En Resurrection, otra de policías y un asesino en serie, si no en serio, que sí, los dos inspectores protagonista de la trama están en la barra de un bar dispuestos a almorzar. El camarero, como si del plato del día o de la casa se tratara, les sirve todo un pozal a rebosar de marisco. Entonces le dice el inspector Hollengswoth a su compañero de trabajo y, en este momento, de ágape: ?¿No podíamos comer alguna vez hamburguesa?? Más tarde, otro día,, en una calle de Chicago, sentado junto a su mismo compañero policía, Hollengswoth se come... un donnut de buen tamaño y a saber si de buen sabor, al menos para este sufrido inspector de policía y consumidor de almuerzos a base de mariscos.
En el mismo film, un supuesto agente del FBI sí que come suculentos sandwiches (de hecho, es el asesino de la peli; ya se sabe el buen apetito de estos, como queda apuntado en el artículo titulado Licencia de buen gusto https://www.afuegolento.com/noticias/26/firmas/segui/884/ ). Por el contrario, frente al exquisito y -falso, como luego sabremos- agente federal, el inspector Prudhomme no tiene gana. ¿Se la quita el buen comer del otro, que pasa por policía pero que algo muestra de su pulsión criminal y gastronómica?
Si el sargento Briggs toma el donnut, comida de poli, que le ofrece su novia, la teniente de policía Cole, sin demasiado entusiasmo, quizás sea porque él mismo no es un policía muy ortodoxo. Ni en su comportamiento profesional, tan rayado, ni en sus apetitos gástricos: tampoco se siente muy tentado por la hamburguesa, ?una de las mejors cosas que se haya llevado a la boca?, que pretende prepararle su compañero Murtaugh (Dani Glover), en Lethal Weapon 3, con explicación detallada del proceso: ?Lo primero es la grasa. Todo el mundo dice ?no pongas grasa?. Pero sin grasa estropeas la hamburguesa. Esto es un arte; no se puede tirar a la parilla así como así. Hay que fijarle el sabor. Un poco de pimienta Un poco de masaje, un poco más. Bien, bien dulce, dulce carne (sweet, sweet meat)?.
No llegarán a comerse la enorme y supuestamente rica hambruguesa a causa de un altercado callejero que les llevará a tener que utilizar las pistolas. Sí que mordisquea, Briggs, algunas de las galletas para perro, en forma de hueso, que su compañero Murdo le proporciona con el fin de que deje la adicción al tabaco. Briggs, una vez más, en sus peculiares maneras de actuar profesionalmente utilizará estas galletas para ?seducir? a un perro guardián durante un acto de servicio.
Más apetente, esta mujer policía sí, se muestra la muy realista sargento Rita Pompano (la punzante Ellen DeGeneres: ?Soy ciníca porque alguien mató a la madre de Bambi?), y buena bebedora (?Bienvenido al Club?, le dice a un temeroso alcohólico), del film Goodby Lover. La visión de un cadáver, y de otro y otro más, no le quita la gana de tomarse cuanto menos una hamburguesa, y picotea en los frigoríficos de los presuntos asesinos, más bien asesinas, a quienes interroga. Su apetito no es solo gastronómico. También pillara un buen pellizco del seguro de vida que cobra la asesina tras un encadenada trama de cuanto menos tres muertes. Y la seducirá incluso sexualmente. Quizás el dinero hábilmente ganado, con las tretas de su profesión de policía, le dará para mucho más que hamburguesas, aunque es de suponer que seguirá hurgando en las neveras ajenas con o sin licencia policial.
Buscadora de cosas ricas, ya sean desayunos, comidas o meriendas. Por los Madriles y alrededores. Y productos. Que no todo es salir, a veces cocino en casa.
Se formó en la escuela de hostelería de la Casa de Campo en Madrid del 1992 al 1995. Tras graduarse empezó su trayectoria profesional como 2º de cocina en el restaurante Paradis (1995-1997).
Cocina Hermanos Torres is accoladed with two stars by Guide Michelin, a maximum three Repsol Suns by the most important Spanish dining guide and a green Michelin star for their sustainable efforts.
Incluir en su carta recetas de nuestros mayores, revisadas con su instinto creativo, conservar los sabores y comidas de nuestra huerta y de cocinar con productos tradicionales, le ha servido para convertir a Almoradí en un referente comarcal a nivel gastr