Este fin de semana no es conveniente caminar por el campo. Los carteles "peligro montería" se encuentran en todos los caminos. Habrá que atar al perro grande que se escapa de la finca, es arriesgado que lo haga hoy.
Bajamos al pueblo, necesitamos pan y gas. Pero habrá que hacer algunos kilómetros ya que la población más cercana no tiene tiendas. En este pueblito de la Alcarria es donde se ha organizado la batida de jabalí del día y donde hay una cantidad apreciable de amigos de la caza. Algunos de estos cazadores gustan de pasearse, luego de La cacería y mientras toman el vermú, con las perdices y palomas colgando del cinto (decir que este pueblo, que no dispone de tiendas, goza de tres bares). Sólo acordarme me río de pensar que hoy vendrán con el cochino colgando del cinturón. Serán capaces, de hecho el cartel que anuncia el evento dice: mata cuelga.
Bromas aparte, los tiros cada vez se oyen más cerca de casa, y de repente un montón de perros aparecen corriendo, arriba y abajo, pegados a la verja de la finca. Son más de veinte podencos blancos, dos perdigueros y un basset de patas algo largas. Nuestros cinco perros se vuelven locos ladrando y la rehala se ve como perdida en la doble uve que traza la valla. Detrás, por fin, aparece el podenquero. Los hombres de casa regañan y animan, voz en grito, a que aleje a los perros de nuestra casa, pues nos creemos en peligro si andan por allí. De hecho suenan dos atronadores tiros demasiado cerca. Se supone que el cazador no ha de abandonar su puesto de tiro, pero siempre hay quien no lo respeta, harta estoy de oírlos discutir en el bar sobre esto.
El rehalero pide disculpas pero no sabe cómo salir de la trampa de las alambradas (sin muros e invisibles apenas a unos metros) y la vegetación de alrededor. Esto enfurece más a mis compañeros, así que soy yo quien le indica el camino y él y sus canes abandonan la zona.
Yo he de confesar que he disfrutado de lo lindo viendo tanto perro corriendo, además los de caza son mis preferidos y se me ha abierto el apetito de carne de caza mayor. ¿Dónde encontrar un trozo de jabalí? En el pueblo dicen que han abatido 36 ejemplares. ¿Quedarán en el monte?
Ragú de jabalí al estilo de Guadalajara Ingredientes
1 y 1/2 kg de lomo de jabalí 3 vasos de leche 1 vaso de vino tinto 1 dl de aceite de oliva 1 cebolla 1 puerro 1 zanahoria 1 cucharada de puré de tomate sal harina pimentón
Se pone a desangrar la carne troceada en la leche durante 24 horas, se escurre, se sazona, se enharina, se unta de pimentón y se sofríe con la mitad del aceite en una sartén hasta que esté bien dorada. Se pasa luego a una cazuela honda donde se habrá pochado con el resto del aceite las hortalizas picadas groseramente, se moja con la leche y el vino, se lleva a ebullición y se deja cocer a fuego lento, con el recipiente tapado, hasta ver la carne tierna; se aparta ésta y se pasa la salsa por el pasapurés. Se reduce si es necesario y se rectifica de sal. Se emplata la carne con la salsa por encima.
Buscadora de cosas ricas, ya sean desayunos, comidas o meriendas. Por los Madriles y alrededores. Y productos. Que no todo es salir, a veces cocino en casa.
Se formó en la escuela de hostelería de la Casa de Campo en Madrid del 1992 al 1995. Tras graduarse empezó su trayectoria profesional como 2º de cocina en el restaurante Paradis (1995-1997).
Cocina Hermanos Torres is accoladed with two stars by Guide Michelin, a maximum three Repsol Suns by the most important Spanish dining guide and a green Michelin star for their sustainable efforts.
Incluir en su carta recetas de nuestros mayores, revisadas con su instinto creativo, conservar los sabores y comidas de nuestra huerta y de cocinar con productos tradicionales, le ha servido para convertir a Almoradí en un referente comarcal a nivel gastr