Por Caius Apicius Madrid, 25 ene (EFE).- No puede decirse que fuera una sonrisa especialmente seductora; pero era, desde luego, una sonrisa, y tenía un no sé qué de especial que hizo que nos fijásemos en ella. Allí estaba, reina indiscutible del escaparate, una hermosísima cabeza de cerdo. Salada, por supuesto. Y apetitosa.
Albert AdriàRedes sociales: https://www.instagram.com/enigma_albertadria/ https://www.instagram.com/albertadriaprojects/ 3 recetas publicadas |