Lourdes Verger *Manteles y Sábanas* y *Ella come sola*
Las primeras citas son agotadoras? Puedes ir con muchas ganas y puede que llevaras mucho tiempo esperando aquel encuentro, bien, pero son agotadoras. Es un cásting mutuo de habilidades, donde en el menor tiempo posible, porque la entrevista puede terminar en el momento en que uno de los dos lo decida, tienes que tratar de mostrar lo mejor de ti, porque de lo contrario no habrá segunda oportunidad. Sé hacer esto, esto, esto y esto? ah! de pequeña hacía esto, ¿y tú qué? También es verdad que a los pocos minutos de comenzar ya podrías dictaminar el resultado final y también que la presión es directamente proporcional al grado de ?gustamiento?. No hay límites establecidos por lo que el tanteo está presente.
He tratado de hacer una mini encuesta, y entre otras cosas, admitieron que si no les gustas mucho, no te suelen invitar a cenar. Que no soportan a las tiquis-miquis a la hora de comer. Que la manera de afrontar una primera cena es muy diferente entre los hombres y mujeres. Y es curioso que hagamos algo tan revelador y que nos define tanto como personas, frente a alguien supuestamente desconocido y al que queremos agradar. Como se come se ama.
Imaginaos una cita maravillosa, belleza y estilo? y que de repente es un completo prepotente con los camareros..., tocado y hundido. O cualquier situación análoga. Varias de las mujeres preguntadas han coincidido en lo mismo, ?no te fíes de un hombre que no beba en la cena?. Una copa de vino, o lo que sea. Está claro que tampoco hay que fiarse del que sale arrastrándose por el suelo gritando ?a por ellos oeee?, se entiende. Quise saber sus motivos, y los dos más recurridos eran: porque tendrá algo que esconder o porque será un soso. Decidan ustedes. Mejor no pedir platos donde se pueda tener la duda entre usar el cubierto o usar las manos?
¿Pero qué ocurre cuando en lugar de ir a un restaurante te propone cocinar en casa para ti? Dejamos las piruletas hace tiempo, así que ve asimilando que hoy tú serás su postre. Pero solemos pensar que le gustamos de verdad, y que hará el esfuerzo de cocinar para nosotras? Nooo ¡lo que se quiere ahorrar es el esfuerzo de convencerte para ir del restaurante a su casa! Cabe recalcar que hay mujeres, y momentos, en los que estamos totalmente de acuerdo con el procedimiento anterior. Tampoco es necesario tomarse la vida tan en serio, total no vamos a salir vivos de ella? Fluir, fluir y sobre todo hacer lo que nos pida el cuerpo. Como si no hay cena y solo hay postre y postre. ¿Quién dijo hambre? Pero, ¿y si cocinan y no hay quien se trague aquello? Una anécdota que recuerdo al respecto, es que el plato era tan picante, tan picante, que ella fingió que se emocionaba con lo que le estaba contando? Él era un fanático de la comida mexicana...
Y sí, a las mujeres nos gustan los hombres que además de ser responsables, sepan escuchar, tiernos, ecológicos, inteligentes, maduros, deportistas, románticos, caballeros, seguros de sí mismos, divertidos, puntuales, simpáticos, serenos pero con un punto de locura, que sean buenos amantes, que les guste viajar, ir de compras, tener hijos, que se den cuenta de que hemos ido a la peluquería? Mmm, ah, sí claro, y que además sepan cocinar.
Uno de mis placeres terrenales es el viajar y con ello conocer diferentes lugares, culturas, historias? ¡y su cocina! Prefiero comer un plato típico de cualquier región española que una emulsión de aceituna negra con aroma de melón francés. Recientemente he estado en Málaga, y quisiera hacer referencia a un restaurante que tuve el placer de visitar en Benalmádena, ?El ventorrillo de la Perra?, (la perra es una galga que le regalaron o vendieron, no está claro, al dueño) fundado en 1785. Allí degustamos Gazpachuelo, típico y que desconocía incluso de su existencia? muy bueno, pero te tumba, ajo blanco, y el que (aunque éste no típico de Málaga) denominan como el mejor tartar de España? Espectacular. Torrijas con miel del Arroyo? Pero lo que despertó mi curiosidad fue la ?sopa quitafollones?. Y es que desde su apertura fue una parada obligatoria y del mismo modo que siempre estaba lleno, también solía haber discusiones por distintos motivos, y el jefe muy sabiamente decía: ?Venga que os voy a preparar una sopa quitafollones y esto se aclara enseguida?. Y entretenidos en la sopa se calmaban las tensiones, una vez más la cocina nos brinda su enorme poder.
Mi consejo de este mes sin intención de aconsejar sino de compartir es que el ser humano sólo nace con dos miedos: miedo a sentirse abandonado por su madre y al hambre, el resto? es producto de nuestra propia idiosincrasia, así que, cuídenla.
Buscadora de cosas ricas, ya sean desayunos, comidas o meriendas. Por los Madriles y alrededores. Y productos. Que no todo es salir, a veces cocino en casa.
Se formó en la escuela de hostelería de la Casa de Campo en Madrid del 1992 al 1995. Tras graduarse empezó su trayectoria profesional como 2º de cocina en el restaurante Paradis (1995-1997).
Cocina Hermanos Torres is accoladed with two stars by Guide Michelin, a maximum three Repsol Suns by the most important Spanish dining guide and a green Michelin star for their sustainable efforts.
Incluir en su carta recetas de nuestros mayores, revisadas con su instinto creativo, conservar los sabores y comidas de nuestra huerta y de cocinar con productos tradicionales, le ha servido para convertir a Almoradí en un referente comarcal a nivel gastr