El Pan en España: ¡más Caro!

Se ha realizado una media entre todos los estados miembros, a la que se ha dado el valor de 100, resultando el precio del pan en nuestro país 111. A partir de este valor 100, un producto se considera caro y por debajo, barato.

Otros productos básicos como la carne, los huevos, leche y queso, quedan por debajo de la media, es decir son más baratos. El valor de la carne se sitúa en 83, mientras que los huevos y lácteos en 95.

Por el contrario, no deja de chocar que también sean más baratos el alcohol o el tabaco, asignándoles un valor de  87 y 83 respectivamente.

El estudio se realizó en los 37 países miembros y sobre unos 500 productos de todo tipo. En él destaca Dinamarca, como el país con los precios más elevados, seguida de Suecia, Austria, Finlandia, Irlanda y Luxemburgo.

En el otro lado de la estadística, la de los precios más bajos, figura en primer lugar de la cola Polonia, después Rumania, Bulgaria y Lituania.

No deja de ser significativo que el alimento básico por excelencia, el que no falta por norma general en ningún hogar, tiene el precio más caro que productos no necesarios e incluso perjudiciales. Sobre todo después de las insistentes campañas para aumentar su consumo, propiciadas por el descenso en las ventas.

Falsos mitos como que el pan engorda, han conseguido que un sector de la población dejara de consumirlo, siendo como es un alimento básico y necesario en la dieta.

Lo que engorda es comerlo en exceso, como ocurre con cualquier otro alimento.

Aunque hay que tener en cuenta, que las diferencias de precios de unos establecimientos a otros, son abismales.

Los precios más baratos los encontramos en las grandes superficies, encabezadas por Lidl, seguida de Eroski, Alcampo, Mercadona, Simply Market y por último Carrefour Express.

Los precios oscilan de 0,42 a 0,47 euros, por una barra de 250 gramos, mientras en una panadería tradicional no cuesta menos de 0,60 euros.

Este abaratamiento se debió en parte a una estrategia comercial, cuando en los últimos años se incrementó mucho el precio, estos supermercados lo ofertaron más barato como reclamo, para que la gente acudiera al establecimiento y ya de paso algo más caerá.

Pero no es el mismo el producto ofrecido, en algunos supermercados y tiendas la calidad del pan deja mucho que desear.

Por eso en los últimos tiempos han aparecido tantas panaderías gourmet, que sí ofrecen pan de calidad, aunque en ocasiones a precios elevados.

En estos tiempos que se cuida tanto el pan en la restauración, que incluso se van a formar especialistas en pan o panniers, como adelantamos hace unos días, parece un contrasentido que haya gente que compre este pan de tan baja calidad.

El pan debe mimarse, puesto que puede estropear un gran plato, en la misma medida que el vino.

También ha influido en la menor calidad del pan, la industrialización, los panes precocinados, congelados y demás no pueden compararse con un pan elaborado con masa madre y el tiempo de fermentación requerido.

Pero este tipo de pan, que hasta hace nada era el normal,   ahora es un producto gourmet por el que hay que pagar un extra.

Que el pan debe cuidarse es algo en lo que todos estamos de acuerdo, pero en la realidad no se cumple. Hace poco llegaba a nuestros oídos la denuncia del Gremio de Panaderos respecto al intrusismo en la profesión. Aducen que se vende pan en cualquier sitio sin las debidas condiciones de salubridad, como en las gasolineras.

Además las principales quejas se referían a la falta de cualificación del personal, que carece en la mayoría de los casos del carnet de manipulador, así como falta de envasado, de etiquetado correcto y de horneado con garantías.

Si bien es cierto que en ciertas panaderías no se cumple lo básico y siguen sirviéndonos el pan con la mano, mano que antes ha tocado dinero u otras cosas. Es una de las quejas más frecuentes.

Debemos plantearnos si queremos un pan barato o un pan bueno y con garantías, aunque debamos pagar por él lo que no vale, tengamos en cuenta que la harina ha bajado de precio en un 25%.

Aún así no dejemos de comer pan, es un gran alimento y además está buenísimo.