Conservas: el Chutney

El chutney, aunque es originario de la India, goza de gran popularidad en Europa pues fue introducido por los ingleses en el siglo XVII. Es una preparación muy condimentada, hecha con especias muy fuertes como la mostaza, el clavo, el jengibre o el curry. Esta confitura agridulce también incluye entre sus ingredientes frutas o verduras y hortalizas, que pueden ir juntas o separadas y son mezcladas con las especias, azúcar y vinagre. La palabra chutney suele traducirse como “para chuparse los dedos” y no es de extrañar, pues esta combinación de ingredientes convierten a este tipo de conservas en un plato delicioso.

El relish es un condimento que suele ser el ingrediente principal en el encurtido de frutas o verduras, otro tipo de conserva muy parecido al chutney del que se diferencia por su textura. El relish lleva los ingredientes en trozos mientras que el chutney es un puré espeso y más o menos uniforme.

Este tipo de conservas nos permiten disfrutar de estos preparados en cualquier momento, sin necesidad de hacer uso de la cocina. Son muy típicas en Inglaterra, donde podemos encontrarlas en los supermercados, pero en nuestro país es poco habitual y por eso hoy os vamos a enseñar a preparar chutney de manera casera.
Existen multitud de variedades, pero nosotros nos hemos decantado por el chutney de mango, el más popular. Normalmente, se escogen frutas o verduras muy maduras para que así el chutney quede en su punto pero los mangos los vamos a escoger verdes. Para cuatro envases de 375 gramos vamos a necesitar:

- 1 Kg de mangos
- 1 manzana reineta
- 250 gramos de cebollas
- 50 gramos de pasas
- 600 ml de vinagre
- 350 gramos de azúcar
- 1 cucharada de jengibre
- 4 dientes de ajo
- 1 cucharadita de comino
- ½ cucharadita de nuez moscada
- ½ cucharadita de sal
- 1 cucharadita de cúrcuma

En primer lugar pelamos los mangos y la manzana y los cortamos a trozos. Por otra parte, picamos la cebolla, las pasas y el ajo. A continuación, vamos a sofreir en la sartén la cebolla, los ajos, el jengibre y el comino con una cucharada de aceite. Después, disolvemos el azúcar en el vinagre y lo mezclamos con las frutas y el resto de ingredientes.
Ponemos la mezcla a fuego vivo durante tres o cuatro minutos y luego bajamos el fuego para dejarlo cocer destapado entre una 1 hora o hora y media, cuando veamos que se ha evaporado casi todo el líquido y está espeso. Una vez hecho esto tendremos listo el chutney para envasar en recipientes que previamente hayamos esterilizado. Para que el sabor se estabilice y el vinagre pierda fuerza es conveniente esperar uno o dos meses antes de consumirlos.

En cuanto lo probemos nos daremos cuenta de que puede ser el acompañante perfecto en muchos de nuestros platos y encima hay más variedades: de piña, de melocotón y frutos secos, de tomate, de dátiles con naranjas, etc. ¿Qué me dices, te animas?