2 UD. CHORIZO (150 grs)
2 UD. MORCILLA (150 grs)
1/2 UD. GUINDILLA
1 CUCHARA SOPERA HARINA
1 1/2 KG. CALLOS
2 DIENTE AJO (picado)
1 1/2 UD. CEBOLLA (media, picada y el resto en trozos)
2 UD. TOMATE
1 HOJA LAUREL
4 UD. CLAVO
1 UD. TERNERA (la pata)
1 vasito VINAGRE
10 GRANO PIMIENTA
1 CUCHARADITA PIMENTÓN
4 CUCHARA SOPERA ACEITE
1/2 KG. MORROS
PREPARACIÓN
Se cortan los callos en trozos grandes y se lavan en varias aguas. se ponen luego con bastante sal y el viagre. Se vuelven a aclarar hasta que se les quite el olor a vinagre. Se frotan con un cepillo para acabar de limpiarlos.
Se cortan los callos en trozos más pequeños y se colocan en una olla cubiertos de agua a fuego vivo. Cuando rompe el hervor fuerte, se tira el agua. Se cubren de nuevo con agua, se añaden las morcillas enteras, el laurel, la guindilla, la pimienta, los clavos, un poco de nuez moscada rallada, la cebolla, los ajos y un tomate pelado. Todo esto se cuece hasta que los callos están tiernos (por lo menos unas tres horas).
En una sartén se pone el aceite a calentar, se echa la ceblla muy picada, el pimentón y el chorizo en rodajas. Se da unas vueltas y se añade a la olla. Se deja cocer una hora más. Se separan del fuego y se dejan enfriar.
En el momento de servirlos, se cortan la morcilla y la pata en trozos.
| Vanusa HazbounLa vida es un cambio constante. Jamás pensé que me dedicaría a la repostería. La celiaquía me abrió una ventana al mundo cuando menos lo esperaba. 3 recetas publicadas |