El Centro Conde Duque de Madrid (nº 11) ha sido el lugar elegido para descubrir al público los entresijos de Mahou. Cuatro salas abarcan los inicios de esta cervecera en 1890: un gabinete de curiosidades con objetos que incluyen carteles publicitarios, grifos antiguos, botellas de edición limitada y hasta canciones escritas a mano.
Al archivo histórico se le unen pantallas interactivas, una amplia colección de fotografías realizadas por el propio fundador y un escenario para música en directo. Los amantes de esta cerveza pueden participar a través de las redes sociales y conseguir que un objeto personal sea expuesto en sus vitrinas. Además cuenta con una tienda propia en la que hacerse con alguna de sus camisetas, cojines o botellines de diseño.
Con una caña en la mano, la sala “cultura de barra” se disfruta más. Prestigiosos ilustradores -Darío Adanti, Ricardo Cavolo o Ana Galán entre otros -han plasmado en sus dibujos el bar como lugar de encuentro. El lado más creativo entorno a una cerveza queda reflejado en los murales dedicados a la buena conversación, el cine, la literatura o la inspiración.
Este espacio permanecerá abierto hasta el 15 de diciembre, fecha en la que se ofrecerá una charla gratuita sobre la historia de Mahou. A lo largo de octubre y noviembre, estará presenté en las salas de conciertos con “Cómplices de Mahou” y en las calles, con sus furgonetas re reparto recorriendo Madrid y su gastronomía. Para apuntarse, hay que entrar en su web. Precio 15 euros.
Sandra Sanz López.
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