Tutorial Cómo Hacer Leche de Almendras Casera Paso a Paso

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Si sólo quieres ver la receta, puedes verla en este enlace:

Si quieres sólo ver las fotos del paso a paso, haz scroll hacia abajo (bastante abajo!)

Y si quieres saber algunas cosas de la leche vegetal, quédate por aquí y pasaremos un buen rato

leche de almendras casera

Si has probado alguna leche de almendras industrial y no te ha convencido, no me extraña, a mí tampoco suelen convencerme

El 80% no saben más que a un lejano recuerdo de almendra amarga (¿de verdad creen que vamos a tener buenas sensaciones hacia las almendras bebiendo aroma a almendra amarga?)

Y, en la mayoría de casos, incluyen emulsionantes, espesantes, grasas y/o aromatizantes que, por más que estén en cantidades ínfimas, sólo alteran un sabor que debería ser mucho más limpio

Además, cualquiera de estos ingredientes (especialmente las gomas y otros espesantes) pueden provocar que su digestión sea más difícil (acidez, hinchazón, etc)

Por no hablar de azúcar/edulcorantes añadidos

La de casa no llevará ningún ingrediente que no sean los imprescindibles para hacerla: almendras y agua

Puedes elegir entre hacerla a máquina: un electrodoméstico específico que, desde hace años, existe para facilitarnos las distintas etapas. La máquina muele y centrifuga o presiona (dependiendo del modelo) permitiendo obtener, por un lado el líquido (la leche) y, por otro, la pulpa. Es una buena opción para quienes ya elaboran habitualmente leche vegetal en casa de modo cotidiano

Pero si no preparas tan a menudo o en tanta cantidad este tipo de bebidas o, sencillamente, te gusta hacerlo sin máquinas, aquí comparto hoy algunas ideas para preparar una deliciosa leche de almendras "a mano" (y, por supuesto, casi todo lo indicado servirá para otro tipo de leche vegetal)

hablemos de las almendras

Independientemente de su calidad, sí o sí recomiendo que utilicéis almendra cruda CON piel, que dejaremos en remojo la noche anterior y, al día siguiente, escalfaremos (remojaremos en agua templada)

Por supuesto: si un día no tenemos tiempo, o no nos hemos acordado del remojo, podemos utilizar almendras crudas ya peladas

Si tenemos un poco más de prisa: utilizad almendras crudas peladas y fileteadas, eso sí que es leche-exprés

Y si la vida nos ha superado: vaaale, utilizad almendra ya molida (cruda) (no tendremos ni que molerla)

Todo esto sabiendo que las ya peladas, fileteadas y/o molidas han sido previamente blanqueadas, es decir, ya han sido sometidas a procesos de temperatura y vapor para eliminarles la piel, lo cual hace que por ahí ya pierdan una parte de nutrientes y una gran parte de buen sabor original (especialmente las fileteadas y las molidas), pero son una buena opción si hay prisa porque podemos saltarnos el remojo (y, si queremos, incluso el triturado en el caso de las molidas)

hablemos de calidad y precio

En cuanto al precio, dependiendo de a cuánto compres el kilo porque la almendra es uno de los frutos secos en los que más oscila el precio por kilo de una marca a otra, pero las hay de buena calidad desde 12,00 eur/k (iva incluido), y para un litro de leche sólo utilizaremos 60 g de almendra, por lo que el litro puede salirnos a 0,72 eur + el coste del agua (si la utilizamos embotellada)

La verdad es que, aparte de la variación de precio que he indicado antes, también en la calidad de la almendra hay enormes diferencias y, lamentablemente, en absoluto siempre ligadas al precio: no siempre las más caras son las de más calidad y, lo que es peor, pecan de gran irregularidad en esa calidad: unos años una marca es estupenda y, a la siguiente temporada, la misma marca empieza a incluir un exceso de almendras amargas o “tocadas” (manchas en el fruto pelado)

Yo ya he desistido de tener una marca favorita. Hago lo que puedo, voy probando y a rezar para que esa tanda sea la buena

Un tema con respecto a lo ecológico: sé que la compra ecológica puede desbaratar el presupuesto, PERO muy a menudo, los frutos secos ecológicos NO son más caros que los no ecológicos (mirad siempre el precio por kilo, no el precio del envase), de hecho, es bastante habitual que los frutos secos no ecológicos sean más caros que los ecológicos ¿no te lo crees?, pues date una vuelta por la tienda y compara

También es verdad que, a veces, los ecológicos no son de origen nacional, pero no siempre es así, de modo que, insisto: mira y compara

Sí os puedo recomendar, entre las no ecológicas, la almendra cruda con piel de Mercadona, y aclararos que esta indicación no está patrocinada, es que realmente es la almendra más regular que he podido encontrar, así como la más impoluta una vez pelada (ni manchas, ni amargores, ni nada), un excelente resultado en cuanto al sabor, y muy barata (desconozco si la almendra es o no española, la empresa distribuidora sí lo es, pero ya no sé más)

Un añadido con respecto al coste: todavía puede salirnos más barata si, con la pulpa de almendras resultante (*), preparamos un fantástico queso vegano (pronto pondré la receta). Por el mismo precio ¡tendremos leche y queso!

Os aseguro que, a este coste, no hay ninguna en el mercado que pueda tener ni de lejos la calidad que tendrá la nuestra casera, ni desde el punto de vista del sabor, ni de la textura (conseguida sólo a base de la propia almendra y no de espesantes añadidos), ni de la salud (gran digestibilidad, y gran aporte de nutrientes)

(*) aunque propiamente se llama okara a la pulpa que resulta de hacer leche de soja, es decir, los restos de las habas de soja cuando ya las hemos exprimido y sacado toda la leche, se suele llamar okara, por extensión, a cualquier pulpa vegetal que queda después de extraer la leche, en este caso, sería okara de almendras

hablemos del agua

Para quien viva en una zona donde el agua de grifo sea de calidad, utilizadla sin problema

Para quien viva en zona de aguas duras, o que el tratamiento de agua le dé a ésta un sabor rarito, ni lo dudéis, utilizad agua embotellada o filtrada: el sabor de la leche de almendra debe ser puro y suave

hablemos del remojo

Volviendo a las almendras con piel: hay que remojarlas. Lo sé, lo sé, ¡qué pereza! Peroooo…vale la pena mil veces por el resultado:

- al remojarlas activamos su energía porque se ponen en modo “pre-germinación”, y de ser un fruto seco “hibernante”, en modo espera, pasan a tener la sensación de que pueden brotar, y despiertan su esencia de semilla (sí, su clasificación es de “fruto seco”, pero la almendra no deja de ser la semilla del almendro), y reducirá sus “antinutrientes” (sustancias naturalmente presentes en los frutos secos y semillas que, en su mayoría existen para proteger las semillas, e impiden que nuestro cuerpo absorba correctamente vitaminas y/o minerales de esos alimentos) presentes especialmente en su piel, al tiempo que activa enzimas digestivas (mejorarán nuestra digestión) y aumenta los nutrientes que nos pueda ofrecer

- al remojarlas mejoramos su hidratación, y las preparamos para que la duración y temperatura del escalfado pueda ser mínima y así preservar sus nutrientes

- al estar mejor hidratadas, y en combinación con el escalfado posterior, al licuarlas lograremos extraer el máximo de leche, la pulpa quedará mejor pulverizada y todo derivará en que la cantidad de pulpa sobrante será mínima; incluso, dependiendo del robot que utilices, puede que no sea imprescindible filtrarla (siempre quedará una cierta textura, si la quieres líquida-limpia, sí tendrás que filtrarla)

- remojar no cuesta ningún esfuerzo: déjalas en agua y olvídate de ellas hasta el día siguiente / recordatorio: el agua de remojo también debe ser embotellada o filtrada, piensa que la almendra absorberá lo que le pongamos, si el agua es de mala calidad, absorberá mala calidad (y mal sabor)

Y el último apunte: siempre desecharemos el agua del remojado y, para hacer la leche, utilizaremos nueva agua embotellada o filtrada

El agua de remojo que hayamos desechado podemos utilizarla para regar las plantas

hablemos del escalfado

Indico escalfado y no escaldado porque en el escalfado introducimos el ingrediente principal en agua a temperatura ambiente y la llevamos a unos 30-40 grados (agua templada), mientras que en el escaldado solemos introducir el ingrediente principal en agua hirviendo durante unos segundos

Por tanto, no se trata de hervirlas porque si las hervimos perderíamos bastante de lo conseguido con todo lo anterior, especialmente desde el punto de vista del sabor, y de la textura (no queremos sabor a almendra cocinada), pero también perderíamos una parte de esos nutrientes que, “en crudo”, nos dan lo mejor de los frutos secos.

Después de remojadas, las escalfaremos para pelarlas y dejar que terminen de “soltar” internamente sus grasas y aromas naturales. Lo único que tenemos que hacer es poner un cazo a fuego muy suave con las almendras (escurridas del agua de remojo, y eliminada esta agua de remojo) y agua justo que las cubra. Dejamos que el agua llegue a estar templada (cuando empezamos a ver un hilito de vapor), y las dejamos unos minutos en remojo. Luego vamos cogiéndolas y eliminando la piel (al ponerlas entre los dedos, saldrá sola). Si te cuesta que salga, déjalas en ese remojo templado un rato más

Otro plus al escalfarlas: como ya he indicado antes, con la combinación de remojo&escalfado lograremos una textura del fruto seco que nos permitirá extraer el máximo de leche con el mínimo de pulpa sobrante porque podremos molerla más finamente

El agua de escalfado puede ser de grifo, pero también hay que desecharla

El agua de escalfado que desechemos podemos utilizarla para regar las plantas

Puedes no pelar las almendras, pero la piel no aporta nutrientes significativos y recordamos que es donde se encuentran la mayoría de anti-nutrientes

Dicho lo cual: puedes hacer leche sin pelarlas, con toda la almendra completa, especialmente si después vas a filtrarla (y si no la filtras, tampoco pasa nada, nos comemos la piel, y tan ricamente)

De todos modos, y aunque la almendra esté ya fileteada o molida, yo igualmente la escalfaría (a temperatura un poco más suave que con el fruto seco entero) para ablandarla y que suelte sus aceites y aromas, y también igualmente la molería, por lo mismo

hablemos del molido

Es un paso que, excepto con la máquina de hacer leche vegetal, o excepto si utilizamos la almendra ya molida, tendremos que hacer sí o sí

Pero entiendo perfectamente que, si habéis optado por utilizar almendra ya molida, precisamente para no trabajar (o porque no tenéis túrmix, o lo que sea), os saltéis estos pasos

No pasa nada, el sabor y/o la textura no serán la misma, pero os aseguro que seguirá siendo una gran leche de almendras casera

Si no tenéis un súper-robot en casa (como es mi caso), es mejor empezar a triturarlas con sólo una parte del agua, es decir, no poner las almendras y toda el agua en el vaso de la túrmix porque, si no es súper potente y hay mucho líquido, puede tener más tendencia a dejar trozos más grandes de pulpa de almendra, mientras que si hay menos líquido, el triturado se concentra más y da lugar a una pulpa mucho más fina (que es la que queremos). En cuanto veamos que las almendras están bien molidas, ya podemos darle unas cuantas trituradas con todo el agua que queramos poner

No me extiendo mucho más en este apartado de la licuación porque cada uno tiene en casa un robot distinto

Las personas afortunadas que cuenten con estas súper licuadoras que licúan tu pensamiento más remoto hasta que ya no sepas si nunca lo tuviste, pues nada, a darle al botón y ya está (qué envidia, algún día yo también tendré una así)

Pero con la que tengo estoy encantadísima, hace ya dos años que la utilizo y en su rango calidad-durabilidad-precio, para mí es insuperable, me refiero a la Nutribullet: muele muy muy fino sin necesitar una gran cantidad de líquido. Para mí, quitadas las súper-licuadoras, es la mejor para leches vegetales y purés bien densos y finos (por lo menos el modelo que compré hace 2 años)

No la he sacado en las fotos de este post porque quería que vieseis que, con cualquier túrmix, batidora o robot sencillo, se puede hacer perfectamente

hablemos del filtrado y exprimido

Uno de los pasos habituales, una vez hemos molido las almendras con el agua, es el filtrado posterior, peeeeroooo puedes elegir no filtrar el licuado, sencillamente, beber el conjunto: licuado y pulpa. Si es así, tendrás que tener en cuenta:

Lo bien (o lo fino) que pulverice tu robot, si pulveriza las almendras muy finas, el filtrado no es imprescindible, aunque siempre tendrá una cierta textura

Aun así, si la leche es para personas con cierta dificultad para deglutir, aconsejo encarecidamente filtrarlo porque la almendra provoca un granillo (por pequeño que sea) que tiene mucha tendencia a “pegarse” al esófago pudiendo provocar tos o atragantamiento

Si tu robot no pulveriza muy finas las almendras, al beber te encontrarás trozos “masticables” de almendra. No sólo no es muy agradable, sino que podemos atragantarnos (especial cuidado para niños y personas mayores) porque, al hacer el gesto de beber nuestro cuerpo no está preparado para masticar, y podemos ingerir esos trozos yendo a parar al conducto equivocado

Recordad que el hecho de filtrarlo tiene también que ver con el prensado (o “estrujado”) posterior, que permite extraer el máximo de cada almendra, con lo que nuestra leche exprimida tendrá mejor sabor y cuerpo

Excepto en caso de molido muy muy fino, aconsejo siempre pasarlo aunque sea por un colador normal y corriente

En cuanto al tipo de filtro, si es tu primera prueba, o no vas a hacer leche vegetal a menudo, no te compliques: utiliza cualquier (literalmente) cualquier colador, trapo (limpísimo!, a estrenar si puede ser, y si lo utilizas más veces, destina ese trapo sólo a hacer leche)

Para que veáis que es así, yo he utilizado un colador de té que tenía por ahí (si es rígido y pequeño, puedes hacer bastante presión)

pero puede ser uno de los pequeños de nylon:

por supuesto, existen filtros específicos para extraer la leche de semillas y frutos secos. Son realmente útiles y muy prácticos por ser fáciles de mantener, también porque aparte del propio uso para leche, si eres cocinillas, seguro que les darás más de un uso a los filtros rígidos o a los tejidos filtrantes, que pueden ser sintéticos (nylon y similar), o naturales (algodón, incluso algodón bio)

En todos los casos tendremos que moler previamente los frutos secos, y nos beneficiaremos mucho de que sea un molido lo más fino posible

Esto es así excepto en el caso de los electrodomésticos especiales para hacer leche vegetal, en cuyo caso, la máquina suele hacerlo todo: muele, calienta, exprime y cuela)

Volviendo a los filtros, con cada tipo distinto de filtro, podremos extraer más o menos cantidad de leche

Los filtros rígidos (de acero inoxidable, parecidos a coladores metálicos como los de té, de forma tubular) funcionan introduciendo en ellos los frutos para molerlos dentro, o frutos secos ya molidos, y posteriormente, presionar con un mazo o similar para extraer la leche

Esto quiere decir que es mejor moler la pulpa fuera de ellos, porque moliendo con la túrmix directamente dentro del colador/filtro, difícilmente lograremos un molido fino y, si no es fino, perderemos parte de la leche (y generaremos más pulpa sobrante de grano grueso)

Con los filtros tipo francés sucede algo parecido a los rígidos: por supuesto, hay que moler los frutos secos previamente, y luego ejercemos presión. En este caso, la presión que lograremos hacer es, si cabe, algo menor que en el caso anterior, por lo que el molido debe ser lo más fino posible

Tanto los rígidos como el tipo francés son muy prácticos en cuanto a su limpieza y conservación, y suelen permitir extraer la leche estando ésta caliente

Por otra parte, tenemos los filtros flexibles, tipo saco (de fibra sintética o natural, generalmente, algodón), que me gustan mucho porque, en este caso, son maleables, y sí podemos ejercer una presión mucho más dirigida ya que la presión la hacemos directamente con las manos, “estrujando” la pulpa con las manos, separando trozos de pulpa mientras presionamos, sin que quede espacio libre entre la pulpa y nuestras manos, por lo que podremos extraer una gran cantidad de leche, y la pulpa sobrante será menor

También decir que prefiero los de algodón natural que los sintéticos, aunque esto ya es cosa de cada cual

Los sintéticos se limpian a mano en un momento: agua, jabón y listo; mientras que los de algodón hay que hacer un lavado, a mano o a máquina, completo porque tienen más tendencia a retener microscópicos restos de pulpa propiciando que fermenten o enmohezcan

Pero, a cambio, los sintéticos a mí me dan a veces problemas irritación en la piel de las manos provocado por el roce al presionar para extraer la leche

Lon respecto a la forma de los filtros flexibles: cuanto más fina sea la tela, y más estrechos y largos sean, mejor, porque será mucho más sencillo manejarlo entre las dos manos, y la capacidad de presión concentrada será mayor

O no compres ningún filtro

Todas estas opciones son muy válidas, especialmente si ya te has decidido a preparar leche vegetal de modo periódico (en cuyo caso puede ser buena idea plantearse el electrodoméstico, especialmente si toda la familia bebe el mismo tipo de leche), pero si todavía estás dudando de si esto es lo tuyo, o piensas que la vas a preparar de modo esporádico o, sencillamente, no te quieres complicar la vida, perfecto: utiliza un trapo de cocina de algodón, bien limpito y ya está

paso a paso

escalfado de las almendras

Remojaremos las almendras crudas con piel (o el formato crudo que utilicemos) en agua y las dejaremos 8-12 horas a temperatura ambiente. Transcurrido este tiempo, eliminaremos el agua de remojo y pasaremos las almendras bajo el chorro de agua fría para limpiarlas. Las pasaremos a un cazo con agua que las cubra y dejaremos el cazo a fuego suave hasta que el agua esté templada (35-45º C). Las dejaremos en remojo de ese agua hasta que, al chascar las almendras entre los dedos, la piel se desprenda fácilmente (si no se desprende en ese momento, devolvemos esa almendra al agua, y seguimos pelando las otras)

Descartamos el agua del escalfado y las pieles

licuando las almendras con agua

Una vez peladas, pasamos las almendras al vaso túrmix o del robot y añadimos agua suficiente como para que el robot vaya convirtiéndolas en puré espeso (velocidad más lenta al principio, y alta al final)

Cuando veamos que ya empieza a estar denso, agregamos el agua restante. Dejamos trabajar un minuto a velocidad alta y detenemos el robot

colando la leche

preparamos un colador sobre un cazo y vertemos el contenido del vaso de la túrmix o robot

exprimiendo la pulpa

con una mano de mortero o similar, vamos presionando sobre la pulpa para extraer el máximo de líquido

okara de almendras (pulpa exprimida de almendras)

por una parte, en el colador nos quedará la pulpa exprimida (también llamada "okara" de almendras) ¡ojo! no la deseches, en breve prepararemos un delicioso queso vegano de almendras

leche de almendras casera

y, por otro lado, tendremos nuestra fantástica leche casera de almendras: ya puedes beberla y, lo que sobre, pasarlo a la nevera (se mantendrá perfecta durante 5-7 días)

Si quieres ver la receta con ingredientes y elaboración, aquí la tienes:

receta leche de almendras casera

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