Se aproxima una gran semana para los amantes del helado. Desde ayer cuatro al próximo siete de febrero tendrá lugar la conocida Intergelat 2015 en Alicante, una feria dedicada a este exquisito manjar en la que las mejores empresas y profesionales del sector podrán mostrar las últimas innovaciones y tendencias a la hora de presentar y consumir infinitos sabores de deliciosos helados artesanales. Los participantes deberán exhibir la originalidad de la novedad por la que apuestan con el fin de hacerse dueño del título de Campeón heladero de España.
Cada dos años se convoca esta competición como evento reconocido a nivel internacional. Los profesionales del helado dispondrán de más de 4.000 metros cuadrados para conocer las últimas creaciones en maquinaria, utensilios para las heladerías, uniformes y accesorios indispensables con objeto de ofrecer el mejor servicio al público. La exposición tendrá lugar en las instalaciones del recinto ferial de la Institución Ferial Alicantina.
Este acontecimiento gastronómico nos hace reflexionar sobre la errónea opinión de asociar el helado únicamente a la época estival. Nos encontramos ante un alimento que aporta grandes beneficios y ayuda a la conquista de una buena salud. Son altamente nutritivos y contienen propiedades esenciales como el calcio, proteínas, lípidos, fibra o minerales, además de constituir una fuente importante de vitamina B.
Según investigadores de la universidad de Harvard, EE.UU., el helado reduce el riesgo de infertilidad femenina ya que el consumo de lácteos enteros beneficia la ovulación. Al contener leche, son una buena alternativa, pues cubren hasta el 15% de la cantidad mínima recomendada de calcio. Niños, adolescentes y mujeres embarazadas, en período de lactancia o tras la menopausia, deben consumir más helado.
Otro de sus atributos es que ayudan a cicatrizar y reducir inflamaciones en las amígdalas y, psicológicamente, nos incitan a estar más felices y reducen nuestro nivel de estrés. Entre componentes básicos están el chocolate, la caseína o los azúcares, encargados de propiciar las llamadas “hormonas del places” o endorfinas.
Una de las principales especialidades de la temporada es el helado caliente. La aparente paradoja de este nombre esconde en realidad una cuidada elaboración que sólo en algunos lugares exclusivos se sirve. Consiste en combinar un helado de nata básico con ingredientes como vainilla, cacao o frutos rojos en una batidora específica especial a la que se le va subiendo poco a poco la potencia. El resultado es un helado más suave y cremoso que al llevarlo al paladar ofrece la sensación de estar comiendo algo caliente.
Hay que tener en cuenta que, a la hora de elegir, optar por los helados artesanales es lo más adecuado. Estos tienen un bajo contenido de grasa, alrededor del 6 %, y dicha grasa es apta para diabéticos, ya que retrasa la absorción del azúcar. Aun así, a pesar de sus inmensas propiedades óptimas, deben consumirse con moderación.
Definitivamente, encasillar el helado como mera “golosina” es equívoco. La ciencia y la industria aconsejan cada vez más degustar con pasión este placer gastronómico lleno de calidad y amplias posibilidades.