El pasado 30 de marzo salí conmocionado del XXIII Salón Internacional del Club de Gourmets celebrado en Madrid. Conmocionado por la actividad frenética y el número de visitantes, en su mayoría profesionales del sector, que acudíamos como moscas a la miel. Pero a una miel de primera, claro. Los expositores, entre los que se encontraban grandes, medianas y pequeñas marcas, países invitados (en esta ocasión el visitante de honor era Italia), Comunidades Autónomas, etcétera se afanaban por captar la atención de los golosos y golosas allí congregados. Para paladear había toda clase de productos y todos tenían en común la riqueza de sus materias primas y la sofisticación de su elaboración y presentación finales. Mi sentido del gusto acabó resentido y saturado de tanto placer y mi cabecita salió de allí pensando en un nuevo concepto, o más bien, un nuevo proyecto que poco a poco va instaurándose entre todos y del que este gran evento es claro representante: la gourmetización.
El María Moliner dice que gourmet es aquella ?persona de paladar exquisito que sabe apreciar la buena cocina?. Le precede la definición de gourmand como ?persona aficionada a comer bien?. Este Salón, como cabe esperar, estaba a tope de gourmets y gourmands, hecho sorprendente reflexionando acerca del término que hasta hace poco era considerado exclusivo de unos pocos afortunados cuyo paladar y bolsillo les permitía acceder a este selecto mercado. Pero resulta que este mercado, sin síntomas aún de vulgarización, está creciendo y llegando cada vez a más y más personas, como si un monstruo devorador de galletas que cada vez encuentra a su alcance más y más galletas, no pudiese parar de comerlas. ¿Dónde vamos percibiendo el inicio de esta gourmetización? Desde hace muchos años en los mismos restaurantes, que refinaron su oferta, cuidaron la presentación y las materias sin subir exageradamente los precios. Por otro lado en eventos como este Salón Internacional, cuya envergadura de negocio es proporcional a la envergadura de los cinturones de muchos de los congresistas. Y por otro, también en las grandes superficies o supermercados que cada día se atreven más con secciones dedicadas a productos algo más exquisitos de lo normal. Sin ir más lejos, en el súper de mi barrio han incluido una estantería de elegante color burdeos dedicada a las delicatessen y los productos gourmet.
¿Se ve todo esto reflejado en un mayor aumento de gente interesada en leer acerca de gastronomía? Sí. La gourmetización abarca todos los campos. La gente quiere disfrutar de sus sentidos y el sentido del gusto es uno de los que más mimos merecen y más placeres derivan. Por lo tanto, más nos vale tenerlo bien informado. La gourmetización, entendida como el proceso por el cual la sociedad fomenta y satisface la demanda de alimentos de buena calidad y su disfrute, más allá de su uso ordinario, va siendo una realidad innegable. Probablemente se encuentre en sus primeros pasos y lógicamente introduciéndose en pequeñas dosis, que bienvenidas sean siempre y cuando nos hagan la vida más llevadera y digna de ser mordida, degustada y masticada. El viejo ser gourmet inaccesible va dejando paso al nuevo y joven ser gourmet que de vez en cuando se pega un caprichito...
Buscadora de cosas ricas, ya sean desayunos, comidas o meriendas. Por los Madriles y alrededores. Y productos. Que no todo es salir, a veces cocino en casa.
Se formó en la escuela de hostelería de la Casa de Campo en Madrid del 1992 al 1995. Tras graduarse empezó su trayectoria profesional como 2º de cocina en el restaurante Paradis (1995-1997).
Cocina Hermanos Torres is accoladed with two stars by Guide Michelin, a maximum three Repsol Suns by the most important Spanish dining guide and a green Michelin star for their sustainable efforts.
Incluir en su carta recetas de nuestros mayores, revisadas con su instinto creativo, conservar los sabores y comidas de nuestra huerta y de cocinar con productos tradicionales, le ha servido para convertir a Almoradí en un referente comarcal a nivel gastr