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La exposición de la fotógrafa Patty Carroll que se puede disfrutar hasta el 11 de marzo de 2011 en la galería Guidecca de Venecia gira alrededor del arte de la máscara, de las sensaciones que nos produce todo aquello que puede ser considerado disfraz, porque no sólo nos disfrazamos con un antifaz, o con un vestuario que recuerda a alguna figura histórica o popular: a menudo utilizamos –tal cual lo hacen algunos animales…sin ir más lejos…los lenguados- nuestro propio entorno –palabras, gestos, actitudes- para simbiotizarnos con lo que nos rodea, pudiéndonos convertir en fondos vivientes del paisaje. O a lo mejor es más profundo, y lo que hacemos es intimar con ese alrededor hasta tal punto que nos revestimos de su esencia. Seguramente, en lo que para unos es un trampantojo, para otros hay más de simbiosis que de engaño. ¿O resulta que es (casi) lo mismo?
De este modo, Patty incluye fotografías de personas y tejidos artísticos, y supone una de las interesantes series creadas por Carroll quien, a menudo, introduce la especial relación emocional que las personas acostumbramos a establecer con el mundo –casi siempre en su vertiente artificialmente creada por el hombre- materia
Comida, restaurantes, bares y similares en los Mundos de Carroll
El mundo de Carroll muy a menudo nace, crece, se reproduce y muere en contacto con materias primas de nuestra cocina o también en restaurantes, cafeterías y bares
Esos locales donde, además de comer y beber, muy especialmente buscamos (o esperamos a veces infructuosamente) la sorpresa de la llegada del otro -ese comensal con el que compartir mesa–, una llegada o presencia
Y sucede que esa llegada termina, en demasiadas ocasiones, por truncarse en ausencia, retraso, o sustitución. La sustitución del acompañante por esas televisiones entronadas en lo alto de los bares, reinando sobre todo lo que sucede, pero también sobre lo que jamás sucederá allí abajo, en las tierras de la barra y las mesas-, o copa. Y a veces, tanto esperamos que terminamos masticando la soledad de la cita que no conocimos
Por todo eso y más, en el mundo de Patty esos materiales, escenarios o “cosas” pasan de ser muebles, decorados, útiles, juguetes o puntos de encuentro, para convertirse en emociones, no sólo cuando las personas estamos presentes, sino también cuando abandonamos esos espacios, y el escenario pasa a tener vida propia, transpirando (a todo color, a todo Carroll-Color) esas emociones que las personas han sufrido, disfrutado o tan sólo soñado en él
Relatadora de lo vintage y de la iconografía urbano-americana, sus obras a menudo combinan nostalgia y humor para transportarnos a sensaciones que tenemos en la memoria de las imágenes no necesariamente vividas en nuestro exterior pero sí íntimamente experimentadas
Información de interés
Presenze, de Patty Carroll
Fechas: hasta el 11 de marzo de 2012
Ciudad: Venecia
Galería: Giudecca 795 Art Gallery
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