El consumo de setas se remonta a los antiguos griegos, romanos, celtas..., que conocían y apreciaban su sabor y propiedades, tanto culinarias como medicinales y, por qué no decirlo, tóxicas, ya que a lo largo de los años se han utilizado variedades de setas como alucinógenos.
Las setas crecían silvestres de forma espontánea, hasta hace 400 años. El nombre de hongos viene de los griegos. En el siglo XVII y debido al gran aprecio y consumo que se hacía de ellas, fueron los franceses quienes empezaron a cultivarlos y desde entonces han sido muy apreciadas y sus técnicas de cultivo han mejorado también con los años.
Las setas tienen un sabor u otro dependiendo de la zona y del tipo de terreno en la que crecen, el clima, la vegetación, etc. Todo influye directamente en el sabor y la forma de crecimiento de las setas.
Principales variedades de setas:
Amanita caesarea: Es una seta delicada y su consumo debe ser siempre inmediato. Hay que tomarla en pequeñas cantidades, porque si no puede resultar indigesta.
Su carne es blanquecina y amarillenta debajo de la cutícula del sombrero. Los mejores ejemplares son los jóvenes. Crece en zonas de castaños y encinas secas.
Hongos o boletus edulis: Son relativamente fáciles de encontrar; abundan y están repartidos por todas las zonas templadas. Crecen a pie de coníferas, en bosques de robles, encinas y castaños. Su carne es blanca, tiene un olor agradable y un sabor dulzón que recuerda al de una avellana. Se puede tomar cruda (está muy rica) y cocinada ofrece unos aromas deliciosos.
Rebozuelo: Su nombre del latín, significa "buen comestible", se puede consumir en dulce, salado o desecado. Tienen un sombrero de 2 a 10 centímetros es convexo y láminas muy juntas ramificadas y también de color amarillo como el pie que es muy bajito.
Trompeta de los muertos: Sólo se encuentra en otoño. Es fácilmente reconocible por su color negro y a pesar de su nombre no mata a nadie.
Níscalos: Es una de las especies más conocidas, consumidas y apreciadas, que solamente se puede encontrar en otoño a pie de los grandes pinares.
Setas de cardo: Crecen en zonas de secano donde sólo se ven cardos secos y espinosos, crecen en corros y siempre lo hacen de dos en dos. Su carne es sólida, blanca, con sabor dulce y olor agradable.
Colmenillas: Es una seta típica de primavera, son de color pardo oscuro, aunque se pueden encontrar en colores más claros.
Senderuelas: Es fácil encontrarlas en prados y pastos, al borde de los caminos, su carne es fina, con sabor suave y olor a almendras. Es una seta que se encuentra principalmente en primavera.
Conservar setas Cómo elegirlas:
Si las buscamos nosotros mismos, solamente cogeremos las setas que conozcamos bien y sepamos que son comestibles. Si las compramos en una tienda o en el mercado, tienen que estar fuertes, no presentar manchas o partes más blandas.
Diferentes tipos de conservación:
Existen diferentes métodos de conservación, a la hora de escoger uno u otro hemos de tener en cuenta el tipo de seta que queremos conservar.
Setas desecadas: Se tienen que limpiar bien las setas, pero sin lavarlas, quitándoles la suciedad con un pincel o trapo. Si son muy grandes, las podemos partir por la mitad. Las extendemos en un lugar seco con ventilación y resguardadas de la luz, es preferible que tengas una temperatura constante. Una vez secas se tienen que guardar en tarros de cierre hermético. Para utilizarlas de nuevo, sólo hay que remojarlas en agua.
Setas en sal: Se utilizan 50 gr. de sal gorda por cada medio kilo de setas. Las setas se limpian, se lavan y se secan bien, se meten en tarros y se alternan capas de setas y sal. La última capa debe ser de sal. Antes de consumirlas hay que lavarlas bien con agua. Algunas de las especies más indicadas para este tipo de conservación son los boletus y los níscalos.
Setas en aceite: Las más adecuadas para este tipo de preparación, son las setas carnosas o de mayor tamaño. Hay que limpiar y lavar las setas. Se escaldan sumergidas en agua hirviendo durante 2 minutos y se dejan enfriar. Después se les añade un poco de sal, se introducen en un frasco esterilizado, se cubren con aceite de oliva y se cierra herméticamente.
Setas congeladas: Se limpian, se lavan, y se cortan en rodajas, se escaldan en agua hirviendo dos minutos.
Después se escurren, se secan con un paño y se meten en bolsas o en recipientes especiales para congelar. Así se conservan hasta seis meses. Se pueden congelar las setas cocinadas. Las más adecuadas son: las setas de carne firme, como los boletus, los champiñones. También de pueden congelar crudas y cortadas en láminas.
Buscadora de cosas ricas, ya sean desayunos, comidas o meriendas. Por los Madriles y alrededores. Y productos. Que no todo es salir, a veces cocino en casa.
Se formó en la escuela de hostelería de la Casa de Campo en Madrid del 1992 al 1995. Tras graduarse empezó su trayectoria profesional como 2º de cocina en el restaurante Paradis (1995-1997).
Cocina Hermanos Torres is accoladed with two stars by Guide Michelin, a maximum three Repsol Suns by the most important Spanish dining guide and a green Michelin star for their sustainable efforts.
Incluir en su carta recetas de nuestros mayores, revisadas con su instinto creativo, conservar los sabores y comidas de nuestra huerta y de cocinar con productos tradicionales, le ha servido para convertir a Almoradí en un referente comarcal a nivel gastr