Por Qué Lo Primero Que Importa Es Escuchar las Buenas O las Malas Noticias

Muchas situaciones en la vida implican un arma de doble filo que trae buenas y malas noticias: un ascenso en el trabajo puede conllevar un aumento de salario, pero también más responsabilidades y más horas de trabajo. Una evaluación del lugar de trabajo puede incluir tanto elogios por el trabajo bien hecho como sugerencias para mejorarlo.

Cuando está a punto de recibir una inyección de buenas y malas noticias, ¿cuál es su preferencia? ¿Y cuál debería ser su preferencia?

Este número fue explorado en un interesante artículo en la edición de marzo de 2014 del Boletín de Personalidad y Psicología Social (el enlace es externo) por Angela Legg y Kate Sweeny.   

En un estudio inicial, los participantes llenaron un inventario de personalidad. A un grupo se le dijo que iban a recibir retroalimentación, algo de lo cual era bueno y algo de lo cual era malo, y se les preguntó qué querían escuchar primero. A un segundo grupo se le dijo que iban a dar retroalimentación a otra persona sobre su inventario de personalidad y que algunas de las noticias serían buenas y otras malas.  Se les preguntó qué noticias querían dar primero. 

La mayoría de la gente (78%) quería escuchar las malas noticias primero, seguidas de las buenas, porque creían que se sentirían mejor si sacaban las malas noticias del camino y terminaban con una buena nota.  La gente que daba noticias, pensó, estaba dividida: Aquellos que imaginaban lo que un receptor quería oír tendían a querer dar las malas noticias primero, mientras que aquellos que se concentraban en sus propios sentimientos tendían a querer dar las buenas noticias primero, porque sentían que sería más fácil empezar dando buenas noticias.

Un segundo estudio se enfocó en los participantes que entregaban noticias. En este estudio, los participantes que fueron instruidos a pensar acerca de cómo se sentiría la otra persona al recibir las noticias fueron más propensos a dar primero las malas noticias y luego las buenas, en comparación con los que estaban en una condición de control a los que no se les dieron instrucciones específicas.

Pero, ¿qué es mejor para nosotros, recibir primero las buenas noticias o las malas? Un tercer estudio sugiere que la respuesta a esta importante pregunta depende de si usted está enfocado en su estado de ánimo o en cambiar su comportamiento.

En este estudio, los participantes llenaron un inventario de personalidad y luego se les dio retroalimentación falsa sobre sus resultados. La retroalimentación consistió tanto en buenas noticias (algunos rasgos positivos de personalidad como ser un buen líder) como en malas noticias (algunos rasgos que no son tan positivos, como ser poco creativo). 

El estudio varió el orden en que los participantes recibieron esta retroalimentación, y antes y después de recibir la retroalimentación, los participantes calificaron su grado de preocupación, así como su estado de ánimo. Después de recibir la retroalimentación, los participantes calificaron su compromiso de aprender a cambiar los aspectos negativos de su personalidad. Al final del estudio, los participantes tuvieron la opción de ver algunos videos para ayudarles a hacer cambios de personalidad o ayudar al experimentador grapando algunos paquetes juntos.

Los participantes que recibieron las malas noticias primero estaban de mejor humor y menos preocupados en general que los que recibieron las buenas noticias primero. Sin embargo, los participantes que recibieron las malas noticias primero estaban menos interesados en cambiar su comportamiento, y eran menos propensos a elegir ver videos para mejorar su comportamiento, que aquellos que recibieron las buenas noticias primero.   Si quieres saber mas informacion de la actualidad no olvides dar clip.