Mañana lluviosa, cerrada y el medio día pasaba de largo. Quedé con mi amiga en la Plaza Mayor, punto medio entre nuestras casas y el lugar donde íbamos, el Corral de la Morería, sí, el tablao flamenco más famoso del mundo, y en el que, raro en mi, no había taconeado aún. Hoy presenta su nuevo disco Rosario. Ella en cambio, no precisa de presentaciones, todos tenemos posicionado en el imaginario común su duende, fuerza, estirpe y arte. Íbamos sonrientes y a paso ligero, apretadas bajo un paraguas con una punta díscola. Al entrar al vestíbulo, el equipo de Comunicación y Marketing de su compañía discográfica, Universal Music Spain, te recibía, entregaba un disco, explicaba de qué iba a ir todo aquello e invitaba a tomar asiento. Entre tanto el vestíbulo, de unos cinco metros cuadrados, era una caja de sardinas contentas de encontrarse, saludarse y besarse. Al entrar al salón, sus muebles, ménsulas árabes y farolas del siglo XVIII y XIX te sitúan. Todo madera. En el centro, un pequeño escenario protagonista de espectáculos y fotos desde el año 56. Ex compañeros de la radio, periodistas, amigos y rostros conocidos, a los que saludo mientras busco un hueco donde sentarnos. Tal y como están montadas las mesas entendemos que nos van a dar de comer, algo que no sabía, que me sorprende y que me parece estupendo. Nos sentamos finalmente en una mesa con dos locutoras de radio y una presentadora de tv latina. Quedaba un sitio libre en la mesa que ocupó más tarde un íntimo amigo que también pertenece al sector y que llegó unos minutos más tarde. El plan era perfecto.
Cuando leo el menú que teníamos sobre el plato, elegante y de papel sedoso, sorpresa... es a cargo del Chef David García. Chef al que le dieron una estrella Michelín en el 2014 cuando estaba en el restaurante Álbora (aquí en Madrid), donde estuvo hasta el pasado mes de septiembre. Ahora arranca este nuevo proyecto en el Corral de la Morería donde contará con dos espacios gastronómicos diferentes, dentro del propio local; Restaurante Corral de la Morería, muy exclusivo, de tan sólo cuatro mesas, y Restaurante Tablao, donde está el escenario, donde estábamos nosotros.
Salió al escenario la siempre estupenda Rossy de Palma para presentar la actuación de su querida Rosario, no sin antes dedicarle unas palabras llenas de emoción, complicidad y amor. La artista cantó y bailó con la gracia y el arte que la vida le ha regalado, con la que ha crecido y de la que todos nos hemos contagiado y disfrutado. Se unió al directo en el escenario Antonio Carmona, aquello fue una fiesta, le cantamos todos los asistentes el cumpleaños feliz, sopló las velas y se me antoja, que pidió un deseo.
Me paro en este renglón para pedirte disculpas por la calidad de las fotos, en mi defensa alegaré que había muuy poca luz. Tras el huracán Rosario, comenzó el festín:
-Jamón de bellota reserva especial con pan de cristal (the most typical spanish bocao); Sándwich de foie-gras y pan de especias (que regalé a mi amiga porque paso un poco del foie-gras); Coca de escalibada, queso de cabra y salsa romesco y Mini huerto cordobés-. Sin tuviera que quedarme con uno de esta primera entrega, sería sin duda el Mini huerto cordobés, servido en lo que llevaba Calimero en la cabeza, media cáscara de huevo, y diría, que se trataba de un concepto de salmorejo que quitaba el sentío.
-Cucharilla de tartar de aguacate con anchoa marinada; Croissant de Txangurro; Sardinas ahumadas, remolacha y ajo blanco de coco con su ensaladita de pomelo y Nuestra croqueta de jamón ibérica-. En esta ocasión mi primer premio se lo daría a la croqueta, brutal. En ocasiones, menos es más. En la mesa había trapicheos, ya que hubo un comensal que tuvo que marcharse y se repartieron sus viandas, "te cambio un croissant por las sardinas..." yo repetí de croqueta, que se ganó más de un "Gloria a ti" por algunos de los invitados.
-Hamburguesa de bonito y salmón ahumado; Purrusalda ahumada y bacalao y Pisto de setas con huevo de codorniz escalfado. En esta ocasión el Calimero vuelve a llevarse mi premio, el pisto con el huevo hacía una comunión estrella. El servicio no fue ni lento ni rápido, supongo que estábamos todos tan agus tiii tooo. Calculo, desde mi sofá cinco días después, que debíamos ser unos 70 comensales aproximadamente.
-Chocolate y helado de plátano-. Era el momento del postre y este estaba buenísimo. Sin chulerías, sencillo, dejamos todos el plato limpio.
Pedro Manuel Collado CruzLa cocina para mi es producto bien tratado sin enmascarar sus sabores, cocina de verdad de antaño con un toque diferente 1 receta publicada |