Antonio González

Basándose en la cocina tradicional de guiso del norte y de su Cantabria natal, el chef Antonio González (Ruente, Cantabria. 1972) desarrolla en el Nuevo Molino una cocina contemporánea íntimamente ligada a los productos de cercanía, con apuestas innegociables como la recuperación del buey Tudanco o los viajes casi a diario a la lonja de Llanes para adquirir él mismo los pescados frescos del Mar Cantábrico.

Una cocina de autor, sosegada, sin estridencias y repleta de sabor y frescura, en una clara apuesta por el mejor producto que brinda la naturaleza y el trabajo de pequeños productores artesanos en cada temporada y que permite ofrecer platos como las Rabas de calamar con Alí olí negro; la revisión del Pote Levaniego o El Carpacio de Tudanca. Sin olvidarse de postres tan renombrados como su Torrija de Pan caramelizada o su Helado de Queso.

Desde 2009, y tras alcanzar el éxito el El Serbal, (restaurante también de su propiedad), ostenta en El Nuevo Molino una estrella Michelin.

EL NUEVO MOLINO

Lo que en el s XVIII fue un molino de agua alimentado por le río Pas, en 1970 se convirtió en restaurante como El Molino, un negocio familiar que durante 30 años se mantuvo como uno de los restaurantes más prestigiosos de la región. Tras unos años cerrado en febrero de 2004 se abrió con una nueva dirección.

El Nuevo Molino goza de un hermoso jardín donde se emplaza una capilla, reconvertida en un espacio de relax con una variada oferta de licores y puros habanos. A su lado se levanta un hórreo asturiano cuyo interior se transforma en un moderno restaurante diario, Le Hórreo, que trae a este espacio elaboraciones internacionales que se ofrecen en formato menú por 19,5 euros.

En la zona de restaurante galardonado con una estrella Michelin, El Nuevo Molino, al calor de las chimeneas, pinturas y esculturas de artistas mayoritariamente cántabros se encuentran dos salones: La Socarreña y El Comedor Noble. Las maderas antiguas, la colección de puertas del s XVI, las cristaleras con vistas al jardín,

la cómoda y agradable distancia entre mesas y el atento servicio favorecen la degustación de una carta renovada trimestralmente, en función de los productos de temporada y a la que acompaña una bodega con más de 300 referencias nacionales e internacionales. El servicio de sala ofrece, entre otros, 11 referencias de café, en un carro único donde el molido y la infusión se realizan frente al cliente.