenta asimismo un documental que añade la información que no siempre se nos muestra: la vida del artista y su evolución.
Visitar esta muestra es una buena excusa para replantearnos el problema que supone la avalancha de imágenes (que no siempre de conceptos) que desborda la capacidad humana de asimilar y transformar esa información.
Viajar despacio por la mirada de otro puede ser un buen modo de detenernos a respirar.
Más información:
Vik Muniz
CGAC (Centro Gallego de Arte Contemporáneo)
C/ Valle Inclán, s/n
Santiago de Compostela
España
Pedro Manuel Collado CruzLa cocina para mi es producto bien tratado sin enmascarar sus sabores, cocina de verdad de antaño con un toque diferente 1 receta publicada |