RADIO INTERCONTINENTAL. SÁBADO NOCHE (3). SANTIAGO CASTELO La Guardia Civil tuvo que localizarle para poder entrar en antena Periodista, ensayista y poeta extremeño con alma habanera, y porteña Premio Ex Fogueró por sus crónicas desde Mallorca para ABC. Las escuchamos en Radio Intercontinental en su propia voz
Uno de los programas de los que tengo muy grato recuerdo en mi larga trayectoria en Radio Intercontinental ha sido SÁBADO NOCHE. Con un equipo profesional de primera categoría. Carlos Ferrando, Jorge Fiestas y Santiago Castelo.
A los dos primeros ya me referí en anteriores capítulos. El aporte del periodista era fundamental para complementar una oferta de diversas perspectivas, en este caso de alguien con un poso intelectual acreditado, que fue aumentando al paso de los años. Transmitía serenidad, bagaje de conocimientos profundos, sin faltar nunca el toque de humor. Nos hizo sumergirnos en un mar de sensaciones con sus conexiones
Entre 1983 y 1988 se desplazó los veranos a Palma de Mallorca para cubrir la información de la isla, incluida la estancia de la Familia Real., por la que sentía gran admiración, especialmente por Don Juan. Sus crónicas para el diario ABC que crearon estilo y le llevaron a ser distinguido con el Premio Ex Fogueró. Tuvimos la enorme suerte de escucharlas en su propia voz en Radio Intercontinental.
Su “fichaje” tuvo connotación gastronómica. Nos citamos en un restaurante muy cercano a la sede del periódico en la calle Serrano. El Villa y Corte de Madrid. Aprovecho para rendir un sentido recuerdo a su propietario, Ricardo Goizueta, un gran profesional. En la fotografía que acompaña este texto estoy con él a la entradadel local. Allí compartí muchas veladas y de alguna de ellas daré cuenta en próximos relatos. Solo de muestra tres nombres: Doña María de las Mercedes, madre de Juan Carlos I, José Luis Moreno y Lucho Gatica.
Una de las “pegas” que me transmitió era el tono de su voz, grave y profunda. “¿Cómo voy a hablar con este tono?”. “Precisamente esa es una de las características que lo harán personal” le contesté.
El primer oyente de sus intervenciones era yo mismo. Disfrutaba en toda su extensión de su conexión. La radio tiene algo mágico y especial. Oyes lo que te cuentan y vas un grado más si lo que haces es escuchar. Lo que importa es lo que está en el aire. No importa qué haya sucedido antes de eso. Y precisamente a un “antes” me voy a referir.
Minutos antes de entrar en antena me anuncian alarmados desde el control que no se le localiza. Había ido a las Cuevas del Drach, creo recordar que a un concierto. Ante esta situación, imaginación. Se contacta con la Guardia Civil, se les informa del tema, sabían muy bien a quien nos referíamos, y nos tranquilizan. Van a tratar de localizarlo.
Resultado, puede entrar en directo, ¡desde el puesto de socorro de la Cruz Roja!. Que dos grandes instituciones. Enseguida me vino a la memoria una escena de la obra maestra cinematográfica “El Verdugo” de García Berlanga. Cuando Nino Manfredi, que era el yerno del personaje de Pepe Isbert, trata de localizarlo con una barca en las Cuevas del Drach.
Esa anécdota la recordábamos en más de una ocasión. Tuve la suerte de poder contar con su colaboración en otros programas posteriores. Especialmente en aquellos en que entraba en liza la copla o el ballet. Dos de sus grandes pasiones. El ballet fue muy unido a una de sustierras más queridas, Cuba. Admiraba a Rafael de León y Concha Piquer
Y tuvo una especial relación con la revista, tenía una gran devoción por Celia Gámez, a quien vio por primera vez a su llegada a Madrid. Representaba ”Las Leandras”, que habían cambiado el nombre a “Mami, llévame al colegio”. En noviembre de 2014 se estrenó en Buenos Aires, ciudad que también amaba, “La Celia”, dedicado a la artista argentina, con texto suyo y dirigido por Emilio Sagi.
José Miguel Santiago Castelo, que ese era su nombra completo, aunque utilizara sólo los apellidos para firmar, fue siempre un profesional absolutamente ligado al diario ABC, del que era subdirector cuando se jubiló.
Se puede resumir en la última frase que en su obituario le dedicó Julio Bravo. << Adiós a Santiago Castelo, memoria y símbolo de ABC>>
Luis María Ansón, que era el director del periódico en esa época, le mostró siempre un profundo cariño. Estuvo acompañándole unos días antes de su fallecimiento. En 2013 le dedicó un extenso y emotivo artículo en el diario El Mundo.
La relación de títulos y premios de Santiago Castelo es enorme.
Poema suyo “Lección Final”
Ahora que tienes todo mi verano en tu mano / que conoces mi pulso y el color de mi sangre / que me duermo en tus ojos de ternura y escucho / las canciones más dulces de la mar y la aurora; / ahora que he aprendido a escuchar tu silencio / y a perderme en tu pecho como en un paraíso, / enséñame, si sabes, a vivir de otra forma, / porque no sé vivir sin tu voz / ni sin tus brazos
Encontraremos a José Miguel en el siguiente capítulo, ¡En Noruega!
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Pedro Manuel Collado CruzLa cocina para mi es producto bien tratado sin enmascarar sus sabores, cocina de verdad de antaño con un toque diferente 1 receta publicada |