6963 recetas de cocina   |   17316 noticias de gastronomia   |   579 autores   |   21 empresas



Crónica de lo que sentí cenando sola en este restaurante.

Ella Come Sola en el Restaurante Vandal



share by WhatsApp

Lourdes Verger
*Manteles y Sábanas* y *Ella come sola*

Bernabé Caravotta y Sebastián Pérez, dos jóvenes que trabajan por el mundo atesorando trayectorias entre los mejores, desembarcan en Palma.  Se conocen trabajando juntos, y subyacente el deseo de crear algo propio, en una semana tienen desarrollado la idea de lo que quieren montar.  Dos años después de hacerse realidad y de tener el restaurante lleno todos los días, ya han cosechado varios reconocimientos.  Bernabé como chef creativo y ejecutivo y Sebastián como sommelier y director de sala, presentan una puesta en escena de lo más interesante en la noche palmesana y allí fui a cenar sola, al restaurante Vandal.

Eran las ocho en punto tal y como me habían citado.  Expectante, con ganas.  Lo primero que vi al entrar fue un servicio para uno monísimo, montado en la barra.  Me esperaban.  Sebastián, estaba hablando con una pareja, así que me adelanté y tomé mi asiento en la barra.  Automáticamente Bernabé saliéndose de la que parecía una coreografía, apareció para darme la mano y la bienvenida.  La cocina es abierta y desde la barra que íbamos a compartir, yo para cenar y él para trabajar, tienes completa visión de la obra de teatro que estaban representando.  Me giré y vi que Sebastián estaba libre, por lo que fui a presentarme.

A pesar de la hora ya estaba casi lleno, en su totalidad extranjeros. -Sí, los españoles vienen a cenar más tarde- apuntó Bernabé.  Me preguntó cómo quería que lo hiciésemos, si él me iba sacando platos o los elegía yo.  De hecho, me dijo: -yo prefiero que los elijas tú que sabes lo que te gusta, por eso aquí no hay menú degustación.  Diferentes personas me fueron explicando el funcionamiento de las diferentes cartas.  Amables y discretos.  Parecían saber quién era y qué iba a hacer, pues no me preguntaron nada que indicara lo contrario. 

La carta del menú es un sueño para los amantes de los excels, aparece el plato con su descripción, si se come con las manos o tenedor, cuál es su origen, con qué bebida te recomiendan maridarlo (ahorro increíble de trabajo, además de un acierto) y el precio.  Mención especial se merece la carta de cócteles y el bartender.

Arranqué con una copa de vino blanco, un Galerna Verdejo ecológico.  Sonaba música tranquila. -Tienes cuatro mesas por pedir comanda, por favor, apúrame alguna, que luego pedirá la mesa grande-, susurraba Bernabé a otra compañera que se acercó por mi derecha a la barra, y que está con ellos desde que abrieron.  Y tan grande, resultaron ser de un equipo de Rugby.  Interesante.

Comencé con mi debilidad en aquella casa, que no es que recomiende, es que si vas y no lo pides, recuérdame mirándote con la nariz fruncida.

Foto: Foie gras en virutas con reducción de fresa ácida y camomilla.  From Francia y Mahón.

Sí, lo sé, no como carne... pero déjenme en paz un poquito.  Esta tapa me quita el sentío... Y está en su justa medida, porque si fuera más grande, o comerme dos, creo que me empalagaría por el dulce.  Tamaño justo.

Recibí la llamada de una amiga que quería quedar al día siguiente.  Cerramos en comprar comida japonesa, vinito, y ver la puesta de sol en el lugar que habíamos descubierto hacía muy poquito, y se había convertido en uno de nuestros lugares favoritos de la isla.

Bernabé trabaja frente a mi, y así terminaba mi plato de puerros:

Y su acabado:

Me sirvieron otra copa de vino, la música ya la percibí más animada, y el teléfono volvió a sonar.  Era la persona que precisamente me había descubierto este restaurante, me llamaba para quedar para cenar, así que muerto de la rabia por la envidia que le corroía convenimos que la semana que viene volveríamos juntos, que respirara hondo.  Al colgar, como sonaba muy alto, y le tenía justo enfrente escuchando mis conversaciones le dije: -disculpa, parece que se han puesto todos de acuerdo para llamar-  Para qué dije nada, volvió a sonar.  Qué cachonda es la vida, yo tratando de escribir una columna sobre "ella come sola", e iba a hablar con media España.

Sebastián se acercó para preguntarme si estaba todo bien.  Yo observaba el ritmo de una cocina limpia, ordenada, totalmente en silencio, que tan solo se rompía cuando Bernabé cantaba las comandas y respondían los aludidos, "Oído".  En la sala llena, de repente una carcajada sobresalía sobre el murmullo, en la barra no cabía un codo más, y en un momento que sintonicé mi oído, mi vecina de la izquierda estaba contando animadamente por teléfono a una amiga una anécdota que acababa de vivir con los Reyes, no daba crédito, en cambio, el chico que le acompañaba no daba crédito con el Patacón relleno de cerdo.  Todo allí dentro fluía.  Todos sonreían.  No recordé en ningún momento estar sola.

Los platos frente a mi continuaban su desfile.

Foto: Sashimi de salmón ecológico con Yuzu-Miso-Ají.  From Japón y Perú.

Diría que el postre que más sale es el "Recuerdos de la infancia", porque no paraban... todos ansiaban recordar.

Foto: Recuerdos de la infancia:  Lleva nube de algodón y petazetas.  From Argentina.

El postre de la foto siguiente no lo he probado, pero me encantó la presentación, os recuerdo que estaba en la barra y pasaban frente a mi todas las comandas... 

Foto: Ignoro el nombre, pero leyendo la carta, este título "Juego de seducción" le pega todo.  From España y Francia.  Mon amour...

Para terminar pedí merluza.... que se deshacía en la boca y llevaba un puré de almendras mallorquinas que... ¡lo quiero en mi nevera!

Foto: Merluza negra patagónica, cremoso aireado de tupinambo y erizo demar, y puré de almendras mallorquinas.  From Argentina y Francia.

No quería romper la concentración de Bernabé, quien controlaba a ojo de dron todo a su alrededor.  Así que cuando la cosa se relajó, consciente de mi prudencia me dijo:

           -Si quieres charlamos un poco, ahora ha bajado el trabajo.

           -Llevo tres copas de vino, ¡dame conversación!

Al reír ya rompimos del todo el hielo, y comenzamos una charla muy interesante, entre comandas.  Más tarde se sentó junto a mi Sebastián, y también pude charlar con él.  Fantástico porque había pensado que a ambos les tendría que pasar la entrevista por mail.  Estos dos amigos hacen un buen tandem, cada uno vuelca en su área oficio y pasión, y respeta sin peros la del otro forjando carácter propio en forma de negocio con una #vandalattitude.

Una de las sensaciones que destacaría es la concentración de los trabajadores, y no es una cuestión de sonreír o ser amable, es un tema de estar en lo que hay que estar, y en nada más.

Puedes tener una cita contigo mismo en la barra, la experiencia de surcar el mundo conocido a través de sus sabores es completamente recomendable y placentera.  Verlos en frente sacando las comandas te entretiene, y la atmósfera es cuidada y sofisticada.  El gamberrismo y descaro del que hablan sus crónicas está impreso solo en la estética, pues en la ejecución no hay nada que no esté meticulosamente estudiado.

Hay osadía pero no está improvisada.  Como cuando decimos que hacer comedia es lo más serio que hay, en este caso para ser vándalo y rebelde precisas estar muy bien educado.  

 

POSTDATA:

A los pocos días regresé tal y como había quedado.  Así que os dejo algunos platos que también he probado y que recomiendo encarecidamente.

Foto: Tartar de atún, masago y guacamole con salsa japonesa. From Japón.

Foto: Croqueta de pollo rustido con manzana asada al curry.  From España e India.

 

 

El restaurante VANDAL, está en Santa Catalina, en la plaza Progreso, 15. -Palma de Mallorca.

Abren todos los días a partir de las 19.30h. Reserva, fliparás aunque no vayas sol@.

 

 

 

 


  0 COMENTARIOS




SÍGUENOS
          
SUBSCRÍBETE





AFUEGOLENTO EMPLEO

AUTOR DESTACADO

   

Albert Adrià

Redes sociales: https://www.instagram.com/enigma_albertadria/ https://www.instagram.com/albertadriaprojects/

3 recetas publicadas

Ver blog del autor














Desde 1996, el magazine gastronómico en internet.


© 1996 - 2024. 29 años. Todos los derechos reservados.
SUBSCRÍBETE

Recibe las novedades de A Fuego Lento


SÍGUENOS