Ensalada de Zanahorias Moradas Chirivías Y Mayonesa de Pimientos Amarillos

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Hoy, una ensalada de zanahorias crujiente (pero no cruda), ligera, jugosa y aliñada con una emulsión de pimientos amarillos. Puedes tenerla ya preparada, y puedes adaptar los ingredientes a aquellos que tengas más a mano

Las ensaladas de hojas son estupendas, para qué negarlo. Llegas, limpias una lechuga, pones sal, limón y aceite y, hala, a correr

Y, aunque sí me gustan las de hoja verde, no siempre sientan bien

Para quien no tenga problemas digestivos es casi increíble

“!Pero cómo te va a sentar mal una ensalada?!!!”

(y te miran fijamente, por si no has entendido la paradoja sentarmal/ensalada)

(siempre tengo dudas de si es una sentencia ofrecida al infinito; si lo exclaman para que los dioses se apiaden de mí, de ellos, o de ambos; o es que, realmente, me están haciendo una pregunta a mí en concreto) (a menudo pienso que la opción buena no es la tercera, porque es muy raro que esperen una respuesta)

Claro que sí. Las lechugas (como cualquier cosa comestible) pueden sentar mal

Y algunas de las muchas variedades tienen más papeletas para ser indigestas que otras variedades

Pero hoy no entraremos en ese problema que no vamos a tener porque prepararemos una ensaladita de raíces, y no irán crudas, sino salteadas ligeramente

Una ensalada de esas que en verano apetecen siempre porque es refrescante, crujiente, llena de color y bien aromatizada con el aliño de pimientos asados

Una ensalada de zanahoria morada y chirivías

Es cierto que la zanahoria morada no aparece en todos los mercados y, caso de hacerlo, tiene una temporada cortita, de ésas que te hacen correr un poco si quieres aprovecharla. La buena noticia es que, si nos hemos perdido la temporada de primavera, podremos insistir durante el otoño, cuando reaparecen, tan bonitas

Sólo ese motivo, ya es motivo para dedicarle una ensalada

En cuanto a las chirivías, creo poder dar por sentado que hace mucho que nadie piensa en ellas de modo despectivo como “comida para cerdos”

Cuando todavía se decía eso, a mí ya me entusiasmaba la chirivía

No recuerdo que me importase mucho que, por ese motivo, me incluyesen en una piara

La chirivía tiene muchas virtudes, pero destaca especialmente por esa capacidad tan suya para perfumar cualquier receta que la incluya

No me imagino un buen caldo sin ellas. Por no hablar del cocido

Por eso también es buena idea que no inunde en exceso con su presencia

En cuanto al aliño, otro protagonista perfumado: el pimiento amarillo

Todos los pimientos son muy aromáticos (especialmente cuando los asamos), pero el amarillo tiene un extra de dulzor que le irá perfecto como contraste a la emulsión

notas y sustituciones

zanahorias moradas

Esta ensalada puede hacerse todo el año con zanahorias de cualquier color

chirivías

En el mercado, generalmente, no habrá problema en encontrar chirivías, pero en el super no siempre las encontramos si las buscamos como tales chirivías, pero muy a menudo (dependiendo de la región en la que estemos) sí aparecen combinadas con otras hortalizas (apio, nabo, zanahoria, puerro) en los paquetes en crudo que se venden para preparar caldos, y con una o dos chirivías, podemos hacer el apaño

Si no tenemos chirivía, podemos utilizar sólo zanahorias moradas, o bien, zanahorias de distintos colores combinadas

También, en caso de no tener a mano chirivías, podríamos utilizar nabo

Aunque la textura, el color y el sabor serán muy distintos, así también podremos hacer un buen contraste con la zanahoria

pimientos amarillos

Podemos utilizar también pimientos rojos, pero para esta receta, yo no haría emulsión con otros pimientos (rojos, verdes) porque tanto por sabor como por color, se “comerían” un poco los sabores de las raíces

Si no tenemos pimientos amarillos, o bien, si vamos a utilizar zanahorias de color naranja, podríamos aliñar la ensalada con una emulsión de yogur (yogur, media cucharadita de mostaza, aceite de oliva, zumo de limón, sal y comino negro entero), y así tendremos más armonía en sabores y colores

con antelación

La ensalada puede tomarse templada o fría (en verano, fría es perfecta), y admite perfectamente tener ya salteadas las raíces desde el día anterior, e incluso ya aliñada, aunque para servir, es más bonito servirla con el aliño aparte

El aliño también puede estar ya preparado, del mismo día, o de unos días antes (no lleva huevo, y con el punto de azúcar y aceite, aguanta perfectamente durante varios días en la nevera)

cantidad final

La receta puede doblarse, o multiplicarse por el número de comensales que queramos sin ningún problema

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para el aliño

1 receta de mayonesa vegana de pimientos amarillos

para las zanahorias y chirivías

4 zanahorias moradas, peladas

2 chirivías medianas, peladas

aceite de oliva

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para el aliño

elaborarla según la receta

para las zanahorias

Cortar las zanahorias en láminas con el pelapatatas, o con una mandolina (yo lo hago con el pelapatatas)

Hacer lo mismo con las chirivías

Saltear por separado las láminas de zanahoria y las de chirivía en una sartén con un poco de aceite de oliva

La idea es que, con el calor, pierdan el tono crudo, y empiecen a aparecer sus azúcares y aromas naturales, pero tienen que seguir estando crujientes, al dente

Sacamos de la sartén y reservamos

presentación

Si vamos a tomar la ensalada templada, pasaremos las raíces directamente a los cuencos de servir

En este caso, si teníamos el aliño frío, lo sacaremos de la nevera un buen rato antes, para que esté a temperatura ambiente

Si vamos a tomar la ensalada fría, pondremos las raíces y el aliño por separado en la nevera hasta el momento de servir

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