Magaceda Serrano
El origen del roscón data del siglo II cuando se festejaba la finalización del periodo más oscuro del año y el inicio de la luz que se alargaba desde diciembre, cuando acababan las tareas del campo, hasta febrero, dedicada a Saturno, dios de las cosechas y de la agricultura.
En la fiesta se preparaban unas tortas de miel en las que se introducían higos, dátiles y frutos secos, de las cuales podían disfrutar, sin ninguna distinción, tanto esclavos como plebeyos.
En el siglo III fue cuando se impuso la tradición de introducir un haba que era símbolo de fertilidad y quien la obtenía, se decía, tenía prosperidad durante todo el año.
Aunque estas fiestas fueron desapareciendo, la costumbre de comer la torta siguió en alza, aunque no en todos los lugares.
Ya en el siglo XVIII, cuando un cocinero queriendo agasajar a Luis XV, introdujo una moneda de oro en el roscón, este fue el símbolo preferido por todos, desbancando a la famosa haba que volvió a aparecer en el siglo XIX y desde entonces, se introduce una figurita siendo afortunado al que le toque y un haba, quien a que le toque le tocaba pagar el siguiente roscón.
Hoy en día este dulce tiene forma de rosca, casi imitando una corona real, solo o relleno de nata o crema y cubierto con fruta escarchada. Puede esconder dentro una figurita y un haba o simplemente una figurita, teniendo el mismo significado que hemos dicho anteriormente. Podéis comprarlo en algún establecimiento e, incluso, podéis hacerlo vosotros mismos siguiendo los pasos de esta receta: http://www.youtube.com/watch?v=sSKfnQnqvQI
Que paséis una buena noche y día de Reyes y que disfrutéis, junto con vuestros familiares, de este rico dulce.