Además de compartir en familia, una de las tradiciones navideñas más significativas y emblemáticas es la de regalar cestas de Navidad con jamón. Y es que, para muchas personas, la ausencia del jamón como acompañante infalible de la diversa gastronomía navideña significaría un faltante protagónico en sus mesas. De hecho, No son pocas las personas que afirman el dicho de “sin jamón no hay Navidad”.
Hasta hace unos años, la costumbre de regalar cestas de Navidad con jamón era algo muy usual en las empresas, pero esta tradición se ha ido expandiendo hacia las familias, amigos e incluso comunidades. Por ello, actualmente regalar este tipo de presente incluso a conocidos se ha hecho habitual.
Si bien en la actualidad el jamón de la cesta navideña simboliza agradecimientos y unión, el origen de esta tradición dista bastante de ello. De acuerdo con los hallazgos encontrados, la tradición de regalar cestas de comida en donde se incluían piezas de cerdo se remota a la era del imperio romano. Según los estudios realizados por los historiadores, se cree que en ese entonces los patronos acostumbraban a regalar canastas de comida las cuales eran llamadas “sportula”.
Estas “sportulas” eran obsequiadas al pueblo en fechas invernales (coincidencialmente durante el actual mes de diciembre) y su propósito era el de rendir culto al dios Saturno mediante una celebración. Como podemos apreciar el regalar ya sea una pierna o una loncha de jamón, siempre ha significado motivo de celebración.
Destaca por ser el jamón más tierno, jugoso y con más sabor debido a que la raza del cerdo origen es la única que puede infiltrar grasa en sus músculos. Los cerdos ibéricos se caracterizan por su piel oscura y pezuñas negras y solamente se crían en la península ibérica debido a los paisajes y condiciones climáticas únicas que se dan en esta región.
Los jamones ibéricos los podemos encontrar en cuatro diferentes denominaciones:
El origen de este jamón puede provenir de diferentes razas de cerdos, aunque los más comunes son lo de pietrain, el large white o el duroc. La piel de estos cerdos es mucho más clara que la de los ibéricos y pueden provenir de otras regiones o países. Su alimentación se basa en granos y carne resulta ser bastante homogénea y sin grasas en sus músculos. Esto hace que la carne de este jamón sea menos tierna y jugosa en comparación al ibérico.
Es importante reseñar que estos jamones se suelen incluir en las cestas navideñas en dos formatos: loncheado o la pata completa.
![]() | Pedro Manuel Collado CruzLa cocina para mi es producto bien tratado sin enmascarar sus sabores, cocina de verdad de antaño con un toque diferente 1 receta publicada |