Este alimento pertenece al grupo de las verduras frescas. Es uno de los alimentos que contiene más vitamina A, es rico en vitamina K y tambien contiene una alta cantidad de vitamina B9. Por el contrario se encuentra entre los alimentos más bajos en calorías ya que por ración (100g.) solamente contiene 20,74 kcal. A su vez contiene hierro, proteinas, calcio, fibra, potasio y yodo entre otras muchas propiedades.
Al contener mucha niacina (vitamina A), las espinacas previenen enfermedades de los ojos, favorecen el estado de la piel y fortalecen el sistema inmunitario por no hablar de sus propiedades anticancerosas.
El ácido fólico (vitamina B9) ayuda a personas alcohólicas o fumadoras, pues estos hábitos ocasionan una mala absorción de ésta vitamina. A su vez el alto contenido en ácido fólico hace de este un alimento muy recomendable para consumir en etapas de embarazo.
Por otro lado el contenido en vitamina K de esta verdura, hace que sea beneficioso ingerirla para una correcta coagulación de la sangre y la mejora del metabolismo de los huesos.
Cabe destacar que gracias a estas peculiares características, es más que recomendable tomarlas no solo para prevenir enfermedades sino para mantenerte en linea o para añadirlas a una dieta para bajar peso pero recuerda, antes de empezarla debes consultarlo con un nutricionista.
Para los más pequeños, os propongo una receta que les facilitará su consumo y que convertirá el hecho de sentarse a comer verduras en algo más agradable que una cara larga:
Ingredientes:
Espinacas
Gambas (congeladas o frescas)
Nata para cocinar
Queso para fundir
Ajos (opcional)
Primero cortamos los ajos en láminas muy finas (de éste modo evitaremos que los niños los aparten del plato), lo sofreimos en una sarten con un chorrito de aceite de oliva. Una vez el ajo doradito, añadimos las gambas (si son congeladas habiéndoles escurrido el agua con un papel de cocina previamente para que no salte el aceite), removemos y echamos las espinacas crudas. Añadimos un poquito de sal, tapamos y dejamos que se ablanden las verduras durante unos 10 minutos a fuego suave. Una vez transcurrido ese tiempo, finalmente añadimos la nata y el queso. Si quieres darle un toque más original y sabroso, mételas al horno a gratinar durante unos 8 minutos.
Con ésta receta les dará la impresión de estar comiendose un plato de espaguetis a la carbonara.
¡Pruébalo!