Venderse Bien

Al hilo de los tiempos los restaurantes han tenido que sacar ideas hasta de debajo de las piedras, para ser competitivos y tentar al personal. Han aparecido así nuevas recetas, desempolvadas de las cocinas ancestrales familiares y crecen diferentes propuestas encaminadas a conseguir parroquianos a toda costa.

No podemos pues olvidar en este contexto, la publicidad, importantísima en un sector que se aprecia primero con la vista y a partir de ahí la secreción de jugos gástricos es imparable.

Esta coyuntura es apropiada para los nuevos emprendedores, pero tienen que saber gestionarla adecuadamente. Nadie tiene el éxito asegurado a priori, no se sabe porqué hay establecimientos agradables en los que se come bien, que no acaban de repuntar.

Luego no se trata solo de una buena cocina y un buen local, hay que saber venderse, utilizar los medios disponibles hoy en día para que te conozcan, para que hablen de ti.

Quien quiera empezar en este mundillo tiene que tener en cuenta ciertos temas comerciales, cuya importancia práctica no deben obviar.

Es decir, tienen que apoyarse en la Mercadotecnia o Marketing y seguir unas sencillas reglas que pueden ser la diferencia entre el éxito o el fracaso. Cada uno debe aplicarla según sus expectativas y presupuesto, confeccionando lo que sería una mercadotecnia a la carta.

Para ello lo primero es ver las características del producto que se quiere ofrecer, nunca debemos caer en el repetido dicho “todo está inventado”, así nunca se llegará lejos.

Se necesitan creatividad e innovación y el apoyo de la mercadotecnia, así donde el común de los mortales no vería ocasión, el emprendedor encontrará un negocio provechoso.

No se debe descuidar ningún aspecto de negocio, todo tiene importancia, no solo importa la comida, un baño con cambiador de bebés, un almohadón para una persona mayor, todo lleva a imprimir un carácter único e irrepetible al establecimiento. En este conjunto importan también todos los enseres, la disposición de las mesas, un tema para el local y sobre todo una atención amable, que es lo que todos deseamos.

Como consideración importante tenemos, como no, el precio. No hay que pretender hacerse rico de la noche a la mañana, este proceso es lento, como un buen caldo.

Muchas veces una pequeña diferencia de precio decanta la elección de un establecimiento a otro, sobre todo como ya hemos apuntado, en estos tiempos. No se deben pues improvisar los precios, ni fijarlos según la competencia, sino estudiar realmente la oferta y características del local, teniendo en cuenta los costos. Cuando ya se tiene una clientela fija, este punto no tiene tanta importancia, pero esto lleva su tiempo.

Una fórmula de oro reconocida por profesionales del sector es, que más vale vender mucho más barato, que poco más caro.

No olvidemos en los costos, la publicidad, que realmente es necesaria sobre todo al principio, luego ya vendrá el boca a boca. No hay que caer en la premisa de que si va bien el negocio no se necesita, grandes templos del comer han caído en el olvido, en poco tiempo, probablemente por acomodarse. Está demostrado que los restaurantes que mejor funcionan, invierten en publicidad.

Hay que asesorarse bien, no podemos saber de todo y para ello hay profesionales que seguramente encontrarán un soporte que se ajuste a nuestro presupuesto y características. Sin olvidar las herramientas digitales y las revistas especializadas.

Todo esto no es tan complicado como parece, un sencillo programa informático, sentido común, imaginación y mucha ilusión serían suficientes.

Es importante aprovechar cualquier circunstancia o acontecimiento para hacer promociones u ofertar menús especiales o de temporada.

También es interesante plantearse otras iniciativas, como llevar la comida a domicilio, incluso preparar comidas familiares o de empresa con servicio incluido.

Es útil asociarse, hay asociaciones de todo tipo y alguna se ajustará al negocio propio. En las asociaciones se comparte información, iniciativas, se plantean actos conjuntos, etc. , lo que no deja de ser publicidad.

Dejamos para el final lo más importante que es preparar unos buenos platos, con buena materia prima, bien presentados y se publicitarán solos.