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José Luis Jiménez nos cuenta como se reunía la sociedad, celebritis alrededor de las mesas

Relatos Sabrosos, una Visión Muy Particular de la Historia Gastronómica (Cap.59)



José Luis Jiménez
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Fiestas y su disfrute gastronómico

LUIS DE LEZAMA. CURA, PERIODISTA, HOSTELERO….Y MÁS (5). PONER UNA ALABARDA EN WASHINGTON

 

 Vive en una habitación de alquiler y acude al comedor del Ejército de Salvación

 Reina Sofía: “Don Luis…¿Pero qué hace usted aquí?”

 La madre de Tom Cruise

La idea de “hacer las Américas” está latente en él. Guillermo de la Dehesa y Miguel Ángel Fernández Ordóñez, en el gobierno en 1987, acudían a la Taberna del Alabardero con una idea obsesiva: “Luis, tendrías que abrir un restaurante piloto en los Estados Unidos de América. Se está confundiendo lo hispano con lo español”

  Y se pone a la tarea. Manda hacer un estudio de mercado en seis ciudades. Este estudio tardó casi un año en realizarse. Durante un mes, acompañado de dos de sus más jóvenes adaptados, Julio y Agustín, las recorre y analizan cada  posibilidad. La conclusión es que le gustó Washington. Pensó que era una ciudad perfilada entre la Administración del gobierno, las embajadas de todos los países y los lobbies. Ideal para permanecer

  Y empiezan las peripecias de todo tipo, especialmente económicas. El ICEX le certificó su ayuda con 500.000 dólares, que nunca llegaron. Jesús Polanco, hombre bien informado y mejor relacionado le llama por teléfono: “Luis, ¡no te metas más!. ¡Vuelve a España!. Lo del ICEX es papel mojado, no te lo van a dar. Aquí te van a hacer una inspección de Hacienda para que no tengas más remedio que vender y desaparecer. Vente y negocia con Carlos Solchaga”.

  Vuelve; Solchaga no le recibía. Y de poco le sirvió recurrir a Felipe González, a la sazón presidente del Gobierno.

  Decide regresar a Washington. Vivía en una habitación alquilada a una rusa en los apartamentos contiguos a la Embajada. Comía en un comedor de caridad del Ejército de Salvación y, según sus propias palabras: “practicaba el gorroneo en los lunchs de fiestas nacionales de cada embajada para comer gratis y hablarles de mi proyecto”

  Y continúa: “Cierto día en la Embajada de España, con motivo de una visita de su Majestad la reina doña Sofía, traté de colarme. No estaba en la lista. Hasta que la reinadepronto se fijó en mí y se adelantó a decirme “Don Luis, pero….¿qué hace usted aquí?”. A partir de ese momento era bien recibido por el embajador.

  Y, por fin, llega el día deseado. Luis, con George Egge y Carmen, sus abogados y amigos, rompen una noche una botella de Freixenet en las puertas de la Taberna del Alabardero. El crédito que le había concedido Claudio Boada en el Banco Hispano Americano no daba para más: si no entraba dinero en caja estaba perdido.

  Al principio entraba poca gente. Pero empezaron a crear un núcleo de amigos. Entre los primeros se encontraban Michel Camdessus, presidente del Fondo Monetario Internacional, y Enrique Iglesias, presidente del Banco Iberoamericano de Desarrollo, al que podemos ver en foto que adjuntamos, primero a la derecha, y a su lado, el jefe de  cocina Josu Zubicarai. Estos presidentes de Bancos, junto al embajador de México, Gustavo Petriccoli, fueron los mejores introductores en la sociedad capitalina,

  Ni corto ni perezoso, un día  se decidió a escribir una carta, bastante extensa, por cierto, a sus vecinos, el Presidente George H. W. Bush y su esposa Bárbara. La misma rezuma ingenio y sentido del humor. No hay que olvidar que Lezama era periodista y escritor. La primera parte la reproducimos en documento adjunto. Y concluye la misma: “….Y una taberna que os espera para que conozcáis de España algo más que su geografía política……. Hasta pronto, George y Bárbara, queridos vecinos de la Casa Blanca”

  De vez en cuando una pareja de damas iba a la Taberna. Y Luis aprovechaba para tomar el té con ellas, y ponerse al corriente de los chismes de la ciudad. Una era Josefine, esposa de un gran amigo suyo, Robert Schofner, prestigioso crítico gastronómico de la revista The Whasingtonian. La otra, íntima amiga de la primera, Mary Lee Pfeiffer, madre de Tom Cruise.

  Una de esas tardes le dicen que van a realizar un crucero, que hace escala en Málaga, y que quieren conocer la Taberna del Alabardero de Marbella. Quedan en que Juan Carlos Cantero, su director, las recogía al desembarcar y comer una paella de mariscos en El Alabardero de San Pedro de Alcántara.

  Suena el teléfono y Juan Carlos oye a Josefine con voz entrecortada, animosa y en inglés:

  “¡Estamos aquí! ¡Venid a por nosotras¡. Nos ha traído del barco al puerto una lancha”

  El director del Alabardero les pregunta dónde se encuentran. No lo sabe, dice que en el pequeño puerto no hay nadie. Le pide que le de alguna pista. Y le lee el rótulo del teléfono: SOLO MONEDAS. Concluye la situación satisfactoriamente. Pasaron un día inolvidable

 

NO OS PERDÁIS EL SIGUIENTE RELATO. LUIS DE LEZAMA, CURA, PERIODISTA, HOSTELERO….Y MÁS (6). LA DELEGACIÓN ESPAÑOLA EN  LA INAUGURACIÓN EN WASHINGTON



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