Para los que estamos inmersos en el mundo del vino, este año lo hemos recibido con un debate muy interesante, la nueva ley que permite en Europa la utilización de virutas de madera a la hora de elaborar vino. Aunque es posible que no se apruebe la reforma de la Organización Común de Mercados (OCM) hasta el año 2007, el ambiente está más que cargado. Parece que la noticia está todavía plagada de rumores: que si sólo lo podrán utilizar los vinos amparados en la reglamentación de vinos de mesa y los vinos de la Tierra; que si también se hará extensiva a los vinos amparados en las Denominaciones de Origen o el cómo se deberán de señalar en la etiqueta....
La utilización de las virutas en el nuevo mundo (Australia, Argentina, Chile...) está muy extendida y es legal. Sin embargo, esta práctica ha estado prohibida en Europa hasta ahora, lo que no quiere decir que no se haya utilizado. Con las virutas de roble, aportamos al vino aromas, sabores y sensaciones táctiles de madera sin pasar el vino por barrica es decir, que añadimos aromatizantes al vino aunque éstos sean de procedencia natural.
Pero ¡ojo!, no nos engañemos. Estas virutas, tablas o serrines, jamás podrán sustituir a los procesos y cambios que se obtiene al envejecer un vino de calidad en una barrica de calidad. Es decir, no es comparable con la complejidad, la microxigenación, el respeto de las sensaciones aportadas por la uva (siempre y cuando queramos y podamos), el poder de envejecerlo...
En mi opinión, no debemos de caer en la tentación de hacer lo que hace la competencia sin ningún tipo de argumento. El camino de los vinos europeos debe de ser el de producir vinos de calidad, no sólo porque la madre naturaleza nos haya regalado unas condiciones muy propicias para la plantación de la vid y lo debamos de aprovechar, sino porque debemos de respetar la tipicidad de las zonas en un mundo cada vez más globalizado. Espero que el tiempo me de la razón.
Buscadora de cosas ricas, ya sean desayunos, comidas o meriendas. Por los Madriles y alrededores. Y productos. Que no todo es salir, a veces cocino en casa.
Se formó en la escuela de hostelería de la Casa de Campo en Madrid del 1992 al 1995. Tras graduarse empezó su trayectoria profesional como 2º de cocina en el restaurante Paradis (1995-1997).
Cocina Hermanos Torres is accoladed with two stars by Guide Michelin, a maximum three Repsol Suns by the most important Spanish dining guide and a green Michelin star for their sustainable efforts.
Incluir en su carta recetas de nuestros mayores, revisadas con su instinto creativo, conservar los sabores y comidas de nuestra huerta y de cocinar con productos tradicionales, le ha servido para convertir a Almoradí en un referente comarcal a nivel gastr