KATHERINE BASSFORD, en su libro, propone una serie de instrucciones, consejos y recetas que ayudan a dejar a un lado el azúcar y en su lugar, impulsan a comer de manera sana y natural.
Dile adiós al azúcar se divide en cuatro partes:
1. Estudios científicos que responden a la pregunta de por qué el azúcar es tan perjudicial
2. Tips para calcular el consumo de azúcar
3. Estrategias que ayudan a cambiar el hábito de consumir azúcar
4. Recomendaciones de comidas y alimentos bajos en azúcar
Un libro que incluye un plan de alimentación realista que se puede llevar acabo sin problema
KATHERINE BASSFORD escribe sobre temas relacionados con la salud y es entrenadora personal. Es licenciada en psicología experimental y tiene un máster en gestión de recursos humanos. El año 2000, cansada de la vida de asesora de formación en empresas, dimitió y se formó como entrenadora personal. Durante los doce años que siguieron, trabajó como entrenadora personal y fundó una empresa que ofrece a las empresas tecnológicas artículos para aumentar el bienestar y la salud del personal. Tras obtener el diploma en hipnosis cognitiva, se dio cuenta de que lo que verdaderamentequería hacer era mudarse a la costa y escribir libros. Ahora vive a unos minutos de la orilla del mar y trabaja en un libro sobre salud y su primera novela infantil.
Blog: https://katherinebassford.com/
Parte 1. La amarga verdad
1. ¿Por qué el azúcar es tan malo para la salud?
2. ¿Estás enganchado al azúcar? Descúbrelo con un test
Parte 2. Datos sobre el azúcar y el ansia por comer azúcar
3. Preguntas frecuentes acerca del azúcar
4. Descubre cuánto azúcar consumes en realidad (aprende a leer las etiquetas) 5. Ocho maneras naturales de satisfacer un paladar goloso
6. Tres armas secretas
Parte 3. Reentrena tu cerebro
7. Trátate bien y otros consejos para mimar tu mente 8. Cambia de costumbres
9. Come contento
Parte 4. Un día bajo en azúcar
10. Desayuno
11. Matar el gusanillo a media mañana 12. Almuerzo
13. El bajón a media tarde
14. Cena
pp. 53-56
El azúcar está presente en tantos productos de supermercado que hay una manera muy sencilla de reducir la cantidad de azúcar en la dieta: evitar consumir toda la comida procesada. Claro que sencillo no significa fácil. Al menos, elimina los peores productos y prohíbeles la entrada en tu carrito de la compra. Una vez que te acostumbres a hacerlo, solo tardarás unos segundos en leer las etiquetas de los envases y recuperarás la sensación de control (o casi).
Leer las etiquetas de los envases
Si coges una lata o un paquete de un producto de alimentación y lees los azúcares que aparecen en la etiqueta, en los ingredientes, te darás cuenta de que nuestro plan perfecto es ligeramente imperfecto. La ley no obliga a los fabricantes de comida a especificar el tipo de azúcar que contienen sus productos. Así, lo único que podemos usar como guía es la cifra que aparece bajo «hidratos de carbono (de los cuales, azúcares)». Esto significa que cuando una etiqueta dice «azúcares», se puede estar refiriendo a cualquier tipo de azúcar: desde los que se incluyen de forma natural (en la leche y en la fruta) a todos los añadidos. Queda clarísimo, ¿verdad? Por eso, quizá sea buena idea pasar al plan B y estudiar las listas de ingredientes en busca de villanos ocultos (en un momento profundizaré en esta cuestión).
Para que un producto se considere bajo en azúcar, ha de contener menos de cinco gramos de azúcar por cada cien gramos. Si contiene más de quince gramos por cada cien, se considera que es alto en azúcar.
Cómo calcular las cucharaditas de azúcar que hay en una ración
La norma de los porcentajes es útil a la hora de tomar decisiones rápidas sobre si comprar o evitar un producto concreto, pero, personalmente, prefiero visualizar cuántas cucharaditas de azúcar hay en una ración: hace que el contenido en azúcar sea más real. Calcularlo es muy fácil:
• Lo primero que has de saber es que una cucharadita de azúcar pesa 4,2 gramos.
• Ahora, comprueba en la etiqueta cuántos gramos de azúcar aparecen en la columna «por ración»(en el ejemplo anterior, es «por 1⁄4 de producto»).
• Divide la cifra entre 4,2 para saber cuántas cucharaditas de azúcar hay en una ración (si no tienescalculadora, divide entre cuatro y obtendrás una cantidad aproximada).
• El producto del ejemplo anterior contiene un poco más de dos cucharaditas de azúcar (8,6 dividido entre 4,2).
Recuerda que la idea del fabricante de lo que constituye una «ración» o una «porción» puede ser muy distinta a la tuya, por lo que debes hacer los ajustes necesarios. Las etiquetas de las latas o botellas de bebida suelen mostrar el contenido de azúcar por cien mililitros; sin embargo, una lata de refresco estándar contiene unos trescientos treinta mililitros, por lo que debes multiplicar por 3,3 la cantidad de azúcar que aparezca reflejada en la etiqueta. De otro modo, subestimarás enormemente el azúcar que consumes.
Recuerda: la Organización Mundial de la Salud recomienda que los adultos consuman un máximo de seis cucharaditas de azúcar diarias
La excepción: los lácteos
Justo cuando pensabas que empezabas a tenerlo claro, resulta que hay una anomalía que debes conocer: si miras la etiqueta de los ingredientes de la leche entera (de vaca, de cabra o de oveja), verás que contiene 4,7 gramos de azúcar por cien mililitros. Si te encanta la leche y acabas de hacer los cálculos, quizá te haya dado un soponcio: un litro de leche contiene más de once cucharaditas de azúcar. Sin embargo, el azúcar de la leche es lactosa, un azúcar natural. En el cuerpo, la lactosa se descompone en glucosa y en galactosa. Por lo tanto, la leche no contiene fructosa.
Esto significa que cuando calcules la cantidad de azúcar que contiene una bebida láctea, puedesomitir los primeros 4,7 gramos de azúcar por cien mililitros. Y puedes asumir que cualquier cantidad por encima de 4,7 gramos son azúcares añadidos. Por ejemplo, si el batido de chocolate preferido de tu hijo contiene trece gramos de azúcar por cien mililitros, sabrás que han añadido 8,3 gramos de azúcar por cada cien mililitros (13 g – 4,7 g de lactosa = 8,3 g). Para convertirlo en cucharaditas, divide 8,3 entre 4,2 y sabrás que la bebida contiene 1,9 cucharaditas de azúcares añadidos.
Otros productos lácteos, como el queso, la nata, la mantequilla y el yogur, contienen distintas cantidades de lactosa en función de los procesos de elaboración. Los quesos curados y la mantequilla son los que contienen menos lactosa.
Pedro Manuel Collado CruzLa cocina para mi es producto bien tratado sin enmascarar sus sabores, cocina de verdad de antaño con un toque diferente 1 receta publicada |