El Senado de Uruguay ha tomado la determinación de prohibir la publicidad de "comida chatarra", es decir, lo que nosotros conocemos como comida basura en los colegios, liceos y demás instituciones educativas del país.
En palabras del diputado Javier García, "en Uruguay, uno de cada cuatro niños tiene problemas de sobrepeso y obesidad". Ha sido precisamente esta alarmante tasa la que ha provocado que la Cámara de Senadores apruebe un proyecto de ley cuya misión primordial consiste en eliminar de los menús cualquier alimento que pertenezca a la categoría de comida basura.
Parece ser que es una práctica habitual en Uruguay que los niños coman en los comedores escolares alimentos tales como las patatas fritas, hamburguesas y en definitiva productos que contienen un alto grado de grasas transgénicas y sal. Con esta nueva ley lo que también se pretende fomentar es que los niños vuelvan a consumir las frutas, verduras y lácteos que otras generaciones como la de sus padres y abuelos consumían con bastante más frecuencia.
La comida rápida se consume practicamente a nivel mundial, siendo Estados Unidos el primer país en el que muchos de sus habitantes comen todos los días alguno de los alimentos pertenecientes a esta categoría. Por esta razón, es también el primer país que cuenta con un alto índice de obesidad tanto en adultos como niños.
No es un secreto que la comida rápida es muy perjudicial para nuestra salud. Las autoridades sanitarias advierten de que hay que moderar el consumo de esta comida para evitar que a la larga nuestra salud se resienta, no solo en lo que a enfermedades cardiovasculares se refiere. Los últimos estudios realizados sobre este campo hablan de que las personas que se alimentan con asiduidad a base de comida rápida tienen más posibilidades de envejecer con mayor rapidez, desarrollar asma, eccemas, rinitis y depresión.
La realidad es que con la crisis económica azotando nuestro país, el consumo de comida rápida se ha multiplicado debido a que su coste es más bajo que cualquier otra comida que sirvan en otro tipo de restaurantes. Los niños y los jóvenes son los que más la consumen. Desde aquí quiero transmitir que no es malo recurrir a este tipo de comida cada cierto tiempo, pero sí puede ser peligrosa si se convierte en la base de cualquier alimentación. Reducir en comida bausra y vuestra salud os lo agradecerá.