Alejandro Quintanar

Alejandro Quintanar da sus primeros pasos en la cocina con tal solo 16 años de edad, lo que comienza como un escarmiento por parte de su padre, se convertirá en un auténtico veneno y su forma de vivir la vida.

Dos soles Repsol a sus espaldas gestionando durante 7 años el Restaurante Lavanda del hotel 5 Enebros en Robledo de Chavela y una larga trayectoria como cocinero en diferentes lugares, le han dado la personalidad que a día de hoy tienen sus platos.

Alejandro Quintanar ha cocinado para la Real Academia de Gastronomía y la Real academia de Gastronomía Asturiana, ha formado parte del Staff de varios Estrella Michelín en diferentes puntos de la geografía española y es de ahí, de donde le vendrá su pasión por la cocina Asturiana y la Extremeña, los guisos y las tradiciones gastronómicas de diferentes comunidades. Gracias a su paso por algunos de los grandes templos de la gastronomía de  nuestro país, Alejandro ha salido enamorado de las elaboraciones tradicionales, las mezclas de sabores, la fusión y la experimentación con el producto, teniendo siempre como base de su cocina un fabuloso producto de altísima calidad que le permitirá experimentar con la vanguardia y la tradición, creando una cocina con carácter propio y con la calidad del producto por bandera.

Su cocina es una mezcla de los sabores que le han influido a lo largo de los años en sus diferentes etapas como cocinero, siendo su pasión los guisos y la cocina con mucho mimo y “de toda la vida”.

Como gran entusiasta de la gestión en restauración, quiso conocer desde dentro un gran grupo como Larrumba y aprender una gestión diferente dentro del negocio. Allí conoció a los que son hoy sus compañeros en Anica Waksman y decidieron crear un nuevo concepto de cocina mediterránea en la zona de Bernabéu, siendo realmente, todo un acierto.

El restaurante abrió hace apenas 5 meses e incluso cerrando nada más abrir por la crisis del COVID, se puede decir que Anica Waksman se está convirtiendo en un referente en la zona teniendo una altísima valoración por parte de los clientes y un público que repite a pesar de la juventud del restaurante, al cual, le auguramos mucho éxito. Un “MUST” en Madrid y sin duda, sitio de moda en la zona.