En el mes de mayo, el grupo “Nivel 29” inauguraba este atractivo mercado en el madrileño barrio de Malasaña.
El Mercado de San Ildefonso, ubicado en el número 57 de la Calle Fuencarral esquina con Santa Bárbara, abría sus puertas a mediados de mayo. Se trata de un proyecto llevado a cabo por el grupo promotor centrado en el ámbito inmobiliario y comercial “Nivel 29”. El nombre de este local hace homenaje al primer mercado de abasto cubierto de Madrid, demolido en 1970 y ubicado muy cerca de este nuevo mercado.
La idea es enlazar el ocio y la gastronomía, explicaba Para Sabido, ideólogo del proyecto y presidente de “Nivel 29”, teniendo en cuenta que el espacio se ubica en una calle que destaca por su gran número de tiendas de moda. Además, Sabido añadía que se pretende ofrecer “una propuesta adaptada a un público variopinto, que mezcla turistas extranjeros y nacionales y gente de Madrid, en una calle vanguardista como Fuencarral, que funciona como un eje entre dos barrios: Chueca y Malasaña”.
Lo novedoso de este espacio gastronómico, que cuenta con 500 metros cuadrados distribuidos en tres plantas, es que está basado en el concepto de “street market”, que designa a la práctica de comprar productos en puestos para tomarlos en la calle. Por ello, todos los productos que se ofrecen en el Mercado de San Ildefonso están elaborados y listos para tomar, sin pretender que sean creativas ni complicadas recetas culinarias, sino más bien todo lo contrario, comida típica callejera, instantánea y rápida de elaborar.
Tres barras de bebida y 18 puestos de comida pueblan el establecimiento, en los que los clientes pueden comprar diferentes tipos de comida y ofertas gastronómicas para consumirlas en las mesas distribuidas por todo el mercado, o para llevarlo en formato “take-away”.
Todos los puestos están diseñados con estética urbana, dando al lugar el ambiente que la “street food” y el “street market” requieren, en los que se pueden degustar desde pescaíto frito a gambas, conservas, croquetas, paella, huevos con productos de temporada o café. Además, cada uno de los puestos funciona de forma independiente y ofrece su propia oferta y lista de precios, ambas pactadas anteriormente con el grupo impulsador del proyecto.
La primera y segunda planta del edificio cuenta con dos patios pensados como terrazas, una cubierta por una estructura de madera y otra rodeada de vegetación que, junto al gran árbol de ocho metros que preside la planta principal hacen del entorno un lugar especial y agradable en la que disfrutar de la mejor comida callejera en el barrio madrileño de Malasaña.
Pedro Manuel Collado CruzLa cocina para mi es producto bien tratado sin enmascarar sus sabores, cocina de verdad de antaño con un toque diferente 1 receta publicada |