El Salón Del Gusto entre Slow Food Y Terra Madre 2012

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El Congreso Mundial de Slow Food que se ha celebrado en Turín (25-29 de octubre) es el 6º en la historia del movimiento, se ha desarrollado en concomitancia con la 5ª asamblea de Terra Madre y se pronunció sobre los temas políticos y culturales de base de la actuación cotidiana de los 1500 convivium y de las más de 2500 comunidades del alimento operantes en 130 países del mundo. Ésta articulada y completa red ha sido convocada para discutir y compartir visiones y proyectos en grado de ofrecer un sentido final a su quehacer, ideas, valores y organizaciones locales (convivia y comunidades del alimento) son el más alto don de Slow Food, el nivel fundacional del movimiento, mientras que las estructuras organizativas a nivel regional, nacional y supranacional, son instrumentos al servicios de la red, de su difusión y de su arraigo en los territorios.   

La flexibilidad, la capacidad de adaptación de este segundo nivel ha demostrado, con el transcurrir del tiempo, la auténtica fuerza evolutiva de Slow Food. A lo largo de nuestra historia han funcionado más o menos bien diferentes soluciones organizativas: es normal que en un proceso evolutivo se alternen los errores y las correctas intuiciones. Pero la verdadera linfa que aporta vigor a la existencia y durabilidad del movimiento son las visiones, las ideas enfocadas a generar buenas prácticas. Cuanto más diversas sean las ideas, más compartidas y adaptadas a cada territorio, más amplias serán las perspectivas.                

Por primera vez en los veinte años de vida asociativa, un documento congresual se traduce a las lenguas de los muchos países en los que está presente, se difunde entre los socios, los convivium y las comunidades, se envía a los medios de comunicación, a las instituciones politico-culturales y a otras organizaciones que actúan en el frente de la defensa del ambiente, de los bienes comunes y de los derechos primarios. La esperanza es que el documento consiga favorecer un gran debate mundial alrededor del Congreso y servir de ayuda a las ideas y a las prácticas de los diferentes territorios. La intención es que permanezca como un documento abierto útil para estimular el gran potencial que se representa en el mundo gracias a una diversidad que unificamos en la fraternidad, el sólo elemento en grado de abarcar la complejidad del mundo. La diversidad no se gobierna sino que se ama, compartir las ideas es un acto de libertad, y por tanto, unión y diversidad pueden marchar unidas y así progresar. 

 Mr. Kim Byungsoo, director Slow Food Korea

Sólo para ofrecer algunos números sobre el Salón: 1.000 expositores desde un centenar de Países en el Mercado de entre los cuales, 200 Representaciones Slow Food italianos, 400 Comunidades del alimento desde 100 Países. 120 Representaciones Internacionales de 50 Países y 5 Mercados de la Terra internacionales (Bulgaria, India, Israel, Líbano y Turquía). Enoteca 1.200 etiquetas. Citas reservadas: 128 Laboratorios del Gusto, 16 Teatros del Gusto, 23 Citas a la Mesa, 11 Encuentros con el Autor, 23 Puntos degustaciones guiadas en la Plaza de la Pizza. Más de 50 chef en las citas a la Mesa y Teatros del Gusto. 57 Conferencias y actividades didácticas, 19 encuentros en la Casa de la Biodiversidad, 19 Cursos Master of Food, 65 Citas con el Personal Shopper, 20 actividad educativas y 100 horas de juegos para familias y chicos, 60 recorridos de educación para las escuelas.

La entrada costaba 20 € que daba derecho de 1 a 3 degustaciones. Haciendo una rápida cuenta, una familia (eran muchas las que se quejaban) con 2 hijos: 64 € para entrar; una degustación o pequeño bocado mínimo 1€; y son 68€; queriendo almorzar o cenar, el Streetfood a 6€, sin bebidas, que hacen 92€ y como había varios restaurantes regionales con menús a 20 y 30€, entonces la suma supera los 100€ abundantemente, si se añade también la vuelta por tenderetes las catas y bocaditos desde 1 a 5€ (difícil a renunciar…) Los pequeños stands o tenderetes por 5 días costaban de 2.000 a 3.000€. Mientras los de Terra Madre venidos desde todo el mundo a vender sus manufacturas inclusive también alimentos, tenían todo gratuito. En cambio el Salón ha tenido una buena taquilla:1,2 millón de euros. 

 ¿Futuros chefs?

Cata ciega

Han sido 3.700 los niños de las escuelas (5€ la entrada) que han metido "las manos en la masa", acompañados por 300 educadores, han podido no solo divertirse, sino sacar provecho de la visita en un mundo de gente nueva, oler y degustar alimentos nuevos para ellos, y aprender mucho también de la cocina de Terra Madre, haciendo elaboraciones de gastronomía, visitando la huerta, respondiendo a través de juegos sobre temas ecológicos en los que gana quien mejor recicle, competiciones de grupos para componer menús de temporada, etc. Al mando de las ‘brigadas’, uno de los chefs, Daniele Spada, afirmaba que: “Es importante que los niños hagan prácticas de cocina, porque de este modo están más predispuestos también a comer ingredientes que para ellos son menos apetitosos, como la verdura. Además, cocinando, tratamos de enseñar algunos principios de sana alimentación, desde el uso limitado de la sal a las distintas tipologías de cocciones”. Ponerse con las “manos en la masa”: es uno de los principios guía de este Salón, en tema de educación alimenticia para los asistentes de menos de 15 años. “Es útil también estimular la sensorialidad del pequeño con el conocimiento directo de los productos. En fin, hacerle cultivar una pequeña planta“. Para subir un poco más con la edad, han sido 8.000 los estudiantes al Salón, no sólo de los institutos hoteleros.

Vino de Georgia

Los jóvenes ocupan un lugar privilegiado en los eventos de Slow Food, y esta edición no es una excepción. La Red juvenil de Slow Food (SFYN) constituida por los jóvenes productores, cocineros, artesanos y estudiantes de los cinco continentes que luchan activamente para cambiar el futuro de la alimentación y la actividad agropecuaria, en unión con los estudiantes de la Universidad de Ciencias Gastronómicas han desplegado toda su energía y entusiasmo en diversas conferencias, Eat-ins y otros muchos eventos. En esta muestra han participado 250 delegados de la Red, con edades no superiores a los 30 años, parte de los cuales estaban presentes además en el Congreso Internacional de Slow Food, una cita que se repite cada cuatro años y que reúne a los líderes locales de la asociación con el fin de decidir las estrategias para el futuro de Slow Food, la Red Terra Madre y los proyectos en defensa de la biodiversidad.

Musica y danza africana

Slow Food Sierra Leona

En el área habilitada para este fin, ubicada en el Estadio Olímpico Oval, los delegados de la Red Juvenil han llevado a cabo una larga serie de actividades durante toda la jornada. El World Café ha sido el punto de encuentro de los jóvenes de Slow Food, procedente de diversas partes del mundo y el lugar donde compartir experiencias y fortalecer la red. Los Talleres “¡Hazlo tu mismo!” han brindado a los grupos de jóvenes la oportunidad de compartir conocimientos y estrategias sobre organización de eventos, obtención de fondos y puesta en marcha de campañas. En los Encuentros Nacionales, que se han celebrado a diario, los miembros han recibido las últimas noticias de cada una de las organizaciones nacionales de la Red Juvenil y aprendido de los héroes locales y de sus iniciativas. Un grupo de Maestros procedentes de la Universidad de la Sorbona de París, fue el encargado de impartir una serie de conferencias y coloquios sobre Juventud y Agricultura, como parte del curso de Geografía alimentaria.

Slow Food Filippinas

Slow Food Japón

Slow Food China

Un evento imprescindible ha sido la conferencia Decir-Hacer-Cavar: Prácticas y Políticas para la Agricultura de los Jóvenes, que ha tratado acerca de la Política Agrícola Común y la necesidad de despertar en los jóvenes de forma gradual el interés por la agricultura, desde un novedoso enfoque, a través de vivencias y experiencias inspiradoras. Entre los ponentes se encontraron Pavlos Georgiadis y Samuel Levi, representantes de la Red Júvenil de Slow Food en Grecia y Países Bajos respectivamente.

Desde su fundación en 2010, la Red Juvenil está contribuyendo a la consecución de un sistema bueno-limpio-justo, con la celebración de actividades durante todo el año en todos los rincones del planeta, como los famosos Eat-Ins, el exitoso Festival de Cine sobre Alimentación que se celebra en Amsterdam, o la Schnippeldisko (Chopping Disco), donde centenares de participantes prepararon sopas a base de vegetales recolectados en las zonas de cultivo locales, con el objetivo de reclamar un mejor sistema alimentario y aumentar la concienciación contra el despilfarro de alimentos. 

 Huerta africana

Punto neurálgico ha sido la gran Huerta Africana de 400 metros cuadrados, donde se pudo descubrir sus variedades de hortaliza de hoja, las hierbas medicinales y las plantas útiles para combatir los insectos nocivos. Ha sido posible observar los sistemas de fertilización sin sustancias químicas y los cercados, construidos con lo que se encuentra en torno al huerto, sin redes ni cemento. El huerto representaba a los 25 países implicados en el proyecto Mil Huertos en Africa, y por tanto a ninguno de ellos en particular: Recoge productos y técnica que en la naturaleza no podrían coexistir a causa de la diferencia de latitudes y estacionalidades. Junto al h uerto se había instalado una exposición de antiguos arneses de trabajo, muchos de ellos desconocidos para nosotros, rencuentro con la memoria de nuestro abuelos. 

Hierbas aromáticas

Entre los institutos hoteleros se cita el del Colombatto de Torino y el IFSE del Castillo de Piobesi TO (Director Raffaele Trovato).  

Todos los Países Latinoamericanos estaban presentes. Se destacó la presencia ilustre de Doña Alicia Gironella De' Angeli, Delegada Slow Food de México. Y también la presencia de la celebre Doña Otilia Kusmin, editora del Recetario Latinoamericano y Fundadora de la Red Argentina y Latinoamericana de Cocineros Slow y Socia del Convivium Punto Slow Food de Buenos Aires; con las colegas Alicia Quispe y Valeria Ramos de la delegación Argentina, elaboraron las gustosas empanadas al estilo de la Quebrada de Humahuaca con el aderezo sabroso andino ‘Llajwa’.

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