Mario Sandoval

Del “terroir” al infinito...

Coque tiene su origen histórico en la casa de comidas Las Olas, fundada en Humanes de Madrid en 1956 por los abuelos de Mario, Rafael y Diego Sandoval. Es la siguiente generación, los padres de los hermanos Sandoval, la que tras ampliar el negocio familiar en 1976 crean el restaurante Coque en el que los cuatro hermanos Sandoval encuentran sus primeras experiencias laborales.

En 2000 fallece el padre, Rafael Sandoval, y Mario se marcha a realizar un stage a elBulli. Años más tarde, José Ramón –el segundo de los hermanos Sandoval- deja el restaurante y se dedica a su carrera profesional como entrenador de fútbol, y serán Rafael, Diego y Mario quienes queden al frente del restaurante. Solo tres años más tarde, el restaurante Coque despega al recibir el premio al Mejor Establecimiento de Restauración Ubicado en Territorio Nacional. En ese mismo año, los tres hermanos inauguran La Romanée, una finca para la celebración de eventos. En 2004 llega la primera estrella Michelin y Mario Sandoval gana el Campeonato de España de Cocineros.

Más de 60 años de trayectoria contemplan a Coque, un restaurante que mantiene sus raíces al mismo tiempo que las evoluciona con innovación y espíritu de vanguardia en su cocina. La actividad de los Sandoval avanza a partir del legado familiar en una exploración gastronómica constante que en 2014 se ve reconocida con el Premio Nacional de Gastronomía, otorgado a Mario Sandoval. El año 2015 será clave para Coque con la llegada de la segunda estrella Michelin, que se une al resto de distinciones entre las que destacan 3M en la Guía Metropoli y 3 soles Repsol.

De Humanes al corazón de Madrid

Tras más de 40 años y tres generaciones en el mismo edificio de la localidad de Humanes, la que fuera casa de comidas y restaurante familiar de la familia Sandoval da un paso adelante en 2017 y cambia de escenario para crecer. Un espacio de 1.100m2 en el corazón de Madrid acerca a la capital la experiencia única que los hermanos Sandoval llevan soñando durante años. Allí conjugan el respeto por el legado con nuevas ilusiones que el espacio moldea siguiendo las querencias y necesidades de cada uno de ellos. El estudio de Jean Porsche se encarga de dar forma al nuevo restaurante.

El resultado es un proyecto que “transmite nuestra fuerza actual y nos prepara para la siguiente fase evolutiva del restaurante”, explica Mario. Una decoración y disposición pensada para el disfrute del comensal, que crea una experiencia gastronómica original y única, con un viaje sensorial a través de cuatro espacios: coctelería, bodega, cocina y sala, donde finaliza un recorrido personalizado y pensado al milímetro. En cada estancia, el cliente saboreará el resultado de la mente creativa de Mario, una cocina moderna y evolucionada que sabe adaptarse e investigar para ofrecer el bocado perfecto.