Recientes investigaciones han corroborado lo que ya sabíamos todos, la cerveza es “cojonuda”.
Al parecer al tomarla y antes de que el alcohol llegue al cerebro, se libera dopamina, que es una sustancia que se produce en situaciones placenteras.
El experimento se realizó en Indiana (EEUU) con 49 hombres a los que se les hizo un escáner mientras bebían, siendo esta la primera vez que, sin reacción del alcohol u otra droga en el cerebro, este liberó dopamina.
La cerveza es una bebida conocida desde muy antiguo, en la época de los egipcios ya hay vestigios de su consumo, incluso se cree que se consumía en Mesopotamia y Sumeria hace 10.000 años. Los chinos en la antigüedad también elaboraban cerveza y las culturas precolombinas la realizaban con maíz en vez de cebada y los británicos con trigo malteado. Fue en Bélgica, en la Edad media y en las abadías, donde se perfeccionó la fabricación de cerveza y se le añadió lúpulo, sustancia que le da el sabor amargo típico. En los siglos XIV al XVI surgen las grandes fábricas, que culminan los procesos de elaboración con los hallazgos de Pasteur sobre fermentación, en el S. XIX.
La cerveza es una bebida con bajo contenido en alcohol y en calorías, carece de grasas y azúcares y está indicada en cualquier tipo de dieta.
Se compone fundamentalmente de:
-Lúpulo, sedante suave y estimulante del apetito.
-Malta, proporciona carbohidratos, minerales y vitaminas esenciales para el organismo.
-Agua en gran proporción, lo que es siempre beneficioso.
-Proteínas.
-Minerales, especialmente magnesio y ácido fólico que previene las anemias.
-Vitaminas, todas las del grupo B, A, D y E.
-Gas carbónico, que favorece la circulación sanguínea, la digestión y la salivación.
-Polifenoles, efectivos en enfermedades circulatorias y cáncer.
-Flavonoides, evitan la pérdida de masa ósea.
-Rica en Potasio y pobre en Sodio, lo que ayuda a limpiar el organismo.
Con todos estos beneficios, no hay quien se resista a beber cerveza, además no engorda, que era el único punto negativo que encontraban sus detractores, así lo han indicado Jesús Román, presidente del comité Científico de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación y Alejandro Sanz del servicio de Endocrinología y Nutrición del hospital Miguel Servet de Zaragoza; añadieron también que las bebidas fermentadas forman parte de la dieta mediterránea.
Investigadores del National Institute of Health de EE.UU., publicaron un estudio que demostraba que el consumo moderado de bebidas con bajo contenido en alcohol, protegía de enfermedades cardiovasculares, siendo menor la incidencia de muertes por esta causa en bebedores habituales. Habituales no significa de consumo desmedido, porque en estos aumentaban los porcentajes con respecto a los abstemios.
Por ello no me canso de repetir que hay que comer y beber de todo, pero con moderación.
Todas estas ventajas que nos demuestra la ciencia, el ser humano es capaz de intuirla por sí mismo, pues la cerveza es la bebida más consumida en muchos países.
Además hay muchos tipos de cerveza para satisfacer todos los gustos: clara, negra, lager, ale, trigo… e incluso sin alcohol.
No tenemos excusas para no beber cerveza.
Pedro Manuel Collado CruzLa cocina para mi es producto bien tratado sin enmascarar sus sabores, cocina de verdad de antaño con un toque diferente 1 receta publicada |