Magaceda Serrano
La mermelada es exactamente fruta cocida en azúcar y normalmente se suele hacer con frutas que contienen pectina, un espesante natural que ayuda a eliminar el colesterol nocivo y los residuos y toxinas que se encuentran en nuestro organismo.
Siempre hemos oído hablar de mermelada y confitura y, seguramente, muchos no logran adivinar cual es la diferencia entre estos dos productos. Pues bien, la mermelada se elabora con piezas enteras de fruta mientras que la confitura se elabora con su pulpa, por lo que queda una textura más consistente.
Podemos encontrarlas de diferentes sabores. Los más típicos son la fresa o el melocotón pero hay de todo tipo. Las de zanahoria, cebolla o frutos secos son menos populares, aunque ya se han hecho un hueco en muchas recetas. De hecho, las mermeladas de hortalizas se han puesto muy de moda y acompañan tanto a carnes como a pescados o quesos.
La mermelada posee todos los elementos beneficiosos que contiene la fruta con la que ha sido elaborada, aunque algunas de sus propiedades pueden perderse en el proceso de cocción.
Si tenemos mucha fruta en casa que esté madura podemos emplearla para hacer mermelada casera antes de que ésta se estropee. Es muy fácil de elaborar ya que la receta es bien sencilla. Necesitaremos:
- 1 kg de la fruta que elijais
- ½ Kg de azúcar
-1/4 litro de agua
En primer lugar pelamos y troceamos la fruta.Después ponemos la fruta troceada en un cazo a fuego lento junto con el agua y el azúcar y vamos removiendo hasta que el líquido se consuma. Una vez que hemos retirado el cazo del fuego, trituramos toda la fruta con la batidora para que así nos quede una mermelada fina.
Para que la mermelada se conserve bien es necesario guardarla en tarros de cristal que previamente hayan sido esterilizados. Esto se consigue hirviendo el tarro, después se mete la mermelada y se calienta al baño maría para conseguir un cierre hermético.
Así de fácil conseguiremos elaborar nuestra propia mermelada, lista para acompañar tostadas, productos de repostería e incluso, con canapés de paté o queso para proporcionar un contraste de sabores.
Una alternativa a la mermelada es el dulce de membrillo que adquiere una forma más densa y se puede presentar cortándolo en partes. Su elaboración también es muy sencilla.
Así que si te apetece sorprender a tus invitados, tienes tiempo para pasarlo en la cocina o simplemente eres un apasionado de la fruta ¿Por qué no te animas a preparar este delicioso manjar tú mismo?