La carne de conejo es un “superalimento” ideal para incluir en la dieta de los deportistas gracias a su alto contenido en proteínas de alto valor biológico, bajo nivel de grasa (que además es grasa extramuscular, es decir, que se puede retirar) y un elevado nivel de vitaminas y minerales. Debe consumirse, por tanto, varias veces a lo largo de la semana. Son numerosas las evidencias que apuntan las cualidades de esta carne blanca para rendir mejor en la actividad deportista. Entre ellas, destaca un estudio de la doctora Nieves Palacios Gil de Antuñano, realizado en el Consejo Superior de Deportes para conocer los efectos del consumo de carne de conejo sobre diferentes variables de los deportistas de alto rendimiento, demostrando que la ingesta durante tres veces por semana permitió que mejoraran masa muscular y perdieran grasa corporal. Según este trabajo, la carne de conejo, por ser rica en nutrientes como proteínas y vitamina B12, es una opción adecuada en la alimentación habitual de los deportistas.
Por su parte, y de acuerdo con el Estudio de los efectos de la carne de conejo en la dieta de deportistas sobre el perfil inflamatorio, el metabolismo proteico, y el rendimiento aeróbico, en el que se involucraron expertos del Centro Andaluz de Medicina del Deporte; del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INYTA) y de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte de la Universidad de Granada, la inclusión de carne de conejo en la alimentación de personas que realizan ejercicio físico intenso tiene efecto positivo sobre el componente muscular, tanto desde el punto de vista funcional como morfológico.
“Tiene efectos positivos sobre el rendimiento deportivo y la capacidad aeróbica, probablemente en base a sus efectos sobre la reducción de la inflamación, lo cual constituye, además de un pilar importante en la asimilación del entrenamiento, un factor preventivo de enfermedades crónicas. Por todo ello, la carne de conejo es un alimento recomendado en la dieta de los deportistas”, destacan.
El consenso médico remarca que una dieta que incluye carne de conejo contribuirá al aporte de nutrientes esenciales para la actividad física como son el potasio, el fósforo o el selenio, al tiempo que es rica en vitaminas B3, B6 y B12, que ayudan a disminuir el cansancio y la fatiga. También aporta vitamina E, de especial relevancia por su poder frente a la oxidación celular.
Destaca por su importante cantidad de magnesio, zinc y hierro en su versión hemo, es decir, de mayor biodisponibilidad para el organismo y más alta que los hierros inorgánicos presentes en los alimentos de origen vegetal.
Una ración habitual de unos 200 gramos de carne aporta unos 45 gramos de proteínas de una calidad superior a las de origen vegetal gracias a su composición de aminoácidos, muy similar a la que utiliza el cuerpo humano a la hora de sintetizar sus propias proteínas. Se trata de una carne blanca, en suma, que se diferencia por su bajo aporte calórico y su reducido contenido en colesterol.
Cuenta con una adecuada proporción de grasas mono y poli insaturadas y su consumo pone a disposición del consumidor micronutrientes vitales para garantizar una alimentación saludable, ventajas que INTERCUN divulga entre la opinión pública en el marco de una campaña de promoción cofinanciada por la Unión Europea. En suma, podemos resumir las principales razones para incluir la carne de conejo en una dieta equilibrada:
La carne de conejo tiene gran versatilidad gastronómica y puede prepararse de variadas formas. INTERCUN te propone esta receta nutritiva, sabrosa y sencilla:
Pedro Manuel Collado CruzLa cocina para mi es producto bien tratado sin enmascarar sus sabores, cocina de verdad de antaño con un toque diferente 1 receta publicada |