Sí, para ir al Parador del Monte Perdido en Val de Bielza, se necesita costear el embalse de Pineta y del Río, viajar por 12 Km de carretera de montaña bastante buena hasta el final de la misma, que es pues la ubicación del Parador, es decir que la carretera termina cuando se llega al Parador. Este encuentra frente al Monte Alto, de 3384 m. Mientras para ir al Parador de Cazorla, después de haber dejado la ciudad de Úbeda y viajado por 23 Km hasta al pueblo por una carretera nueva muy buena y bastante llana, se descubre que el Parador se encuentra mucho más allá de las afueras del pueblo de Cazorla.
El Parador de Cazorla con la pista helicóptero
Y de las afueras del pueblo, significa continuar nada menos que por otros 25 Km (40-50 min. de coche), por una carretera nueva que gira en torno al mismo monte del Parque Natural de la Sierra de Cazorla, con muchas curvas, cuestas en declives y empinadas, para después, al llegar por fin, al Parador, y confrontando los mapas, se descubre que se encuentra en línea directa a tan sólo 4 (cuatro) Km del pueblo de Cazorla, andando a pies (por la pendiente) son tres hora no más. En efecto, el Parador se encuentra exactamente en la parte posterior del monte, donde un túnel podría acercarlo al pueblo con gran ahorro de tiempo y costes. De este mismo parecer es la gentil recepcionista, Alivia, está muy convencida: Si un día fuese presidente de los Paradores -palabras suyas- el primer trabajo que haría, sería hacer un túnel para habilitar el acceso hasta este parisíaco enclave (se expresan los mejores deseos de verla un día Presidente de los Paradores!).
En plena naturaleza, el Parador se encuentra en el corazón del Parque Natural de la Sierra de Cazorla, Segura y Las Villas, en el paraje conocido como Sacejo, se ha convertido por la tranquilidad de la zona en enclave obligado para amantes de la naturaleza que huyen del mundanal ruido. Su altitud y la densa vegetación que rodea el edificio facilita el disfrute de impresionantes vistas que se completa con la apacible piscina. La piedra y la altura conviven con el monte, en su más bella expresión. Laderas pletóricas de pinos inmovilizan cualquier atisbo de estruendo.
La rebeldía de Cazorla: la serranía acoge cariñosamente, con mimo, a este Parador. La calma ambiental se quiebra en Cazorla, con el brotar de las aguas del Guadalquivir, en el paraje denominado Cañada de las Fuentes. El curso del insipiente “río grande” de Andalucía, proporciona sensaciones de rebeldía y libertad en la Cerrada del Utrero o el Salto de Linarejos; y alimenta la leyenda de la Reconquista en el puente de las Herrerías. Indómitos parajes que seducen y enamoran.
Bajo el influjo de los tradicionales cortijos andaluces, la cal de su fachada se entrelaza con líneas perpendiculares que denotan la amplitud del edificio. Extraordinarias vistas de una densa vegetación pueden ser disfrutadas desde la tranquilidad de la piscina y de algunas habitaciones. La luz penetra libremente por grandes ventanales consiguiendo un efecto que realza los suaves tonos del interior su agradable salón con chimenea. El Parador fue inaugurado en 1965, cinco años después del nacimiento del Coto Nacional de Caza, con el fin de posibilitar la pernocta a los cazadores que ansiaban conseguir algunos de lo formidable trofeos que atesora la serranía.
Con el paso del tiempo y principalmente durante los meses del año en los que estaba vedada la caza ocurrió un hecho que, con el paso del tiempo, se revelaría como trascendental para el devenir del Parador y de las sierras. Al alojamiento comenzaron a acudir personas de otros colectivos que simplemente visitaban la zona por contemplación y disfrute de los paisajes serranos. Por él han desfilado personajes relevantes buscando descanso, y tal vez, inspiración. Y esto fue la semilla de lo que hoy significa el Parador, una hospedería en medio de un mar de naturaleza a la que debe su existencia. A cambio, para la Sierra, su reconocimiento como un espacio natural de enorme valor natural, paisajístico y cultural, reconocimiento que concretaría en la declaración en 1986 del Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y las Villas, el mayor espacio protegido de España.
La Sierra de Cazorla ha proporcionado, tradicionalmente, espectaculares trofeos para la cocina de la tierra, y un encantador entorno para disfrutar la oferta culinaria del restaurante. En cualquier caso, la influencia andaluza resulta decisiva en la elaboración de platos como la gachamiga, los andrajos, el pisto y la pipirrana. El menú y la carta del restaurante ofrecen más platos regionales, se cita algunos como, Croquetas de puchero, Las Migas de la Sierra, Tallarines de la Iruela con Conejo, Cochinillo confitado, Conejo asado de la campiña, Rabo de Toro estofado a la Serrana, Lomo de venado en salsa Montero mayor, Quesos tradicionales de la Sierra, etc.
No de menos los varios vinos importantes de la carta, donde relucen los de las mejores casas. Entre las cuales, los D.O. de Ca. Rioja, de Navarra, de la Ribera del Duero, del Condado de Huelva, de Rueda, etc. Pero merecen ser también valuados los locales presentados como (VR) que está por regional: los de la Tierra de Jaén sobretodo, donde impera el Tempranillo de Bailén: el celebre “Batalla 1808”. Lamentablemente es el sólo presente en el Parador de la varia serie de vinos de la Coop Santa Gertrudis de Bailen, que merecen ser conocidos, degustados y apreciados.
Una nota al margen: “El turista-gourmet siempre tiene preferencia y aprecio de conocer y degustar todos los productos de la tierra en la cual viaja”. La Dirección de Paradores de Madrid debería tener en cuenta.
Dirige el Parador de Cazorla D. Juan Antonio Chozas, Responsable de Recepción es Jesus Hernandez Muñoz, Jefa de Cocina es Nuria García Lendinez, y Maître de Sala es Miguel A. Sevilla. El personal es muy amable y atento.
Para aquellos amantes de la Naturaleza, que a la vez quieran sentirse Robinsones, compartir la Compañía de unas vistas plenas de vida, vivir rodeado de historia.
Para la crónica: se cita que al pasaporte gastronómico del autor de estas notas, se le ha añadido el sello de este Parador, con el cual ha alcanzado el numero 80 de sellos de los Paradores comprobados, de los actuales 95.
Pedro Manuel Collado CruzLa cocina para mi es producto bien tratado sin enmascarar sus sabores, cocina de verdad de antaño con un toque diferente 1 receta publicada |