A pesar de ser una especia tan cotizada la siembra es de lo más sencilla, realmente el trabajo está en la recogida, monda y tostado del azafrán.
Una vez tengamos los bulbos de azafrán (crocus sativus) , debemos tener una tierra mullida y abonada, para plantar en macetas lo único que debemos tener en cuenta es el tamaño dependiendo de la cantidad de bulbos.
Deben plantarse a una profundidad de unos 10 cm y con una separación entre ellos de unos 5-10 cm, ya que estos bulbos una vez que pasen 4 años se multiplican por 4 o 5 cada uno.
Se pueden sembrar desde Julio a finales de septiembre y su floración será a partir de mediados de octubre dependiendo del tiempo.
Deben estar en un sitio soleado y con riego muy moderado, nunca debe encharcarse. Normalmente es suficiente con la lluvia aunque en tiempo de sequía habría que darle algún riego, al menos en el mes de septiembre.
Una vez que comience la floración se recogen las flores diariamente durante unos 10-15 días, a veces puede alargarse hasta 20 días.
El primer año tendrá menos floración que los 3 restantes, la flor se monda diariamente y se tuestan las hebras a fuego lento para que pierda el 85% de humedad, se guarda en un recipiente y se conservará en un sitio seco y sin luz.
Después del cuarto año se sacan los bulbos de la tierra entre mayo y junio, veremos que se han multiplicado, se limpian con mucho cuidado y despojan de las capas exteriores excepto de la última y se pueden volver a sembrar a partir de julio.
Disfrutar en casa de la belleza de esta flor es un privilegio.