LUIS DE LEZAMA, CURA, PERIODISTA, HOSTELERO….Y MÁS (4). DIO DE COMER A JUAN PABLO II Y BENEDICTO XVI. ENDULZÓ A FRANCISCO MENÚS DE LOS PAPAS PETICIÓN IMPREVISTA DE JUAN PABLO II LA PIRULETA DEL PAPA FRANCISCO
La llegada del Papa Juan Pablo II está cercana. Recibe una llamada del obispo auxiliar de Madrid monseñor Estepa. El motivo le es inesperado. Le encarga ser el refitolero papal.
Más tarde confiesa: “Jamás hubiese soñado con convertirme en tabernero del papa. Cuando pensé en ser sacerdote lo más lejano de mí era una cocina”. Pero el encargo de monseñor Estepa no puede ser más explicito: “ Luis, prepara la intendencia del Papa Juan Pablo II y su séquito que van a pasar en España quince días por primera vez en nuestra historia”
Lo primero que le viene a la cabeza es lo que se preparaba en su casa, en base a la cocina vasca tradicional. Pero tiene que atenerse a las consideraciones de la monja que cuidaba la alimentación del papa polaco. “Sor Tecla” la bautizó. Era 1982 y Lezama se quedó muy tranquilo cuando comprobó que sorbía con gusto el salmorejo cordobés y lo distinguía del gazpacho o cuando mojaba barquitos de pan en la salsa verde de una merluza.
En la visita que hizo en 1993 los Reyes quisieron ofrecer una comida a Juan Pablo II y al pleno de la Conferencia Episcopal. La Nunciatura pidió que se la sirviese Lezama y su grupo. De nuevo la cocina española fue la protagonista. El menú lo dirigió Roberto Hierro en la cocina. En el que se incluía menestra de verduras y merluza en salsa verde. Aportamos documento gráfico del citado menú. Era el 15 de junio de 1993.
Al acabar el almuerzo, y tras despedir a los Reyes, el papa entró en la cocina a saludar y fotografiarse con los cocineros. Como podemos ver en otra de las fotografías que incluimos en este capítulo. Pero antes de hacerlo le dijo que quería algo “muy español”. Se le ofreció brandy Cardenal Mendoza o anís de Chinchón. Sonriendo dijo: “No, el papa quiere algo muy español, una siesta. El brandy ofrézcaselo a los obispos, que se que les gusta y que en cuanto me vaya empezarán a fumar”
Le volvió a ver en mayo de 2003, ya muy envejecido. Después de la misa multitudinaria en la Plaza de Colón, llegó extenuado al comedor de la Nunciatura. Su secretario pidió una bebida fresca. Bebió salmorejo, que repitió. Luego llegaron los Cardenales y se sirvió el almuerzo. Pimientos del piquillo o merluza con almejas y salsa verde fueron algunos de los platos. Reproducimos el menú.
Al salir por el pasillo de la Nunciatura camino del aeropuerto se dirigió a Lezama: “Don Luis, prométame: no deje a los jóvenes”
El padre Lezama, sobre Benedicto XVI, confesó en su momento que pensó: “Bueno, es un buen teólogo. Pero ¿qué sabrá este de la vida?”. Pero fue cambiando radicalmente su concepto sobre él.
Había conocido al Nuncio Renzo Fratini en Paquistán. En agosto de 2009, retomaron la relación. Al plantearse el tercer viaje de Benedicto XVI a España, concretamente a Madrid, para presidir la Jornada Mundial de la Juventud, le encomendó que, como otras veces, el Grupo Lezama se encargase de la alimentación del papa y su séquito en la Nunciatura. Fue del 18 al 21 de agosto de 2011.
Tuvo ocasión de tratar de cerca a Benedicto XVI y comprobar que era una persona distinta a cómo la había imaginado. Percibió una sensación de seguridad y serenidad al escuchar sus palabras. Y tuvo ocasión de enseñarle la proyectada parroquia de Santa María La Blanca en Montecarmelo: “Va a ser de cristal Santo Padre, transparente. Para que los que pasen por fuera vean lo que hacemos dentro y los que están dentro vean lo que pasa fuera. Transpariencia, Santo Padre, nos hace falta ser transparentes a los cristianos de hoy en día”
El menú de la comida principal que ofreció a Benedicto XVI y su séquito incluía, entre otros platos: potaje de vigilia y urta a la roteña. El menú completo lo podemos ver en documento gráfico adjunto. Fue el 19 de agosto de 2011.
Al papa Francisco tuvo ocasión de conocerle el 6 de mayo de 2013. Unos días antes le había llamado del Vaticano monseñor Alfred Xuereb, secretario personal del Santo Padre para que celebrase ese día la Eucaristía. A las seis y media de la mañana se reunió con siete sacerdotes más de distintos países.
Cuando salieron vio que era un papa que miraba a la misma altura de los ojos. En el saludo le preguntó. “Don Luis,¿ qué hace usted en todo el día?”. Poco a poco, dado que se mantenía junto a él, le fue comentando sus muy diversas actividades. Y concluyó: “Santo Padre, he dado de comer a sus antecesores, pero hoy no le puedo más que ofrecer una piruleta con forma de corazón, de las que doy los domingos después de misa en la parroquia a los niños”
NO OS PERDÁIS EL SIGUIENTE RELATO. LUIS DE LEZAMA, CURA, PERIODISTA, HOSTELERO….Y MÁS (5). LA AVENTURA AMERICANA (PRIMERA PARTE)
![]() | Pedro Manuel Collado CruzLa cocina para mi es producto bien tratado sin enmascarar sus sabores, cocina de verdad de antaño con un toque diferente 1 receta publicada |