Lafayette, uno de los grandes restaurantes franceses de la capital, sigue apostando por ofrecer una carta de marcado carácter galo con toques de innovación y una clara predilección por el producto de temporada
con toques de innovación y una clara predilección por el producto
de temporada. Por ello, con la llegada de la primavera y el buen tiempo, estrena algunos platos
aprovechando productos de estación, más frescos, aunque con alguna excepción para aquellos que
siguen con ganas de guisos y chup-chup pese al ascenso del mercurio. En concreto, aparecen en
carta la merluza Lorraine, la raya a la meunière, las mollejas glaseadas, unos callos a la normanda y
el arroz meloso Nantua con quisquillas. Como explica el chef del establecimiento, Gustavo Valbuena, estas recetas nuevas buscan
ofrecer una perspectiva más fresca y original de los clásicos galos. Así, la merluza Lorraine,por ejemplo, es un plato de pescado inspirado en la receta tradicional de la quiche de Lorena. Se prepara en un caldo de beicon y se sirve con
una reducción de nata con esta carne y espárragos, de manera que es un original mar y montaña. La raya a la meunière, por su parte, es una versión de esta salsa —típicamente
servida con lenguado— con un pilpil de raya con su gelatina y aromatizada con cítricos y alcaparras. Se sirve con un puré de salsifí, raíz
de plena temporada, aromatizado con jengibre.Las mollejas glaseadas son uno de los platos que más está sorprendiendo a los comensales y que,
tras una prolongada ausencia, regresan a Lafayette con aires renovados. Se sirven glaseadas con un
fondo de sangría reducida y jugo de avellanas y tienen una melosidad realmente sorprendente,
que gustará, incluso, a aquellos comensales poco aficionados a la casquería. En esta línea, pero con
mayor contundencia, están los callos a la normanda. Como sucede en la capital con los callos a la
madrileña o en Andalucía con el menudo, este guiso casquero es también parte del recetario
francés. En concreto, son populares en la zona de Normandía y se acompañan de verduras y
calvados, un aguardiente de esta región del noroeste francés. Valbuena lo adapta al paladar
español y mantiene el empleo de esta bebida junto a otras materias primas más originales, como la
base de manzana osmotizada que emplea.
Por último, Lafayette estrena arroz, un
cereal poco consumido en Francia —algo más
en el sur— pero que el chef ha querido
emplear para, de nuevo, versionar una receta
del país vecino y darle un giro especial. En este caso, echa mano de la salsa Nantua, un tipo de salsa con mantequilla de cangrejos derío, que Valbuena cambia por quisquillas.Más información de prensa:Rosalía Martínez (Piti)
Sobre Lafayette
El restaurante Lafayette abrió sus puertas en 2018 con Sébastien Leparoux, el alma de la sala. Se podría decir que un
pedacito -très petit morceau- de la historia empieza en 1757, cuando nace el que será figura clave en la Guerra de
Independencia de EEUU y la Revolución Francesa: el general LaFayette, un nombre con solera e historia. Lafayette es una
brasserie francesa no solo para franceses, porque adoramos nuestra cocina gala, pero estamos enamorados de esta ciudad y
de las personas que viven aquí.
Con la llegada del buen tiempo, uno de los mejores planes dominicales es disfrutar de su nuevo
brunch. El restaurante Lafayette, uno de los franceses más veteranos de la capital, cuenta con un
recomendable desayuno tardío, una alternativa deliciosa. Cada domingo, de 11.30 a 13.30 h y
previa reserva, se ofrece este estupendo brunch (35 euros por persona), que tiene tres pasos y unarelación calidad-precio insuperable.
Para empezar, una potente selección de entrantes: gazpacho de remolacha con virutas de queso
Comté, un croissant relleno de salmón ahumado y aguacate con aliño de mostaza, una brocheta
de piña y frambuesa con menta y chocolate, un bol de yogur con fresas en almíbar y una selección
de quesos galos. A continuación, hay que elegir entre un plato principal: los huevos benedict, con
su salsa holandesa; una crepe de ratatouille, que encandilará a los amantes de vegetales; la
hamburguesa Lafayette, simplemente exquisita, o un Croque Monsieur con confit de pato trufado
(este plato, mediante un suplemento de 8 euros). Para acabar por todo lo alto, se escoge entre dos
postres: una minimilhoja de créme brûlée o un minisablé de limón con tejas de merengue. El
brunch de Lafayette incluye café o infusión y zumo de naranja natural.
![]() | Pedro Manuel Collado CruzLa cocina para mi es producto bien tratado sin enmascarar sus sabores, cocina de verdad de antaño con un toque diferente 2 recetas publicadas |