El Food Styling Tiene Nombre de Mujer

que demostró que la visión de la comida hace que aumente nuestra concentración en sangre de grelina, una hormona gástrica que regula el apetito y la homeostasis nutricional, por lo que también es llamada la hormona del hambre. Seis años después, en 2018, científicos de la Universidad de Granada constataron que el análisis y evaluación de un plato no es un proceso estrictamente cognitivo, sino que incluye un componente emocional, de manera que el cerebro del comensal crea un vínculo afectivo con los platos atractivamente presentados.  

Se come con los ojos, pero también es posible engañar esa visión y eso ha dado lugar a una interesantísima parte del food styling o estilismo gastronómico, que, especialmente en el cine, consigue que el espectador perciba en su mente imágenes que, a pesar de ser con frecuencia inverosímiles, resultan creíbles e incluso atractivas, como podría se el caso del guiso de extremidades humanas que el actor Mads Mikkelsen devora con fruición en el thriller televisivo de terror Hannibal, que la cadena NBC estrenó en abril de 2013 y mantuvo en antena hasta junio de 2015, o la espectacular ostra que paladea con deleite y complacencia la actriz estrictamente vegana Emma Stone en la película irlandesa Pobres criaturas, que en 2023 obtuvo cuatro premios Óscar en Hollywood.

Como es fácil de imaginar, ni se trataba de una receta a base de humana sustancia, ni la preciada carne del molusco bivalvo es lo que aparenta en la toma. Ambas son creaciones de dos especialistas en el arte del embeleco. En el primer caso, de Janice Poon, gran experta en la recreación de la textura de la carne, y en el segundo de Zoe Hegedus, que mezclando con pericia varios tipos de setas y harina de arroz consigue un bocado exacto en apariencia al que el caballero veneciano Giacomo Girolamo Casanova consideraba un potente afrodisíaco.

Curiosamente, las dos food stylist han llegado a la cima mundial en su género por muy distintos caminos. Mientras que Poon empezó a especializarse en estas técnicas desde un puesto de directora de arte en una agencia de publicidad, Hegedus, partió desde una potente formación gastronómica en el Basque Culinary Center de San Sebastián/Donostia, que posteriormente ampliaría en el Celler de Can Roca de Girona y más tarde en un taller milanés de diseño culinario.

En interesantes y atractivas entrevistas realizadas por la periodista del diario La Vanguardia Camila Beraldi, ambas han expresado sus visiones a propósito del trabajo que realizan. Mientras que Poon declara que lo que más le hace disfrutar dando vida a una idea abstracta, como el plato que elaboró simulando un pulpito vivo para un ágape vulcaniano en Star Trek, que protagonizaban dos actores, uno intolerante al gluten y otro absolutamente intransigente con los fritos, Hegedus, a pesar de su sólida formación culinaria, parece que desde el principio tuvo claro que su futuro no estaba en los fogones: “Aunque es muy fácil enamorarse del trabajo dentro de la cocina, siempre supe que mi carrera no se desarrollaría en un restaurante”

En cualquier caso lo que si está meridianamente claro es que, actualmente, el food styling mundial tiene nombre de mujer.