Si uno se lo propone, cada semana puede descubrir uno de los cientos de rincones con encanto que hay en toda la isla de Mallorca. Y, por supuesto, la visita será completa si acertamos con un buen restaurante próximo.
En el caso de Sa Punta, en la costa levantina de la isla, el restaurante y el rincón "encantado" son uno mismo. La cocina, muy personal, es fruto de la compenetración de los hermanos Pedro y Luis Martí que trabajan en una constante renovación de sus platos de raíces, con técnica y guiños de fusión con diferentes culturas gastronómicas. La sala está dirigida por Aurelio Ucendo, uno de los profesionales más prestigiosos de Mallorca. A todo ello se suma el emplazamiento del establecimiento, en un entorno privilegiado. sobre un saliente al mar a lo largo del cual se extiende toda su terraza poniendo el broche a cualquier velada.
Además, de forma periódica, Sa Punta organiza una "Cena de los Sentidos", jornadas gastronómicas orientadas a ampliar los conocimientos culinarios y enológicos de sus visitantes.
En la última Cena de los Sentidos el equipo de Sa Punta contó con la colaboración de Mercavinos y el sumiller Ismael Ruiz. Los platos del menú fueron elaborados para impactar en cada uno de los cinco sentidos y maridados con vinos diferentes.
El primero sedujo al tacto. Foie escabechado con frutas y verduras y crujiente de aceto balsámico sobre confitura de pétalos de rosas, que fue ofrecido en sintonía con el vino mallorquín, Ses Nines Blanco dulce con D.O. Binissalem, que se eligió por ser un dulce licuoso, de poco peso, con el fin de que ensamblara bien con el foie fresco y casi crudo del plato.
El segundo plato, sashami de atún con wassabi, se presentó con la intención de irrumpir con fuerza en el gusto. Se maridó con Naia Blanco Verdejo de Rueda, de Bodegas Naia, perteneciente al grupo Orowines. Éste es un vino con la característica verdejo de las varietales con más identidad, cuya acidez se consideró que ligaba muy bien con el maridado del atún.
Luego se dio paso a un bacalao a la parrilla semiahumado con langostinos en camisa Kataifi, con el que cobró importancia el sentido del olfato, y se acompañó de un Abadal Rosado del Plà de Bagés. Llegados al punto de degustar este vino, Ismael Ruiz aprovechó la ocasión para decir que los rosados
"son vinos muy complicados de hacer, pero tenemos en España grandes rosados", recordó.
En cuarto lugar llegó una presa ibérica sobre puré de Monalisa al aceite de trufa blanca y chips de verduras, maridada con Habla Nº4, un tinto de Extremadura carnoso, con cuerpo y carácter. "Sin desmerecer los otros, éste es el vino estrella de la noche", advirtieron los anfitriones. Se trata de un nuevo monovarietal de syrah elaborado en Trujillo (Cáceres) con una producción muy limitada, de "calidad brutal", según lo definió el sumiller, y que se adaptaba perfectamente a este plato sin quedar por encima de la presa ibérica ni ésta tapaba al vino. Así Habla nº4 daba el equilibrio perfecto al plato que cameló los oídos.
Por último, desfiló por las mesas un postre que fusionaba las 4 estaciones del año en un mismo plato de calabaza, zanahoria y yogurt con granizado de menta y aire de naranja y jengibre. Indudablemente, esta sinfonía de colores cautivó a la vista. En este caso el maridaje, que resultó ser el más complicado por la explosión de sabores del plato, vino de la mano de Pedro Ximenez de la Ilustre Casa Spínola.
Y así es como terminó este viaje vitivinícola por las tierras de Binissalem, Pla i Llevant, Rueda, Extremadura con platos muy bien maridados. En todos los sentidos.
Buscadora de cosas ricas, ya sean desayunos, comidas o meriendas. Por los Madriles y alrededores. Y productos. Que no todo es salir, a veces cocino en casa.
Se formó en la escuela de hostelería de la Casa de Campo en Madrid del 1992 al 1995. Tras graduarse empezó su trayectoria profesional como 2º de cocina en el restaurante Paradis (1995-1997).
Cocina Hermanos Torres is accoladed with two stars by Guide Michelin, a maximum three Repsol Suns by the most important Spanish dining guide and a green Michelin star for their sustainable efforts.
Incluir en su carta recetas de nuestros mayores, revisadas con su instinto creativo, conservar los sabores y comidas de nuestra huerta y de cocinar con productos tradicionales, le ha servido para convertir a Almoradí en un referente comarcal a nivel gastr