Lourdes Verger *Manteles y Sábanas* y *Ella come sola*
En primer lugar, quisiera agradecer a todas aquellas personas que me habéis mandado un mail estos últimos días en respuesta a mi anterior publicación. En su mayoría vegetarianos, o parejas/amigos de ellos. En los mails me contaban anécdotas similares a la que yo relaté. Vegetarianos de toda España que en ocasiones se encuentran ante una escasez de alternativas. Un chico de Valencia, al cual, aprovecho para saludar, me contaba, que el día que conoció a su actual pareja, ésta le dijo, ?soy vegetariana? y que, automáticamente pensó ?vaya movidón?? amigos, no estáis solos.
Dicho esto, ¿qué tendrán los restaurantes italianos que gustan a todos? Es así, no falla. Da igual el país que estés visitando?, encontrarás antes, y sin buscarlo además, cualquier restaurante italiano que esa apetitosa tienda Outlet donde siempre tendemos a creer que vamos a encontrar el vestido de nuestra vida y, por supuesto, casi regalado. Vale, en esta cuestión del vestido no generalizaré porque imagino que algún hombre habrá que busque otra prenda más combinable. A mí me pasa. A priori tienen el éxito garantizado. La pasta y la pizza son los reyes del mambo. Y los antipasta tienden a convencer hasta al más indeciso, o no. Cuando pienso en Italia no puedo evitar pensar en Adriano Celentano? ¡qué personaje!, esto no viene a cuento, lo sé, pero quería haceros partícipes de ello. Aparco a Adriano y retomo. Existen italianos para todos los niveles de bolsillo. La manera más fácil de solucionar lo que en principio parece complicado cuando hablamos de una comida o cena multitudinaria; de empresa, compañeros de clase, familiares con niños, aniversario del gimnasio, compañeros de neuróticos anónimos? es ir al italiano de las 3B?s, bueno, bonito y barato. Mi último gran descubrimiento, en cuanto a lo que a restaurantes italianos se refiere, fue en Tenerife, en Santa Úrsula, ?La casa dell oste?? si tenéis oportunidad de ir quedaréis entusiasmados. Sus pizzas, yo pedí la ?Benedicto?, sus pastas, foccacias, su arroz negro con calamares? es que? éramos seis personas y probé todo lo que pude? La elaboración es propia.
Más cosas. Me surgió una cena hace unos días sin planear, divertida y algo surrealista que acabó en una exaltación de la amistad y buscando la tuerca de mi pendiente que se lanzó al vacío mientras trataba de ser firme en unas declaraciones. El restaurante era Tsunami, en Madrid. Comida japonesa, una de mis predilectas. Si tuviera que destacar un plato, destacaría las gambas al curry? No me chupé los dedos porque de los tres que éramos, con uno aún no tenía mucha confianza, y una se tiene que controlar de vez en cuando. Pero además de disfrutar de la cena, el vino, y la compañía, llegué a una conclusión? y es que, en las cenas, cuando uno está a gusto, se relaja, disfruta, y se deja fluir? comienza a confesar? confesiones que en su mayoría sorprenden? para bien o para mal, depende del oyente, pero se crea una atmósfera perfecta para ello. Más tarde profundizamos en el tema. En las comidas se negocia, y en las cenas se confiesa. No jugamos a la ruleta y apostamos todo al rojo, pero normalmente se cumple esa tendencia, si no, piénsenlo. Sin querer. Nuestra cuadrilla interna está más relajada ante ataques externos. Si queréis proclamar vuestro amor a los cuatro vientos y en cuestión a la persona amada?, una cenita y divino. Reunión para cotillear y descargar tensiones producidas por la falta de atención de tu chico que no hace más que ir a su rollo y no quiere compromisos?, una cena de amigas? Y si se trata de cena de negocios, es porque o se quiere quitar hierro al asunto o porque se desea crear un clima de confianza. Es más personal. Aunque al final la que manda es la agenda. La tía, cómo nos controla y dirige ¿verdad?
Mi consejo de este mes sin ánimo de aconsejar, sino de compartir, es que no tenemos que martirizarnos por nuestras propias contradicciones, el mundo está lleno de contradicciones? como que todo junto se escriba separado, y separado todo junto.
Buscadora de cosas ricas, ya sean desayunos, comidas o meriendas. Por los Madriles y alrededores. Y productos. Que no todo es salir, a veces cocino en casa.
Se formó en la escuela de hostelería de la Casa de Campo en Madrid del 1992 al 1995. Tras graduarse empezó su trayectoria profesional como 2º de cocina en el restaurante Paradis (1995-1997).
Cocina Hermanos Torres is accoladed with two stars by Guide Michelin, a maximum three Repsol Suns by the most important Spanish dining guide and a green Michelin star for their sustainable efforts.
Incluir en su carta recetas de nuestros mayores, revisadas con su instinto creativo, conservar los sabores y comidas de nuestra huerta y de cocinar con productos tradicionales, le ha servido para convertir a Almoradí en un referente comarcal a nivel gastr