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Un placer encontrar amigos yendo por la calle, el otro día me reencontré con mi amigo Pep, hacía mucho que no nos veíamos. Hora del café, pero en vez de tomar un café corriendo, me dijo que por qué no merendábamos en su huerto, como hacíamos cuando teníamos…digamos…otra edad. A algo así no te puedes negar. Cogimos pan payés, aceitunas trencades, como se hacen en Mallorca que si no las habéis probado, probadlas, aceite, hinojo encurtido y un poco de queso
Amigos, qué espectáculo los frutales cuando empieza el verano, los ciruelos, los nísperos, los albaricoques…una gozada. Nos sentamos entre un nisperero y un albaricoquero. Merendamos, hablamos, disfrutamos de la sombra, los olores, los colores. El sonido de los árboles, las abejas por ahí
No hay duda, mejor que cualquier sesión de spa
Por el suelo había algunos nísperos ya maduros, y algunos albaricoques. Pep los tiene de una de las variedades más sabrosas, de ésos que tienen como pecas rojas repartidas por las piel. Son carnosos, jugosos, ácidos y dulces a la vez. Buenos para tierras donde no abunda mucho el agua. Le dije que le iba a robar unos cuantos para hacer una coca, y así nos veríamos otra vez para merendar, pero esta vez, en mi casa
Y eso hice, una coca. Y eso hicimos, comérnosla!
En esta coca, he macerado un poco los albaricoques con azúcar avainillada y canela. Es opcional, pero a mí me gusta más. Si los dejas un rato abiertos, macerándose, fabrican un almíbar natural entre su propio jugo, el azúcar y las especias que, cuando se hornea, se carameliza
Luego está lo de colocar los albaricoques. Hay quien le gusta hacia abajo. Hay quien los coloca hacia arriba. Escoged. A mí me suele gustar más con la mitad hacia arriba porque, como ya os he comentado, los maceréis o no, el calor del horno carameliza sus jugos. Si el albaricoque está hacia abajo, ese líquido irá mojando el bizcocho. Le dará sabor, pero también otra textura. Suelo preferir que se caramelice dentro del propio albaricoque, es decir, poner la parte cóncava hacia arriba (con el hueco del hueso hacia arriba para entendernos). Pero a veces también los hago boca abajo. O sea, que lo hacéis como más os guste
Coca de albaricoques
Ingredientes
400-500 g de albaricoques
400 g de harina
175 g de patata cocida y pelada
3 huevos
150 g de azúcar
Unas cucharadas de azúcar para espolvorear antes de hornear
70 g de manteca de cerdo
40 g de aceite de oliva
20 g de levadura fresca
Azúcar avainillado (opcional)
Canela (opcional)
Sal
Elaboración
Engrasar un molde que pueda ir al horno. Reservar
Diluir la levadura en una cucharada de agua templada. Reservar
Lavar los albaricoques, partirlos por la mitad, eliminar los huesos y ponerlos en una fuente boca arriba. Si os gusta aromatizarlos ligeramente, espolvorear las mitades abiertas de albaricoque (con la pulpa hacia arriba) con un poco de azúcar avainillado y un poco de canela. Reservar a temperatura ambiente
Poner en un cuenco la patata cocida y pelada, chafarla y añadir los huevos batidos, , la manteca, y el aceite. Amasar. Agregar, amasando la levadura desleída en agua, el azúcar, y una pizca de sal. Amasar y, cuando toda la mezcla esté homogénea, añadir la harina y amasar un poco más (si quedase muy seca, agregar una cucharadita de leche)
Pasar la masa al molde que teníamos engrasado y, con la ayuda de las manos, extenderla hasta que ocupe toda su capacidad. Taparla con un paño limpio y dejarla levar hasta que doble su volumen
Precalentar el horno a 180ºC
Repartir las mitades de albaricoque sobre la coca, empujándolos un poco hacia abajo. Espolvorear con azúcar y hornear durante 30-35 minutos o hasta que esté esponjosa y dorada
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Pedro Manuel Collado CruzLa cocina para mi es producto bien tratado sin enmascarar sus sabores, cocina de verdad de antaño con un toque diferente 1 receta publicada |