En España es muy común encontrar diferentes tradiciones gastronómicas; sin embargo, a la hora de celebrar las principales fiestas, es común encontrar ciertos patrones que se siguen en prácticamente todo el país.
Por ejemplo, en Semana Santa podemos ver en prácticamente todas las pastelerías de cualquier ciudad los tradicionales buñuelos o los huesos de santo. Los primeros se preparan con una masa frita que tradicionalmente es rellena de crema, aunque ahora podemos encontrarlos rellenos de prácticamente cualquier sabor; los segundos, sin embargo, se elaboran a partir de mazapán (masa de almendra) y el relleno tradicional es de dulce de yema.
Durante las fiestas navideñas es muy común encontrar en todas las tiendas, supermercados y pastelerías los turrones, los mazapanes, las hojaldrinas y el roscón de Reyes. El roscón de Reyes suele ser el dulce más consumido durante los días 5 y 6 de enero, sin embargo, los turrones y mazapanes ganan en consumo durante el resto de la festividad. Si bien los más tradicionales son los turrones “duro” y “blando” hechos con almendras, ahora es muy común encontrar de todo tipo de sabores: de yema, de chocolate, de trufa, de coco...
Por las fiestas de San Isidro, en Madrid, es muy fácil encontrar rosquillas con diferentes glaseados durante todo el mes de mayo. Las “tontas” son aquellas que no tienen ningún glaseado, es simplemente la masa frita; las “listas”, por el contrario, llevan un baño de
azúcar con huevo; las “francesas” son las que tienen una cobertura de almendra troceada; y las de “Santa Clara” van recubiertas de merengue seco.
El postre por excelencia en Semana Santa son las torrijas. Consiste en dejar que el pan se empape bien en leche y freírlo una vez se haya pasado por huevo. El acabado puede variar mucho, desde un simple espolvoreado de azúcar y canela hasta caldos de limón, vino o leche.
Las monas de Pascua también se consumen durante la Semana Santa y su consumo simboliza que la abstinencia y el periodo de Cuaresma ha terminado. Estos dulces son propios de unas determinadas zonas geográficas, como Murcia, Valencia, Cataluña, Aragón o Castilla La Mancha, donde cada una de ellas posee una manera propia de prepararlas (con huevo cocido, con guirlache, con chocolate, con formas de animales, etc.).